VERSUS

29; Olvidada de nuevo

Los rayos del sol dan con fuerza sobre mi piel y aunque me gustaría no estar escuchando nada, no me queda más remedio que aguantar el barullo que hay en la piscina del hotel.

Me encanta el silencio y la soledad. Ninguna de mis compañeras es capaz de quedarse todo un fin de semana sola en casa yo estoy deseando que se vayan para poner lo que quiera en la televisión, abrir una botella de vino y leer alguna novela en Wattpad.

No me malinterpretéis. Adoro a mis compañeras de piso y mi paso por la universidad no sería lo mismo sin ellas, pero, ¿me encantan esos momentos? Sí.

— Ahí viene Sienna —dice Eric.

Abro los ojos y veo a mi amiga dirigirse hacia nosotros en su bonito bikini rosa palo. Ella nos sonríe con una pajita en su mano porque la que tenía su mojito se ha caído al suelo, o bueno, ella la ha tirado sin querer.

Logan va detrás de ella, con una sonrisa divertida en su rostro. Su mano se pone en el hombro de Sienna y con solo un pequeño empujón, mi amiga cae a la piscina. Miro la escena a través de mis gafas de sol y sonrío cuando él también se tira y va a buscarla.

— Estos dos acabarán juntos —le digo a Eric.

— Puede que sí —miro a mi amigo, que se encoge de hombros y bebe del mojito con su pajita verde fosforito.

Sienna sale del agua seguida por Logan y este le toca la mejilla antes de guiñarle un ojo e irse. Pasará algo en Miami y espero que si pasa, no se quede en Miami. Sienna se merece a alguien bueno después de Ricky.

— Te has dado un chapuzón —le digo a Sienna cuando se sienta en la tumbona y coloca la pajita mojada en la bebida.

— Eso parece, no voy a levantarme a por otra, es solo agua.

— Con cloro —añade Eric.

— ¿Qué ibas a contarme sobre el chico?

— Ah, sí, Lucas...

Eric empieza a contar cómo lo conoció y yo miro hacia las tumbonas donde están alguno de los chicos, entre ellos, Connor y Ethan, el dúo inseparable.

Ethan no ha vuelto a hablar conmigo y yo tampoco con él, apenas algunas palabras. No soy la única que teme enfrentarse a lo que ha pasado así que es mejor dejarlo ir y seguir como antes, siendo amigos.

Paseo mi vista por sus torsos desnudos, pero no están solos, un grupo de chicas los acompañan. Chicas guapas con cuerpos de infarto se arremolinan alrededor de los jugadores del equipo, bueno, alrededor, y algunas están encima de alguno, como de Ethan, por ejemplo.

Él sostiene una cerveza en su mano mientras una chica de pelo castaño largo está sentada en una de sus piernas. Dejo de mirar cuando Eric dice mi nombre y el de Ethan en la misma frase y Sienna:

— ¡¿Qué?! Bueno, se veía venir.

Esta vez soy yo la sorprendida y la miro quitándome las gafas de sol para que vea la confusión en mi mirada. ¿Se veía venir?

— ¿Qué? Nunca he estado interesada en Ethan.

— No, y nunca te has acercado a él, pero este invierno vi como compartías alguna que otra conversación con él cuando antes ni siquiera lo mirabas.

— Se lo he dicho, algo ha cambiado desde que pasó eso con Heidi —Eric, está a mi derecha y lo miro a él, que casi se ha acabado su mojito y no tardará en ir a por más.

— Pues tu chico tiene a una chica en sus piernas —observa Sienna.

— No es mi chico. Solo no hemos besado dos veces, una vez borrachos y otra enfadados, no creo que eso cuente.