Capítulo 60

6.8K 648 46
                                    

Hiccup Haddock

Tener a la chica de mis sueños entre mis brazos, era lo mejor que podía pedir.

Mientras la luz de la luna entraba por la ventana de la habitación, observaba el rostro de _______, tanto tiempo sin verla, sin tenerla a mi lado. Me había hecho mucha falta.

La tape con más sábanas y retiré alguno de sus cabellos rebeldes que se encontraban sobre su rostro.

No quería dormir, a pesar de no haber dormido bien el último mes, no quería hacerlo. Claramente la presencia de ______ me tranquilizaba notoriamente, sin embargo, no quiero perder ningún minuto con ella, a pesar de que sólo la observo dormir.

Dioses.

Nunca pensé estar locamente enamorado.

—Hiccup...—murmuró mi chica entre su sueño, luego se acomodó en mi pecho abrazándome aún dormida.

Sonreí ante el acto y besé su mejilla.

Me arrepentí al instante, ______ comenzó a abrir lo ojos.

—Vaya, tienes el sueño liviano —comenté realizando una mueca de arrepentimiento.

Mi prometida se volvió a acomodar en mi pecho y alzó su mirada, encontrándose con la mía.

—No has dormido ¿Verdad? —preguntó seguido de un breve bostezo.

—Claro que sí

—Hiccup, cariño. Mentir no es uno de tus fuertes —_____ soltó una pequeña risa— Duerme, mañana será un largo día.

—No quiero —me quejé haciendo un puchero

—No haremos nada que implique desnudos o...—interrumpí a mi chica con una risa.

—Cariño, no estaba pensando en eso —volví a reír, _____ también rió nerviosa— Dioses, no sabes cuánto extrañaba esto —la abracé y ______ volvió a reír.

—¿Qué extrañabas exactamente?

—Estar junto a ti, hablar contigo, tu risa...en fin, te extrañaba tu presencia —respondí sincero a la vez que cerraba los ojos lentamente.

—Te quiero, Hiccup —_____ susurró a la vez que se acomodaba en mi pecho y me abrazaba.

—Y yo a ti, _____ —besé su frente para luego caer dormido.

.

.

.

________ Haakosson

Al terminar de entrenar a reclutas con Astrid por la tarde, me di cuenta de que tenemos posibilidades de ganar.

No hay que ser negativos, quizás salgamos indemnes de la situación y de mi padre.

—Estas muy feliz —comentó Astrid mientras echaba algunas armas a una carretilla— supongo que es por Hiccup, todo el mes estuviste seria, y ahora que estás con él, eres demasiado feliz.

—Supongo, al fin y al cabo estoy con la persona que amo ¿No? —le sonreí y eche más armas a otra carretilla— debemos llevar esto a la herrería, las espadas y hachas necesitan ser afiladas.

—Entendido, mandaré a los gemelos —mencionó Astrid— ¿Te apetece ir a la taberna?

—Oh, no lo sé —respondí

—Pensé que sería buena reunirnos todos allí y pasar un buen rato, como en los viejos tiempos, o pasear junto a nuestros dragones —Astrid se encogió de hombros— al fin y al cabo, solo tenemos una vida y debemos vivirla.

—Si te refieres a la guerra que se avecina, no debes temer. Somos buenos luchando, tenemos dragones, además Hiccup ha mejorado los trajes con escamas de dragón —comenté animada— todo resultará bien.

—Espero que tengas razón, ______

—La esperanza es lo último que se pierde, Astrid. —sonreí— Creo que sería una buena idea reunirnos como en los viejos tiempos, sin preocupaciones.

—Sabía que no te resistirías ante la idea —Astrid me guiño un ojo y luego alzó la mano y la movió en señal de saludo— ¡Hola Hiccup! —exclamó sonriente, luego bajo la voz para que solo yo pudiera oírla— los dejaré solos.

Tras estas palabras se fue velozmente. Me voltee para observar como mi prometido caminaba hacia mi con una hermosa sonrisa, y con ese cabello despeinado que lo vuelve aún más atractivo.

—¿Todo ha ido bien? —preguntó una vez estando cerca de mi

—Por supuesto, jefe —sonreí al igual que Hiccup.

Él me tomó por la cintura y nos besamos dulcemente, nuestros labios eran como dos piezas de un rompecabezas que encajaban perfectamente. Debimos separarnos por falta de aire, lo observé directamente a sus ojos y no pude evitar sonreír.

—Dioses, no te lo he dicho pero tus ojos son hermosos —dije riendo, Hiccup se sonrojo y esbozó una sonrisa.

—Tú eres hermosa —sonrió— hey, tenía pensado que podríamos caminar o hacer algo nosotros, ya sabes, hace tiempo no tenemos un momento para nuestra relación —movió las cejas con picardía y no pude evitar sonreír.

—Me encantaría, pero ya le dije a Astrid que podríamos ir a la taberna con los chicos, hace tiempo no convivimos como los amigos que somos —respondí

—Sí, es cierto —respondió Hiccup— pero antes de ir, nosotros daremos un paseo y no acepto un no como respuesta. Quiero estar con la chica que amo a solas

—Nunca te podría decir que no, Hiccup Haddock

—Lo sé, soy encantador —Hiccup besó mi mejilla— nos vemos más tarde, debo ver como van los demás con sus tareas.

—Claro, no te preocupes, nos vemos —besé brevemente sus labios antes de que se fuera.

Mientras él se iba, no pude evitar ver su trasero y morderme el labio.

No puedo creer que alguien tan perfecto como él, sea mi prometido.

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Where stories live. Discover now