21; Preguntas

30.6K 2.2K 457
                                    

Ethan siempre piensa en todo el mundo, por lo que cuando abro la puerta de casa, lo veo sujetando tres cajas de pizza. Sinceramente, que viniera, me ha dejado completamente descolocada porque nuestra "amistad" se había basado hasta ahora en ir a tomar algún café y poco más.

No deja de ser el ex novio de Heidi y me siento un poco rara cuando se sienta en el sofá y empieza a hablar con todas como si su ex novia fuese a aparecer de un momento a otro para sentarse a su lado.

Ella no aparece, pero sí me siento yo y cojo un trozo de pizza de la caja. Las cosas han cambiado mucho y verlo aquí de nuevo sonriendo hace que me relaje y me alegre por él.

Conoce a mi nueva compañera de habitación, que se une a nosotros y pasamos una cena agradable. No me importa tener un examen dentro de dos días, tampoco me importa tener mucho que estudiar aún porque me lo paso bien. Me relajo y dejo de estar en tensión.

— ¿Cuánto por las pizzas? —Le pregunto cuando las chicas se han ido a las habitaciones.

— Nada, invito yo.

— Ethan... —Lo miro frunciendo levemente el ceño y él esboza una sonrisa.

— Ya me invitarás un día —palmea varias veces mi pierna—. Así me debes una pizza.

Él se echa hacia atrás en el sofá y mira hacia el frente, hacia la televisión puesta a un volumen mínimo porque estábamos hablando. Sé que quiere decime algo y espero hasta que esté preparado.

— Siento si a veces me comporto como un capullo —dice—. Voy por rachas —me mira.

— Todos tenemos días malos —me encojo de hombros—. No pasa nada.

Hace casi dos meses que Heidi desapareció de su vida. Dos meses en los que destruí su relación y me gané una enemiga. Hice lo correcto y él lo sabe. No había mejor manera de decírselo que mostrándole lo que pasaba.

— Ni siquiera me di cuenta que te dejamos atrás en el bar —dice.

— Oh —dejo escapar un suspiro—, bueno, Dave me dio un codazo.

— Lo sé. Connor me lo ha contado.

— Y bueno, me quedé allí intentando asegurarme que no se me caería la nariz.

Ethan suelta una suave risa y vuelve a mirar hacia el frente. Estaba un poco incómoda porque esto se estaba volviendo más íntimo de lo que había pensado en un principio.

— ¿Sabe Connor que estás aquí?

— No, está ocupado con Lucy esta noche. ¿Te he dicho que no me gusta Lucy para tu hermano? —Niego con la cabeza y él se coloca un poco de lado para estar casi frente a mí— No sé, tu hermano se está ilusionando demasiado y no creo que ella quiera lo mismo que él.

— ¿Y cómo lo sabes?

— No lo sé. Puedes llamarlo sexto sentido —se encoge de hombros y sonrío—. ¿Qué te dijo el entrenador cuando nos fuimos? —Pregunta curioso.

— Te lo dije esta mañana. Quería saber por qué Dave y tú os pegasteis —me encojo de hombros—. Somos amigos, ¿verdad?

— Claro, ¿por qué?

— No sé nada de ti.

— Pues pregunta, ¿Qué quieres saber?

No lo sé, simplemente quiero saberlo todo. Que me cuente cómo es su vida fuera de la universidad, en casa. Quiero saber cuál es su sueño, qué es lo que le asusta.

— He oído que puedes seguir dedicándote profesionalmente a esto, ¿te gustaría? ¿O prefieres trabajar de lo que has estudiado?

— Has empezado con una pregunta difícil —sonríe—. Pensaba que era algo más como el color favorito o algo así —mueve el móvil entre sus manos—. No lo sé, ni siquiera sé qué voy a hacer mañana —se ríe—. Quiero seguir jugando, cuando me den la opción, lo pensaré.

VERSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora