Capítulo 30

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_______ Haakosson

Miré a mi alrededor, en mis manos traía una hacha y en mi espalda mi mochila con algunas de mis cosas. Mi madre me hizo una seña para que saliera de la casa, yo la seguí con cuidado.

  Justo cuando íbamos a salir, una flecha le llego a mi madre cerca de la cabeza, voltee a ver de donde venía. 

No lo puedo creer, mi esposa y mi hija, ¿escapando?— mi padre tenía su ballesta entre las manos, a su arma le puso otra flecha.

 —Papá— exclamé asustada

 Grimmel, no hagas una tontería enfrente de nuestra hija— mi madre dijo tratando de calmarlo.

 —La tontería ya la has hecho tú— Mi padre sin dudar le disparó la flecha, que quedo incrustada en su pierna.

Mi madre soltó un grito de dolor, cayó al piso. Mi padre volvió a cargar su ballesta. 

 —¡Corre _____!— gritó mi madre asustada —¡Por la puerta de atrás!

Yo la observé asustada, no podía hacerlo.

 —Hija...te amo— mi madre trato de pararse, en vano

 —¡Cállate!— exclamó mi padre enfurecido.

Corrí, salí por la puerta trasera de nuestro hogar. Seguí corriendo con los ojos humedecidos, y rezaba a los Dioses para que mi madre estuviera bien.

Sentí que me meneaban de un lado a otro, desperté y me encontré llena de sudor además de respirar agitadamente.

 —¿Estas bien?— Hiccup me había despertado —normalmente me gustaría que te encontraras en una situación así debido a mi...ya sabes— empezó a hablar en un doble sentido. 

Reí antes de responder —Pesadillas— le indiqué la causa de mi estado. 

Hiccup me abrazó y nos acomodamos en la cama. 

 —¿Quieres hablar de eso?— besó mi frente. 

 —No, solo volvamos a dormir— me acomodé en su pecho, tratando de conciliar el sueño. 

[...]

Habían pasado unos cuantos días y todo volvía a ser normal, casi. 

 —¿Qué cajas llevo?— me pregunto Astrid mirando un montón de cajas. 

 —Cualquiera, de todos modos, todas deben llegar al gran comedor— me encogí de hombros y recogí unas cuantas cajas y comencé a caminar hasta el comedor.

Cada vez que hablaba con Astrid, trataba de dar respuestas cortas, aunque ella trata de establecer una buena comunicación entre ambas. 

 —Pon de tu parte, ella se esfuerza— me dijo Patapez mientras pasaba a mi lado llevando una caja.

 Bufé y seguí mi camino. En el gran comedor se encontraba Hiccup junto a su padre, ellos estaban clasificando las cajas y las guardaban. 

 Hiccup me vio y me dedicó una sonrisa, yo hice lo mismo. 

Hiccup Haddock

 —Hijo, ese sería un nuevo paso para tu vida y muy importante—mi padre se mostró contento ante la idea. 

Le había mencionado algo que llevaba pensando durante un tiempo: proponerle matrimonio a _______. 

 —Lo sé— dije nervioso ante la idea. 

Podía imaginarnos claramente en el día de nuestro matrimonio, claro, si ella aceptaba. 

—Me alegra de que seas feliz junto a ella— mencionó mi padre antes de continuar con nuestra tarea.

[...]

Los chicos habían traído las últimas cajas. Me acerqué a ellos saludándolos con la mano.

—Tu trabajo fue más fácil— se quejó Patán.

—Bueno, cuando quieras tomo tu lugar— dije molesto.

Tampoco era fácil sacar las cosas de las cajas, clasificarlas y guardarlas.

—¿Vamos a la taberna?— propuso Patapez

Hice una mueca recordando la última vez que había ido.

—Hiccup y yo tenemos planes— ______ había notado mi expresión.

—pff, tener pareja te quita la diversión— opino Brutilda.

—No en una relación liberal— opino Patán moviendo sus cejas.

—Bien, iremos nosotros— Astrid se notaba más segura al saber que _____ y yo no iríamos.

Una vez que los chicos se fueron, fije la mirada en mi novia.

—Así que, ¿Tenemos planes?— cuestioné divertido.

—Ahora, claro que los tenemos— me guiño un ojo —Bueno, en realidad no tengo nada en mente—rió al igual que yo y caminamos hasta la salida.

 —Podríamos ir a volar— propuse —Oh, olvídalo, es muy tarde— una vez que salimos, me percaté de que estaba oscureciendo, era muy riesgoso. 

 —Siempre podemos encontrar otra manera de entretenernos— besó mi mejilla y tomo mi mano.

 —A tu lado me entretengo bastante— dije divertido caminando con ella juntos de la mano. 

[...]

 —Bueno, me quería entretener contigo, pero no de esta forma—le dije echando un vistazo al montón de libros. 

 —¡Hiccup!— se quejó —los libros son excelentes— opinó ella —Pero si quieres divertirte de otra manera...podemos resolverlo. 

 —¿Segura?— pregunté con una sonrisa coqueta. 

 —Averígualo— me sonrió de la misma forma. 

Me acerqué a ella mientras la tomaba de la cintura. 

 —¿Quieres que lo averigüe?— sonreí coqueto.

 —Muy segura— afirmo ella sonrojada pero segura. 













Desde que te conocí [Hiccup y tú] Where stories live. Discover now