Desde que te conocí [Hiccup y tú]

Capítulo 21

Hiccup Haddock

Una semana preparando todo, una semana planeando un día especial.

El día había llegado. Me arme de valor y me dirigí hasta la casa de ______, golpee la puerta, tardo unos minutos en abrir.

  —¿Qué haces aquí tan temprano?— parpadeaba para acostumbrarse a la luz, la mire detenidamente, ella solo se encontraba con una camiseta larga.

Sonrojado hice que entrara y cerré la puerta tras mi. 

  —Vístete— Ordené.

  —¿Quién en su sano juicio despierta temprano un día domingo?

  —Un chico que quiere impresionar a la chica que ama, ahora, vístete— Le di un beso en la mejilla antes de que se fuera a vestir. 

Espere varios minutos hasta que volvió, vestida y peinada, de todas formas se veía hermosa. 

  —Me gustaría seguir durmiendo...— farfulló.

  —Puedes dormir después— tome su mano y la saqué del lugar. 

  —Siento que estas a punto de secuestrarme

  —Puede ser— sonreí y vi en su rostro una expresión de susto —Debes seguirme— me monte sobre Chimuelo, al lado de ella estaba Moody, su dragón. Ella lo monto.

  —¿Dónde vamos?— preguntó curiosa. 

  —Solo debes seguirme— le sonreí y le hice una señal a Chimuelo para que comenzara a volar. 

[...]

Luego de una media hora volando, llegamos a la isla, a la isla donde la conocí, donde la vi por primera vez.

  —Hiccup...¿aquí...?— cuestionó ella bajando de su dragón. 

  —Sí, aquí trataste de atacarme con una rama— sonreí y ella se sonrojó —y si lo piensas detenidamente, aquí comenzamos a conocernos.

  —Sí, así fue—sonrió ella observando el lugar.

Sonreí y tome sus manos con delicadeza.

  —Como decía, aquí fue el lugar donde nos conocimos, donde comenzamos a hablar—sonreí y observe sus bellos ojos—el lugar donde poco a poco me fui enamorando de ti.

  —Hiccup...— sonrió ella enternecida.

  —Bien, llego el momento—susurré— Eh...bueno, me preguntaba si...bueno...tu sabes.

Un montón de días practicando, y las palabras no salieron de mi boca. ______ toco mi mejilla, tratando de calmar mis nervios. 

  —______ Haakosson, ¿Quieres ser mi novia?— Sonreí nervioso. 

 Ella sonrió y me beso. 

  —Esa no fue una respuesta muy clara— sonreí. 

  —¿No?— sonrió con picardía— en ese caso, tendré que repetirla. 

Volvimos a besarnos, esta vez en un beso dulce y calmado, ella me abrazaba por el cuello y yo abrazaba su cintura. No podía ser más feliz. 

[...]

Volvimos a Berk, y caminamos por los alrededores tomados de las manos, íbamos a su casa, ya se hacía tarde. Al llegar a la entrada, nos despedimos tiernamente dándonos un par de besos.

 Camine hasta mi hogar junto a Chimuelo, iba muy feliz. 

  —Amigo, hoy fue un gran día— le sonreí y lo acaricie. 

Entramos y me encontré a mi padre.

  —¿Dónde has estado?— cuestiono algo molesto— Te he buscado toda la tarde, nadie sabía sobre ti. 

  —Oh bueno, estaba con mi...novia—Sonreí mirando el suelo.

  —¿Novia?— repitió mi padre sin creerlo. 

  —Sabía que me tenías poca fe— reí.

  —De todos modos, deberías avisar donde vas— se sentó en una silla—¿Por qué no me habías dicho que tenías novia? ¿Quién es?

  —¿Te interesa?— me senté a su lado.

  —Claro, eres mi hijo.

  —Bueno...no te lo había dicho porque...recién se lo pedí hoy...— reí nervioso—me tome mi tiempo.

  Mi padre soltó una carcajada 

  —¿Y quién es la desafortunada?— dijo en tono burlón. 

Yo negué riendo

   —Es _______—sonreí al recordar la tarde que habíamos tenido. 

  —Me alegro de que ella te haga feliz—me dio unas palmadas en mi espalda.

  —Me alegro de que ella este conmigo...— sonreí.