Capítulo 32

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______ Haakosson

Unas cuantas semanas habían pasado desde que me había vuelto la prometida de Hiccup, muchos en Berk aún nos felicitaban por la noticia.

—Mañana planeo ir a volar junto a Chimuelo por el oeste, por aquí— me mostró su mapa animado —debo poner en práctica la nueva técnica.

—Me parece bien— revisé detalladamente su mapa.

—Tal vez deba visitar a mi suegro y anunciarle la gran noticia— mencionó Hiccup y le miré con enojó aunque sabía que solo bromeaba.

—Bueno, sí lo haces, te aseguro que no estarás vivo para nuestro gran día— reí y bostece —creo que iré a mi hogar para dormir— le di un beso en la mejilla y me dirigí a la puerta de su casa.

—Te veo mañana, cariño— dijo antes de que yo saliera por la puerta.

[...]

Estaba pintando mi rostro con pintura, de mis colores favoritos y de pasó pinte a mi dragón.

Los chicos hacían lo mismo, nos preparábamos para la gran carrera de dragones.

—¿Hiccup no vendrá?— preguntó Patán.

Los chicos me observaron y me encogí de hombros.

—Él tiene su vida, no sé todo lo que hace— rodé los ojos.

—Chicos, cuando toque el gran cuerno comenzamos— anunció Bocón.

Todos nos montamos sobre nuestros dragones, preparados para comenzar con la carrera.

A los pocos minutos Bocón tocó el cuerno y todos comenzamos a volar por los aires para alcanzar a la oveja.

[...]

Quedaba solo la oveja negra, Brutilda junto con Brutacio iban a la delantera, solo porque Patapez y Patán le otorgaban las ovejas que conseguían a Brutilda.

—No puedo creer que se peleen por ella— mencionó Astrid volando a mi lado.

—Ni yo— reí y observé como Bocón estaba a punto de lanzar la oveja negra —Si la consigo, ganaré.

Bocón lanzó a la famosa oveja negra, todos nos lanzamos sobre esta, pero Patapez fue el afortunado que la consiguió.

—La mía vale diez— le lanzó la oveja a Brutilda.

—¡Sí, la oveja negra!— se alegró la rubia.

Oh sí, no será tuya por mucho tiempo. Hice que Moody se acercara a los gemelos, ambos se peleaban por quién llevaba la oveja.

Era mi oportunidad.

Salte de Moody y caí en el dragon de los gemelos, corrí por sobre su dragón, sale en la división de sus cabezas y atrapé la oveja negra.

Volví a caer sobre mi dragón, miré hacia atrás y les guiñe un ojo a los gemelos.

—¡_____!— se quejó la rubia.

—¡Así se hace! ¡Vamos ____!— alentó el padre de mi prometido.

Hice que Moody esquivara a Astrid y a Patán, llegue a la cesta y metí la oveja en ella.

—¡Sí!— exclamé alegre y me paré sobre mi dragón alzando los brazos victoriosa.

Gritos se alegraría cesaron ante mi victoria.

Moody aterrizo, junto a los demás jinetes.

—¿Quién es el mejor? ¿Quién lo es?— acaricié a Moody.

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Where stories live. Discover now