Capitulo 30

4.5K 207 11
                                    

Alba's POV

Hoy por la noche va a haber una fiesta en la playa. Todos los años hay una con música en directo, comida, hogueras... Lo mejor de todo es que puede ir todo el que quiera, y desde hace 3 años mis amigos y yo vamos siempre. Le pregunté a Natalia ayer si quería venir, pero estaba un poco rara. Dijo que llevaba unos cuantos días encontrándose mal y no acabo de creérmelo del todo. Su voz sonaba apagada y cansada cuando hablamos por teléfono, por lo que me lo creí al principio, pero luego empecé a dudar.

Mis hermanas dicen que no debo preocuparme, que seguro es que se encuentra mal como ella dijo, pero conozco a Natalia y un dolor de cabeza o de garganta no la frena para hacer nada. Además Natalia no se perdería una fiesta así. Y se va a ir en dos días a Pamplona a ver a sus abuelos, no la veré en una semana.

Cuando llegamos al lugar, hay mucha gente, pero la playa es enorme, hay espacio de sobra. Trajimos toallas nosotros mismos para poder sentarnos en la arena tranquilamente.

Una vez que estamos sentados, Joan y Marina se van a por bebidas. No me extrañaría nada encontrarme a más de medio instituto aquí, pero la única persona que me quiero encontrar esta noche es Natalia.

Después de un tiempo, unos chicos se acercan a nosotros. Son dos, uno rubio y otro moreno, ambos altos y se les ve las intenciones al caminar. Se quedan de pie delante de las toallas y nos saludan.

-Nuestro amigo te ha visto hace bastante rato y no se atreve a venir y decirte que le gustas.-dice el moreno, mirando... ¿hacia mi? Sí, definitivamente me mira a mi.

-Oh...Lo siento pero no.-respondo negando con la cabeza y una risa nerviosa.-Es que tengo...

-Vamos, no le conoces, vete y habla con él.-insiste el rubio señalando a un grupo de chicos detrás de él que cada poco miran hacia nosotros.

-Tiene novia, así que mejor que os vayáis.-dice una voz detrás de nosotros, completando lo que quería decir yo antes. Es una chica, pero no es Natalia y eso me rompe un poco por dentro.

Nos giramos para ver quién es nuestra salvadora y resulta que es Noelia. Está acompañada por Sabela y Famous, los amigos de Natalia en el instituto. Eso me da cierta esperanza, quizás ellas saben lo que le pasa. Los dos chicos se van con sus amigos y antes de que alguien pueda decir algo, Famous pregunta lo que yo llevo preguntándome todo el día.

-¿Tenéis idea de qué le pasa a Natalia?

-No.-respondemos a la vez. Cada vez me preocupo más por Natalia.

-Hablamos con ella para que viniese y dijo que estaba enferma, pero no me lo trago.-dice Sabela.

-Pensábamos que tú lo sabrías.-dice Noelia.

-Puede que haya alguien que sí lo sepa.-comenta Marina.-¿Alguna vio a sus amigas de su antiguo instituto?

-No, aquí hay mucha gente.-responde María.-Si vinieron, buscarlas sería como buscar una aguja en un pajar.

-Tienes razón.-dice Miki.-Intenta llamarla otra vez.

-Son más de las doce, seguramente sus hermana pequeña esté durmiendo, no quiero despertarle.

-¡Santi!-exclama Marina.

Todos la miramos, y luego a nuestro alrededor buscando al hermano de Natalia, pero ninguno lo vemos.

-¿Dónde?

-Por algún lado, de la que íbamos a por las bebidas hemos visto a unos pocos de sus amigos sentados en la arena. Puede que él esté aquí.-explica Marina.

-¿Podríamos ir a verles?-pregunto, más bien suplico.

-Claro, vamos.-contesta Marina, y luego mira al resto de mis amigos.-Quedaros aquí guardando el sitio.

Marina, los amigos de Natalia y yo caminamos a través de la playa, esquivando toallas y gente sentada en la húmeda arena. En mi mente empiezo a pensar en diferentes razones por las que Natlia esté así de rara. Después de unas cuantas teorías poco probables, se me viene a la mente una cosa que hace que me frene de golpe. Sabela, que venía justo detrás de mi se choca conmigo, pero ninguna nos hacemos daño. Comienzo a negar con la cabeza, deseando que no sea eso lo que ha ocurrido e intentando quitar esa idea de la cabeza. Me lo prometió, dijo que no lo haría más, no puede ser eso. Aunque de todas las cosas que se me ocurren, la de que realmente está enferma y esta que se me acaba de ocurrir, es decir, que haya vuelto a atracar a alguien, son las más probables.

-¿Estás bien?-pregunta Famous.

-Sí...-respondo.-Perdón, sigamos caminando.

Y eso hacemos. Pero no por mucho tiempo porque Marina se para y señala algo unos cuantos metros a nuestra izquierda, a la orilla del mar. Todas miramos y en cuanto me doy cuenta de lo que es, echo a correr hacia el mar. Por el camino casi me tropiezo con algo, pero no me paro, de hecho, cada vez voy más rápido. Y cuando estoy a pocos metros, me ve, pero no le doy tiempo a reaccionar.

-Por favor, dime que no lo has hecho.-digo golpeando su hombro con mi puño a la vez que la empujo poco a poco lejos de donde estaba. Probablemente le esté haciendo daño, pero no dice nada.

-¿El qué?-pregunta confusa, su voz no está tan apagada como ayer, pero sus ojos no brillan. Sus ojos están totalmente apagados.

Si no sabe a lo que me refiero, significa que no lo ha hecho, lo que me alivia de verdad. La abarazo casi por impulso y ella tarda unos segundos en devolverme el abrazo. Y cuando lo hace, por la forma en la que me abraza y esconde su cabeza en mi cuello, se que le ha pasado algo.

-¿Por qué no me dijiste que venías?

-Porque no iba a venir, pero mi madre me obligó a salir. Dijo que tenía que hacerlo, no podía quedarme en casa pensando en...

Y se frena. Deja de hablar y veo lágrimas en sus ojos. Se las limpio cuando salen y no pregunto nada más. Sea lo que sea que haya pasado, le duele hablar de ello, y no quiero presionarla para que me lo cuente. Que lo haga cuando lo crea necesario.

-Mis abuelos, Alba.. Han muerto.-y justo después de decir esas palabras, las lágrimas que salen de sus ojos son demasiadas como para poder limpiarlas.

Natalia se derrumba de tal manera que acaba perdiendo la fuerza en las piernas y se sienta en el suelo, con las piernas dobladas y la cabeza entre sus rodillas, tenía un vaso con bebida en la mano, pero ahora está tirado en el suelo. Me agacho para estar a su altura y la abrazo a la vez que le acaricio la espalda. Miro a mi derecha y veo a mi hermana con los amigos de Natalia, todas mirando a Natalia con preocupación. No les digo nada, ni tampoco les hago un gesto para que se vayan o se acerquen.

-Iba a verlos en un par de días.-dice negando con la cabeza, como si no se creyese que ha perdido a sus abuelos.
Me gustaría preguntarle cómo murieron, ya que tuvo que ser algo inesperado, pero no lo hago.

Después de unos segundos, siento que deja de llorar y se levanta de la arena. Se limpia las lágrimas ella misma y luego me mira.

-Lo siento.-dice.-Por ponerme a llorar así y no haberte dicho nada.

-No tienes que sentir nada. Ya sabes que yo siempre voy a estar contigo, puedes contar conmigo para lo que sea. ¿Quieres que vayamos a otro lado?

-No, no hace falta.-responde recogiendo el vaso que dejó en el suelo.-Ya que estoy aquí... Además me trajo Africa, que tuvo que marchar de la fiesta para venir a buscarme a casa. No voy a hacerle la putada de irme nada más llegar.

Ni siquiera me había dado cuenta de que sus amigas estaban aquí. Me giro hacia ellas y me saludan con una sonrisa, y Carlos también con la mano.

-Siento esto.-me disculpo.

-Tranquila, está bien.-dice Marta, y luego mira a su mejor amiga.-Vete, estaremos aquí si nos necesitas.

Me parece increíble que sin necesidad de hablar, Marta supiese lo que quería Natalia. Yo solo tengo esa conexión con Marina. Siento la mano de Natalia sobre la mía y nos alejamos de nuestros amigos una vez que Natalia saluda a mi hermana y a sus amigas de clase. Se disculpa por las molestias, y nos vamos juntas a otro lado de la playa donde no hay tanta gente pero se sigue oyendo la música.

Wanted || Albaliaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن