Desde que te conocí [Hiccup y tú]

Capítulo 47

Hiccup Haddock

Días, o tal vez semanas habían pasado desde que estaba planeando ir a enfrentar al gran Grimmel, obviamente, ______ no lo sabía y no lo sabrá hasta que me vaya de Berk.

¿Quién quedará a cargo?

Supongo que mi madre, lo hablé con ella en una situación hipotética.

Solo los chicos saben que tengo planeado irme, no están de acuerdo con la idea, pues es arriesgado. Sólo me hacen caso porque soy el jefe, de no ser así, probablemente, me habrían ignorado o se habrían burlado de mi.

—¿Cuándo piensas irte? —cuestionó Eret, el novio actual de Astrid, o al menos eso creo— sabes que Grimmel es uno de los mejores cazadores, luego de mi.

  —Cariño, nos da igual si es mejor o peor que ti —agregó Astrid rodando los ojos— ¿______ lo sabe?

  —No, aún no —suspiré— creo que no le diré, se preocupará y evitará que vaya a enfrentar a su padre.

  —No solo se preocupará por ti, Romeo. También se preocupará por sus amigos —agregó Brutacio— recuerda que te acompañaremos.

  —Saben que no deben ir ¿Verdad? —cuestioné— no deben arriesgarse por acompañarme.

  —Amigo, hemos hecho cosas bastantes locas en este grupo, esta vez no será distinta. Nos enfrentaremos a otro enemigo y lo haremos juntos, como siempre ha sido y siempre será —dijo Patán motivado.

Todos los asombramos ante sus palabras de ánimo y apoyo, los chicos asintieron orgullosos.

  —Creo que es lo más inteligente que has dicho en siglos —agregó Patapez con una risa.

  —Creo que todos concordamos con eso —puntualicé.

  —Pff y me juzgan. Por esas razones no me dedico a realizar charlas motivacionales —Patán rodó los ojos bufando.

  —Bien, creo que nos iremos en tres días...si alguien no quiere ir...—hablé por última vez para dar por finalizada nuestra reunión.

  —Te acompañaremos, ya escuchaste a Patán. Todos pensamos igual —Patapez sonrió algo nervioso.

Yo asentí sonriendo, amo a este grupo de vikingos, hemos pasado por tantas cosas, y aún seguimos unidos.

Sin darme cuenta ya iba caminando por Berk, aún pensando en lo que pasaría dentro de pocos días:

Tal vez pierda la vida.

Y si tengo suerte saldremos victoriosos. No lo sé y no me anima pensar en las opciones.

Sonreí a ver hacia la distancia, ______ también caminaba por Berk saludando a sus habitantes con una sonrisa afable en su lindo rostro.

Soy un maldito idiota, ¿Por qué no hemos vuelto aún?

Sin pensarlo corrí hasta ella para alcanzarla, llegue hasta al frente de ella, me miró extrañada.

  —¿Qué estamos esperando? —pregunté sin darle tiempo a saludar.

  —¿A qué te refieres? —preguntó extrañada.

Probablemente vaya a una misión suicida por mi cuenta, y si las cosas no resultan a nuestro favor, quizás no vuelva a ver a la mujer que amo nunca más. A no ser que estemos en el Valhalla o algo por el estilo.

  —¿Sabes que me vuelves loco? ¿Sabes que te amo? ¿Sabes que daría mi maldita vida por ti? —la ataque con preguntas sin darle tiempo a responder— ¿Por qué diablos seguimos siendo solo amigos con derechos? ¿Por qué no puede volver a ser como antes? Yo quiero estar contigo, porque te amo demasiado, no te imaginas.

  —¿Es posible que alguien haga tantas preguntas en tan pocos segundos?

  —No exageres —moví mis hombros notablemente nervioso.

¿Por qué le dije todas esas preguntas?

—Hiccup...yo...igual te amo, lo sabes, me has apoyado y ayudado en demasiadas cosas pero...¿Sucede algo? —me lanzó una mirada inquisidora.

Esta chica me conoce demasiado bien. Por su tono de voz, sabe que algo no anda bien.

  —¿Acaso no puedo ser sincero con mis sentimientos? —traté de disimular.

  —Claro que puedes, pero no soy idiota. —agregó fría— Hace unas cuantas semanas que te reúnes con los chicos. Y vaya sorpresa, no me invitan en ningún momento —agregó irónica— Algo sucede y no quieres decirme qué.

  —Así que, ¿Esta es tu manera de evadir mis preguntas?

  —Claro que no...

  —Sí ya no quieres que suceda algo entre nosotros, dilo. No me hagas esperar por algo que no sucederá.

  —Hiccup, no seas idiota. Pero por algo me atacaste con preguntas, lo haces como si tuvieras el tiempo contado, como si en cualquier momento fueras capaz de morir —agregó _____ con cierta rabia en su voz.

  —Exacto, en cualquier momento alguno de nosotros puede morir, ¿No lo crees?. Hemos pasado por bastantes cosas y no todo ha sido maravilloso y perfecto —agregué en su mismo tono— Te declaraste mientras te desangrabas —mencione un ejemplo.

______ asintió dándome la razón.

—Tienes razón pero...siento que no me cuentas todo —agregó finalmente.

Seré terco, cabeza dura, lo que sea. Pero no le contaré y no lo haré para que no se preocupe por mi.

  —¿Acaso no podemos tener nuestro final feliz? —suspiré al acabar la pregunta, desvíe mi mirada de la suya.

  —Hiccup...claro que podemos...— volví a mirarla, ella presentaba una hermosa sonrisa.

Le sonreí del mismo modo y no dude en abrazarla.

  —Bueno, oficialmente vuelves a ser mi chica —sonreí

  —Busca esa sortija y ponla en mi maldito dedo otra vez.

Reí y no dude en unir nuestros labios.

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