Capítulo 50

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________ Haakosson

Sí claro, unos cuantos días. Más mentiras.

Dos semanas y ellos aún no volvían, no sabía si debía preocuparme o no.

¿Su viaje era largo? ¿Había algún inconveniente?

Observé las anotaciones que tenía sobre mi, con los planos y más hojas sueltas. Era mejor seguir más tarde, no logro concentrarme y no haré un buen trabajo.

Me paré de la silla, me mareé al instante y sentí inmensas ganas de vomitar. Corrí hasta el baño y al cabo de unos minutos, todo lo que había comido en el desayuno estaba fuera de mi estómago.

Lave mi cara y me cepille los dientes, sin poder evitar que lágrimas salieran de mi rostro.

Todo iba de mal en peor.

No tenía noticias de los chicos, nadie sabía nada. Últimamente vómito demasiado seguido y quiero pensar que es porque me siento mal con tanto trabajo. No quiero pensar que se deba a otra causa.

Salí de mi hogar para ver como iban las cosas en Berk.

[...]

  —Te ves terrible —Valka se sentó a mi lado a la hora de la cena— haces un buen trabajo manteniendo a Berk.

  —Es estresante —deje mi comida de lado.

  —Debes comer —ordenó ella.

  —No puedo comer nada sin que después lo vomite —respondí y Valka abrió sus ojos de golpe— tengo mareos y abundantes vómitos, es terrible.

  —No has pensado que puedes estar...¿Embarazada? —preguntó Valka preocupada— eso explicaría tus cambios de humor.

¿Embarazada? ¿Yo?

Imposible, es lo menos que necesito en estos momentos.

Solo tengo un pequeño retraso en mi periodo, eso le puede suceder a quién sea, no significa que este embarazada.

Mis vómitos se deben al estrés al igual que los pequeños mareos. Los cambios de humor...puedo ser bipolar, muchos lo son.

No significa que este embarazada, yo no puedo estar embarazada.

  —Debo seguir con el trabajo que no terminé en la mañana, nos vemos —me despedí de Valka rápidamente y me fui a mi hogar.

Justo cuando más necesito a mis amigos y a mí prometido, no están.

.

.

.

Hiccup Haddock

La isla no estaba nada mal.

Habíamos estado vigilando la isla y a la gente de Grimmel durante un par de semanas, mientras tanto, nosotros nos quedábamos en una gran isla acampando.

Pronto entraríamos en acción.

  —Hiccup viajará conmigo —ordenó Astrid— Tenemos claro que Grimmel podría matar a Chimuelo.

  —Bien —acaricié a Chimuelo que estaba preocupado— todo estará bien, amigo.

Cada uno montó su dragón, excepto yo que me despedí de Chimuelo y me monté sobre Tormenta junto a Astrid.

Emprendimos vuelo hacia la isla de Grimmel, no quedaba tan lejos.

Al llegar y aterrizar, muchos cazadores hicieron un círculo al rededor de nosotros, esperando órdenes de Grimmel, que se habría paso entre la multitud.

  —¡Pero si son los jinetes! ¡Qué sorpresa! —Grimmel fingio falsa alegría— ¿Cómo está mi hija?

  —Mejor sin ti, eso seguro —comenté a la vez que sacaba mi espada.

  —¿Eret hijo de Eret? —Grimmel miró a mis espaldas, seguramente allí estaba Eret— veo que los rumores eran ciertos, pasaste al otro lado. ¿Qué los trae por aquí, jinetes?

  —Venimos a detener lo que sea que estés planeando, Grimmel, o tal vez debería llamarte ¿Suegro? ¿Te llegó la invitación para la boda? —comenté, Brutacio y Brutilda soltaron una pequeña risa.

  —Debes estar bromeando —la falsa sonrisa que Grimmel llevaba se borró de su rostro— No recuerdo que vinieras a pedir la mano de mi hija.

  —No lo creí necesario —comenté obvio.

Grimmel de la nada comenzó a reír

  —Como sea, ¿Cómo planeas detenerme sin tu furia nocturna? —dijo al terminar su horripilante risa.

¿Cómo sabía lo de Chimuelo?

¿______ le habría contado algo?

  —Tengo hombres por todas partes, Hiccup —respondió Grimmel al ver mi reacción— ¿Tan ingenuo son los jinetes? ¿Solo buscan ver lo mejor de cada persona?

  —¿A qué te refieres? —preguntó esta vez Astrid.

Pero creo que yo ya sabía la respuesta.

  —Daven —respondí y Grimmel sonrió de oreja a oreja.

  —¡Exacto! Sinceramente, pensé que tardarías menos —comentó Grimmel con una sonrisa, a los pocos segundos adoptó un semblante serio y gritó con furia— ¡ATAQUEN!

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora