2-. Lejos de casa

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______ Haakosson

 Desperté, el sol brillaba y me dirigí al lugar de siempre, a ver a los dragones. 

Realicé el recorrido habitual, llegue al lugar, entre y cerré la gran puerta y me dirigí a la jaula donde se encontraba mi amigo. 

 Mi sorpresa fue cuando él no estaba allí. 

  —¿Moody?— dije mirando hacía todos lados asustada. 

Cuando un dragón no estaba en una jaula significaba solo una cosa: estaba por morir. 

Salí del lugar corriendo y me dirigí a una especie de domo gigante, donde mi padre solía matar dragones, y la gente miraba asombrada y contenta desde fuera. 

 Empuje a mucha gente, antes de entrar saque un hacha, seguí corriendo y allí estaba mi padre, con su ballesta apuntando a un dragón, a Moody, mi dragón estaba atado. 

  —¡Alto!— grite corriendo a la vez que lanzaba el hacha a la ballesta de mi padre. 

Todos los años en los que él me obligo a entrenar dieron sus frutos. 

Todos estaban asombrados y murmurando, mi padre me miro con mucho enfado y le hizo una seña a sus hombres indicándome, a los pocos minutos dos de ellos me rodearon y me tomaron las manos, ubicandolas en mi espalda. Forcejee pero aún así no podía liberarme. 

  —Mierda, _____, rompiste mi ballesta— mi padre saco el hacha de la ballesta, la cual, había quedado destrozada, sin condiciones de uso.

   —Libera a el dragón— dije desafiante aún forcejeando, Moody, mi dragón me miraba con su único ojo asustado. 

  —¿Por qué habría de hacerlo?— recogió el hacha —Merece morir, sea como sea. 

  —¡NO!— grite, forcejeando más, no podía matar a Moody, no así.     

 Moody me lanzó una última mirada, lo mire con los ojos llenos de lágrimas. El dragón forcejeo tanto que se liberó de las cadenas, y con su cola le pego a mi padre, haciendo que éste botara arma que tenia entre sus manos. Corrió hacia mi y lanzo un rugido, los hombres que me sujetaban se fueron corriendo, probablemente a buscar armas. 

 Liberé a Moody de el bozal que tenía y acaricie su rostro, vi a mi padre que se acercaba desde atrás con el hacha. 

  —Amigo, debemos irnos— dije asustada.

 Moody me miro y asintió,  en un rápido movimiento por parte de él, logró que me subiera en su espalda, me sujete fuertemente, y desplegó sus grandes alas, voló hacia arriba, lanzo como una bola de fuego, rompió la superficie del domo, dejando un agujero por el cual pudo salir, y yo estaba sobre él. 

 Mire hacia abajo, mi padre sujetaba el hacha y nos miraba, seguramente estaba decepcionado, nunca se le solían escapar los dragones.    

  —¡Me sorprendes!— abracé a Moody —¿Estamos volando?, Dioses, ¡estamos volando!

Por horas Moody siguió volando, cada vez alejándose más de mi padre y sus hombres. Estaba oscureciendo. 

  Estábamos muy lejos, Moody aterrizó en una "isla"

  —Nunca había estado tan lejos de casa...— Moody se alejo y yo lo seguí, a los pocos minutos lo encontré bebiendo agua de una pequeña laguna. 

 Me ubique a su lado he hice lo mismo.

 Recogí unas ramas y unas piedras, deje las ramas en el suelo y frote las piedras, de estas saltaron chispas y poco a poco se fue encendiendo una fogata. 

 Puse mis manos cerca del fuego y comencé a frotarlas. 

  —Muy bien, una adolescente de 17 años sola, en una isla, con un dragón— mire a Moody e hizo una mueca —Sabes que te quiero— le sonreí y me acomode a su lado. 

 Moody paso una ala por mi cuerpo, era como una manta, a los pocos minutos, me quede dormida. 

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Where stories live. Discover now