VERSUS

4. Heidi.

Feliz.

Así me siento. La fiebre se ha ido y ya estoy mucho mejor. Ethan ha vuelto y se nota, lo noto, la gente lo nota porque a pesar de que hace un frío que te corta la cara, estoy sonriendo cuando eso no es normal en mí.

Mi chico ha estado viniendo todas las tardes para verme. Hemos ido a beber chocolate caliente, a la feria de invierno, hemos patinado sobre hielo y he estado tan feliz incluso con algunas personas apuntándonos con sus teléfonos..

También hemos visto alguna que otra cámara haciendo fotos pero lo hemos llevado bien, yo lo he llevado bien, claro.

Habían puesto distancia con nosotros y habíamos podido pasar momentos agradables.

Sobre todo cuando me caí en la pista de hielo y Ethan se rió toda la maldita tarde. ¿Lo mejor? Alguien lo había grabado y estaba en internet, lo que había permitido a todo el mundo -incluido mi familia- a reírse de mí.

Yo también me reí y guardé el vídeo en mi teléfono. Estoy relajándome, llevándolo lo mejor que puedo.

Entro en la cafetería y me acerco para comprar un café y un croissant. Cuando voy a sentarme en una de las mesas vacías, veo al entrenador sentado en una de ellas bebiendo de su café. Me acerco a su mesa y él pone sus ojos azules sobre mí.

- ¿Puedo sentarme? -Le pregunto.

- Claro.

Lo hago y le echo azúcar al café para después removerlo con la cuchara de plástico.

- Veo que estás mejor -dice.

- Sí.

- Y feliz. Sonreír a estas horas no es muy tú.

Lo miro impresionada y me río. - Tiene razón, no es muy yo sonreír a estas horas, pero estoy intentando verle el lado bueno a la vida.

- Me alegro -le da un sorbo a su café- y también me alegro que te vaya bien con Ethan. .

- Está pendiente a todo.

- Sigo a Ethan en las redes sociales, no sé qué edad te crees que tengo, pero incluso mi padre con setenta años utiliza Facebook.

- No quería llamarlo viejo. Gracias por preocuparse por Ethan y por mi.

- No tienes que darlas. Entiendo que Ethan no está pasando por un buen momento, eso de ser famoso de buenas a primeras... Tiene que ser jodido, no quiero que le vaya mal, se merece estar donde está. A trabajado duro.

- Lo sé.

- No lo sabes, Paris. Por eso te pedía que te alejaras de los entrenamientos. Para ti era un juego, lo entiendo, pero Ethan estaba más centrado en ti que en otra cosa desde que llegué.

- ¿Desde que llegó? No, nosotros...

- Por eso pensé que la pelea en California fue por ti. Siempre ha tenido un ojo en ti y he tenido que hablar muchas veces con él para que dejara de preocuparse por ti y se preocupara por él y su futuro.

El corazón se me encoge en el pecho ante esa confesión. He pasado tiempo con Ethan y a veces estaba frustrado pero estaba bien, no llegué a pensar que en el vestuario o con el entrenador se sentía diferente.

- Me hace sentir culpable, entrenador.

- No tienes por qué, todo ha pasado y él lo ha conseguido. Tiene un gran futuro en la NFL y a la chica que quiere a su lado, no lo defraudes, Paris, podrías hundirlo.

La cara se me cambia, ya no estoy feliz, y él se da cuenta. Todo esto hace que tenga una presión en mi pecho que no quiero tener.

- Yo...