Desde que te conocí [Hiccup y tú]

Capítulo 55

Hiccup Haddock

Al cabo de unas horas, más Berkianos se unieron a la batalla junto a sus dragones, mi madre incluida.

No tardamos en acabar con todos los cazadores de Grimmel.

Sin embargo, a pesar de la victoria, no me sentía contento, estaba devastado.

  —¿Dónde está ______? —pregunté al bajarme de Chimuelo.

  —Con Gothi —dijo mi madre a la vez que se bajaba de su dragón— hijo, ella...

  —Lo sé —susurré apenado.

Corrí pidiendo indicaciones de dónde se encontraba Gothi, al parecer estaba en su casa, el lugar donde suele atender a los que requieren de sus cuidados.

No tarde en llegar, golpee la puerta desesperado. Gothi me abrió y comprendió a lo que venía, me indico una puerta que se encontraba en el pasillo.

Camine a la vez que observaba a los demás que estaban heridos. Al parecer eran daños menores y no habían muertos.

Salvo la pequeña criatura que sería mi hijo, o tal vez hija. Ahora nunca lo sabré.

Abrí la puerta y encontré a ______ en una cama, con la mirada perdida, a su lado estaba Astrid sentada en un taburete.

Astrid al verme se puso de pie y se acercó a la salida apenada. Al pasar por mi lado solo susurro: "lo lamento" y desapareció a través de la puerta.

Me acerqué a ______, ella al notar mi presencia se sentó sobre la cama y note como sus ojos humedecían.

  —Hiccup...lo que debía decir era...— su voz se hacía cada vez más débil.

Sabía que a ______ no le gustaba llorar y menos frente a alguien, según ella: era de débiles.

La abracé y ella no tardó en soltar lágrimas.

  —Ya lo sé —suspiré apenado.

  —Me siento terrible —ella seco sus lágrimas rápidamente y trato de calmar sus respiración para lograr hablar— yo...yo al principio no quería a el...bebé...y...ahora que lo perdí, siento que es mi culpa, por no haberlo querido desde un comienzo.

  —No digas eso, no fue tu culpa —la abracé con más fuerza— superaremos esto, juntos.

  —No me vuelvas a dejar sola —susurró contra mi pecho.

  —Te lo prometo —bese su frente.

Me sentía bastante mal por haberla dejado sola, por todo lo que tuvo que pasar en mi ausencia y por lo que acababa de suceder el día de hoy.

Todo gracias a los planes de alguien: Grimmel.

Cuando pasaron unos minutos, tal vez una media hora, sabía que era tiempo de irme, debía ver como estaba Berk y realizar mi labor como jefe. 

  —Cariño, odio hacer esto pero debo ir a ocuparme de otros asuntos —susurré

  —Lo sé, eres el jefe al fin y al cabo —ella también susurro. 

Besé brevemente sus labios antes de salir por aquella puerta, aún destrozado por lo que Daven nos había arrebatado antes de morir. 

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_______ Haakosson

¿Por que la vida tiene situaciones tan complicadas?

Confié en una persona que no debía, que me engaño y que me arrebato algo que comenzaba a aceptar. 

Todo lo que ocurrió hace unos días no lo puedo superar. 

Ser jefa de Berk fue un asco total, confiar en Daven fue otro asco total, ir a ayudar a mis amigos también fue un asco, perdí a mi bebé y hubieron algunos heridos. 

Es increíble como pequeñas acciones pueden ocasionar consecuencias descomunales. 

Tome el té de hierbas entre mis manos, el recipiente estaba aún caliente. Me senté sobre la cama y Moody se acercó a mi lado. Por fin podía encontrarme en la comodidad de mi hogar, aquí podía llorar lo que quisiera sin que diera pena, o sin que trataran de consolarme. Pero no podía, al parecer ya había llorado bastante y más lágrimas no lograban salir de mis ojos. 

Hiccup aún seguía haciendo sus deberes de jefe, los chicos al enterarse de la horrible noticia trataron de consolarme y darme apoyo, sin embargo, no quería eso, no quería la lástima de mis amigos, debido a eso les pedí que me dejaran el día de hoy sola. 

 En otras circunstancias, si Daven no hubiera aparecido, ahora mismo no estaría sola. Estaría con la pequeña criatura que se hallaría creciendo en mi vientre. 

Lamentablemente, no era así. 

Le di un sorbo al té de hierbas, ahora estaba helado. 

¿Cuánto rato estuve pensando?

¿Cuándo dejaré de sentirme tan miserable?