34; Cadillac

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Nunca he visto a mi hermano nervioso, naturalmente es tranquilo y siempre lo tiene todo controlado, así que, verlo caminar de un lado a otro, dar toquecitos en la parte de atrás de su móvil y morder su labio inferior varias veces, me divierte, para que voy a mentir. Hemos quedado con Levi, Sienna, Kora y su novio —del que nunca recuerdo el nombre— para tomarnos una cerveza.

Connor me tiene nerviosa mientras vamos al lugar y le digo que se tranquilice porque me va a dar un ataque de nervios al verlo golpear el volante con insistencia durante todo el camino, pero según él, no está nervioso.

— Tú estás demasiado tranquila, ¿dónde está la Paris gruñona? —Pregunta cuando aparca.

— De verdad que no sé esa fama por qué la tengo —me bajo del coche—. Soy un sol.

— Si tú lo dices... —Murmura metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta—. Intenta no predicar lo de Sienna.

— No se lo he dicho a nadie —camino a su lado—. Puedes confiar en mí.

No se fía ni un pelo, y es que antes, yo le contaba todo a mi madre. Ella había sido mi mejor amiga y le contaba la mayoría de las cosas.

Ahora me he dado cuenta, que una madre no debe saber tanto de una hija y que hay que tener secretos. A secretos no me refiero contarlo a tus más intimas amigas, si no secretos que solo son tuyos.

Entramos en el bar de Rouker y lo saludo con la mano para después sentarme en la mesa que ocupan Kora y su novio. ¿Cómo diablos se llama?

— Hola chicos —saludo y les doy un pequeño abrazo, aunque apenas conozco a su novio—. ¿Qué tal estais?

— Bien —contesta él—. ¿Qué tal por Notre Dame?

— Bien —le sonrío y me siento al lado de Kora—. Deseando el próximo partido.

— Ella no nos dice que ha sacado los exámenes bien, habla de los partidos —Kora niega con la cabeza—. Estoy deseando que llegue verano para tenerte aquí todos los días.

— Tu hermano me ha dicho que no te separas de... —Miro a su novio y lo señalo— Tu súper novio —sonrío.

— Siempre tengo tiempo para vosotras —sonríe ella dándome con su puño en el hombro—. Además, Seth es un exagerado.

— ¿Quieres una cerveza, Paris? —Me pregunta Connor.

— Sí, por favor.

Mi hermano se va a la barra y Kora lo mira con el ceño fruncido.

— ¿Qué le pasa a tu hermano? Lo veo raro.

— ¿Sí? Que va —muevo mi mano con desdén— Está bien, creo que aún le dura el agobio de los exámenes, eso es todo.

La conversación sobre mi hermano se queda ahí mientras yo intento hacer una pregunta donde averigue el nombre del chico moreno que tengo justo en frente.

— ¡Jeremy! —Exclamo emocionada y chasqueo mis dedos.

— Dime —se ríe.

— Nada —me río porque lo he dicho en voz alta—. Solo que me alegro de verte junto a Kora sois... —los miro— Pegáis un montón.

— ¿Pegamos un montón? Connor por favor, deja de darle alcohol a tu hermana porque las pocas neuronas que le quedan lúcidas ya han muerto.

Mi hermano me mira con una sonrisa confusa en el rostro mientras me pone el botellín de cerveza en frente.

— No le eches cuenta. ¿Sabes cómo van Sienna y Levi?

— Vienen de camino —contesta Jeremy.

Hablando del Rey de Roma... Ellos entran y se dirigen a nosotros cuando nos localizan. Abrazo a mi amiga y sonrío a Levi, que no se acerca, directamente va a por algo a la barra.

VERSUSWhere stories live. Discover now