Capitulo 2

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Alba's POV

Siempre me pasa lo mismo. El primer día de clase estoy súper emocionada, y a la semana ya quiero marcharme de este apestoso lugar. Pero hay que disfrutar el momento, y el primer día siempre es el mejor. Viene gente nueva, tienes profesores nuevos, asignaturas nuevas, compañeros nuevos...Y puede que hasta la comida sea mejor. El primer día siempre ponen algo muy rico, pero solo porque es el primer día. El resto del curso es un poco más desagradable.

Hasta ahora,las clases que tuve no eran clases realmente. Los profesores nos dijeron lo que haríamos durante el curso y si había alumnos nuevos, se presentaban. Tengo suerte de que mi mejor amiga, María, esté conmigo en casi toda mis clases. La única asignatura que no compartimos es Inglés. La verdad es que no se por qué escogí esa materia, no es que se me de muy bien. Espero que alguien me ayude con ella.

Como en todos los institutos,en este hay grupitos. Están los del equipo de fútbol americano, las animadoras, los empollones, los góticos, los hipsters...Oh, y las pijas. Se me olvidaba ese grupo. No suelo llevarme mal con la gente, pero a esas chicas es imposible no odiarlas. Es un grupo de 5 chicas que siempre llevan ropa carísima y que para hacerse sentir importantes, se meten con los demás. Conmigo no se metieron todavía, pero acabarán haciéndolo, estoy segura de ello. Solo tienes que meterte en su camino y durante un mes serás el centro de atención. Pero para mal.

Yo estoy en un grupo bastante normal. No somos unos desconocidos, pero tampoco somos las personas a las que todos miran cuando entran en la cafetería. Soy una persona muy tímida, me cuesta mucho hablar con desconocidos, sobre todo con gente de mi edad. Por eso me gusta mi grupo, es como si todos ya nos conociesen y no me pongo nerviosa cuando tengo que pedir ayuda o algo así.

-¡Alba!

Pego un salto por culpa del susto que me dio oír la voz de mi hermana gritando en mi oreja. Cierro la taquilla a la vez que ruedo los ojos y la miro. Parece que solo pretendía asustarme. Ella suele ser así de pesada a veces, pero la quiero.

-¿Qué quieres, Marina?-pregunto molesta.-Tengo que irme.

-Solo quería asustarte.-dice.-Por cierto, hay un chico nuevo en mi clase de Historia que es guapísimo.

-¡Qué bien!-finjo estar emocionada por ella, pero luego vuelvo a ponerme seria.-Ahora me voy.

Antes de que Marina pueda decirme algo, echo a correr hacia el aula de Inglés. Seguramente ya sea tarde. Cuando llego a la puerta, lo que me imaginaba se confirma, está cerrada. Genial. Llamo un par de veces con el puño y luego abro. Asomo la cabeza y veo al profesor, que sonríe al verme. Me hace un gesto para que entre y eso hago.

-Has llegado justo a tiempo, Alba.-dice el Señor Díaz.-Siéntate donde quieras.

Miro los sitios que quedan libres, que son tres exactamente. Uno está atrás del todo, al lado de un chico grande y con cara de mala leche. Ese sitio descartado. Los otros dos están juntos, en la tercera fila. Uno de ellos al lado de la ventana, y ahí es donde voy. Me gusta mirar por la ventana. Además desde aquí se ve el mar, por lo que las vistas son de lo mejor. Dejo el libro y la libreta encima de la mesa y me siento. La mochila la dejo en el suelo, apoyada en una pata de la mesa.

El profesor empieza a hablar, obviamente en Inglés, pero a los dos minutos es interrumpido por alguien que llama a la puerta. Todos miramos como la puerta se abre y entra una chica que no había visto nunca por el instituto. Su pelo castaño y ondulado baja por sus hombros hasta su cintura, tapando un poco su perfil. Su ropa es muy normalita, unos vaqueros y una sudadera de cremallera abierta que cubre parte de su camiseta blanca.

-Oh hola, eres Natalia, ¿no?-le pregunta el profesor Díaz con una amable sonrisa.

La chica asiente y se gira hacia la clase, buscando un sitio para sentarse. Mis ojos se abren un poco más al verla. Es guapísima, y no soy la única que lo piensa. Los chicos la miran caminar con sonrisas en sus caras. Ella los ve, pero los ignora. También hay gente que la mira mal, entre ellas Beatrice,la líder del grupo de las pijas. Cuando pasa de largo su pupitre, se gira hacia su derecha para comentar algo con su amiga, que también la miraba mal.

Como me imaginaba que haría, la chica nueva, Natalia, se sienta a mi lado. Deja sus libros en la mesa y nada más sentarse, atiende al profesor. Ni siquiera me mira. Ahora que la tengo más cerca, puedo ver que no lleva maquillaje. Noto mi corazón ir a mil por hora. Esta chica ya impone y ni siquiera me ha mirado.

Sin querer muevo el brazo sobre la mesa, tirando la libreta al suelo. El profesor sigue hablando, aunque ha visto que se me ha caído, igual que toda la clase. Pero todos vuelven a atender, menos la chica nueva. Ahora sí que me mira, pero aparta la mirada al momento y se agacha para recoger la libreta a la vez que yo. Ella consigue agarrarla antes y me la da. Levanta la cabeza al hacerlo y mi corazón se para durante unos segundos al ver sus ojos. Son de un color café que hipnotiza. Igual que los de...Oh no,es ella.

Noto que hace un gesto con el brazo con el que sostiene mi libreta, lo que hace que vuelva a la realidad. Agarro mi libreta y ella rápidamente vuelve a levantarse. ¿Me habrá reconocido? Espero que no. No quiero ni pensar lo que sería de mi si se da cuenta de quién soy. Cuando vuelvo a sentarme bien, me doy cuenta de que mi corazón se ha vuelto a acelerar.

No puedo evitar mirarla.Parece nerviosa,porque su pierna no para de moverse de arriba a abajo y no deja de jugar con el boli. Ella... ella me robó hace un mes. Fue la chica que me dio el susto de mi vida, la que hizo que le cogiese miedo a ir sola por la calle. También hizo que me volviese loca por sus ojos. Todos los días estaban en mi mente. Fue lo único que se me quedó de su cuerpo. Aún recuerdo ese día, pero es como si fuese solo un sueño, mejor dicho, una pesadilla. Los policías insistieron en que les diese una descripción más buena de su físico, pero solo recordaba sus ojos.

"¿Cómo era?"

"Tenía ojos Cafés."

"Necesito que me digas algo más."

"No me acuerdo.Solo recuerdo sus ojos."

"Venga,haz un esfuerzo."

"No puedo,cada vez que intento recordar como era veo sus ojos,nada más."

"Pues nada,ojos Cafés."

Esta chica, Natalia, es una ladrona ,y ahora está sentada a mi lado. Se que debería decirle algo al profesor o llamar a la policía directamente. Pero no puedo, algo dentro de mi me pide que no lo haga. Lo mismo me pasó aquel día. Sabía que tenía que huir, o decirle que eso no estaba bien, pero no podía... Ella estaba ahí, cogiéndome dinero y yo solo podía mirarla. Igual que ahora. No puedo apartar mi mirada de ella.

Wanted || AlbaliaWhere stories live. Discover now