Hacía ya un mes de aquella noche que Alba, día tras día, procuraba olvidar por todos los medios. No había vuelto a saber nada de Natalia, a pesar de que intentó por todos los medios ponerse en contacto con ella. Todos sus intentos habían sido en vano, no contestaba a sus llamadas, ni a sus mensajes. Ni siquiera había conseguido dar con ella el día que reunió valor para ir a su piso. Días preparándose mentalmente para cuando la tuviese delante, repasando una y otra vez lo que le diría, el temblor de sus piernas y manos antes de tocar el timbre...no había servido para nada. Natalia no contestó, nadie le abrió la puerta. Se volvió a su casa decepcionada y dolida, no entendía nada.
Cada vez que pensaba en ello le daban ganas de llorar, Natalia se había convertido en poco tiempo en alguien importante, la conexión que sentía con ella no la había sentido nunca antes con nadie, la echaba de menos. Estaba cabreada con ella, quería decirle de todo, reprocharle todos esos días sin haber dado señales de vida, más incluso después de que se besasen, que, aunque lo hubiese intentado olvidar, no lo había conseguido. Se reprochaba haber dado ese paso, quizás fue demasiado, quizás le había superado la situación y ya no quería saber nada más de ella, pero podría habérselo dicho, podrían haber hablado.
Por mucho empeño que pusiese en continuar con su vida, no podía. Tenía una espina clavada que no se la iba a quitar, porque la única forma de que desapareciese era hablando con ella. Con desgana, volvió a coger el móvil, "último intento", pensó.
"Hola Nat, último intento que hago. No pensaba volver a escribirte para no ser pesada, pero no puedo evitarlo. Te pasa algo? No entiendo por qué has desaparecido de repente..."
Sin releerlo, porque si lo hacía sabía que acabaría borrándolo, le dio a enviar. Apagó la pantalla, como si con eso fuese a apagar sus nervios. No esperaba respuesta en realidad, había perdido toda la esperanza. De repente, su corazón dio un vuelco al notar la vibración del móvil.
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Tuvo que leer varias veces aquella contestación, después de tanto tiempo esperando señales de Natalia, lo último que se esperaba encontrar era con eso. Quién coño se creía para tratarla así, no entendía nada. ¿Para ella no había significado nada? ¿Simplemente era alguien con quien se lo había pasado bien y ya está? Iba a apagar el móvil pero estaba tan dolida que no pudo evitar responder.
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