Capitulo 20

4.8K 266 14
                                    

Alba's POV

-Vamos...cógelo, por favor...

-Alba, has llamado 4 veces y no te lo cogieron, déjalo. O al menos cállate, que tengo que estudiar.

-Yo no tengo la culpa de que te pases todos los días estudiando y no salgas, así que, Marilia, déjame vivir mi vida antes de acabar como tú.

-Tienes suerte de que esté demasiado cansada como para levantarme y pegarte una colleja.

-¿Cansada de qué? Si llevas todo el día ahí tirada.
Nada más darme la vuelta noto que algo blando me golpea con fuerza la cabeza y luego cae sobre mis pies. Miro el cojín mordiéndom intentando contenerme y luego me doy la vuelta aún con el móvil en la oreja. Marilia actúa como si no hubiese pasado nada.

-Como sigas distrayéndote así vas a susp...

-¿Hola?.-una voz ronca al otro lado de la línea que hace que me calle y abra los ojos como platos.

-Hola, ¿está Natalia? Soy una compañera de...

-Alba, soy yo.-responde la misma persona, lo que me sorprende porque Natalia no tiene esa voz.

-¿Qué le ha pasado a tu voz ? pregunto.

-Resulta que mi padre no estaba malo por la alergia.

-Oh...te llamaba para ver si querías quedar algún día, pero supongo que no podrás ni dar 10 pasos sin que te de un ataque de tos.

-No se supone que te llevas mal con esa tal Natalia?-pregunta Marilia detrás de mi.

-Cállate y estudia.-le digo tapando el teléfono para que Natalia no me oiga, y luego vuelvo a ponerlo bien.- Supongo que será otro día.

-En realidad estoy bien.-dice Natalia.-Bueno, lo único que me falla es la voz, normalmente los catarros no me afectan mucho.

-Prefiero que no te pongas peor.

-No lo haré.

-Natalia...

-Mira,¿qué te parece si mañana paso a buscarte a las 8?.-interrumpe-.Pues... No acepto un "no" por respuesta asi que te espero mañana en la puerta de tu casa.

-Pero.

-Ni peros ni nada. ¡Adiós!-se despide con esa alegría que siempre tiene.

-vas a dejar que-

-No, no voy a dejar que acabes ninguna frase. ¡Hasta mañana, mi amor!

-¿Mi amor?

Pero no contesta nada porque ya ha colgado. Guardo el móvil en mi bolsillo trasero y me doy media vuelta pensando en lo que acaba de pasar.

-Cierra la boca que te van a entrar moscas.-dice Marilia riendo.-¿ Te ha llamado mi amor?

-No, dijo...-intento pensar en algo, pero no se me ocurre nada.-Sí, me ha llamado mi amor, pero ya sabes de qué forma, para fastidiarme. Siempre lo hace.

-¿Por qué hablas con ella si os lleváis mal?

-Trabajos.-respondo antes de irme de la habitación. Como Marilia siga preguntando cosas voy a acabar hablando de más.

Al día siguiente, 8:10 AM

Mi móvil empieza a sonar y frunzo el ceño al escucharlo. ¿Quién narices me llama a estas horas? Miro la pantalla con un ojo abierto y otro no y veo un número que no conozco llamando. Cuelgo y dejo el móvil sobre el colchón ya que no tengo energía para estirar el brazo para dejarlo en la mesita. A los dos segundos vuelve a sonar el móvil, pero esta vez un mensaje. Cansada y enfadada lo cojo. Es el mismo número de antes.

-¿Quién es?-gruñe Marina.

"Te dije que estaría en la puerta de tu casa a las 8 y no te veo en ningún lado"

Al leer el mensaje abro los ojos como platos y me levanto rápidamente. Me doy un golpe en la cabeza con la litera de arriba, pero lo ignoro por mucho que me duela. Con una mano en la cabeza me acerco a la ventana y aparto la cortina para poder ver lo de fuera. Y ahí está Natalia, apoyada en el capó de su coche.

-Mierda...-digo en voz muy baja.

Me alejo de la ventana y voy hacia mi armario. Cojo unos pantalones cortos vaqueros; una simple camiseta blanca de manga corta; unos playeros blancos, y me lo pongo todo lo más rápido que puedo. Era a las 8 de la mañana, no de la tarde. ¿Para qué querrá verme tan pronto un martes sin clases?

Mi hermana y mis padres siguen durmiendo como si no hubiese pasado nada y marcho corriendo al baño. Me lavo los dientes con rapidez pero con intensidad para quitar el mal aliento mañanero y me miro al espejo. Intento peinarme el pelo despeinado con los dedos de la mano que tengo libre, pero se que por mucho que me peine hoy va a ser un día de pelo horrible. Cuando acabo de lavarme los dientes, me maquillo rápidamente de forma simple y vuelvo a mi habitación. Cojo el móvil y un gorro negro, el cual me pongo a la vez que bajo las escaleras. Abajo me encuentro con Marilia, que se sorprende al verme.

-¿Qué haces despierta?

-Había quedado a las 8 con una amiga del insti, pero pensaba que era a las 8 de la tarde así que...

-Pero,¿qué vais a hacer?

-No lo se.-respondo sinceramente.-Os iré mandando mensajes, tranquilas.

Salgo de la casa y me acerco a Natalia, que en cuanto oyó la puerta abrirse me miró. Se separa del coche con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Me colgaste?-pregunta riendo con la misma voz ronca que ayer.

-No sabía qué número era.-respondo.-¿Desde cuando tienes móvil?

-Es de mi padre, no me dejaban hacer esto si no estaba en contacto con mis padres.

-¿Qué vamos a hacer?-pregunto con miedo al oír sus palabras.

-Dar una vuelta.-contesta con una sonrisa divertida.

Se mete dentro del coche el cual no recuerdo que sea el suyo y yo también lo hago. Es un coche elegante, aunque no parece nuevo. 

-¿Y este coche?

-Se lo alquilé a un amigo.

-¿Cuánto te costó? Parece...caro.

-Da igual.-dice encogiendo los hombros a la vez que arranca el coche.

-Nat, ¿lo has vuelto a hacer?

-No, tranquila.-dice.

-Espera, ¿cuándo volveremos?

-Tarde.

Y así, Natalia empieza a conducir sin destino alguno, simplemente vamos al este. Tiene CDs con música y después de todas las veces que me he preguntado qué tipo de música escucha por fin tengo respuesta. Y es buena. En ese disco con canciones de todo tipo tiene canciones que escucho prácticamente todos los días en mi móvil. Y otras que no conozco pero que me gustan también. Justo cuando pensaba que Natalia no podía ser más perfecta, descubro que tiene un increíble gusto en la música.

-¿Qué?-pregunta sonriendo después de haberla estado mirando bastante tiempo.

-Nada.-contesto sin dejar de mirarla.

Pongo mis piernas sobre su regazo, aunque intentando no molestarla para conducir. Esto es simplemente perfecto, la vista que tengo es perfecta. La chica que amo y de fondo el increíble paisaje cuyo final no alcanza la vista.

-¿Tienes hambre?-pregunta.

-Mucha.

-Tengo en el asiento de atrás galletas si quieres.-responde.

Inmediatamente cojo la bolsa de galletas de chocolate que tenía ahí detrás y comienzo a comerlas. Veo como Natalia abre la boca para que le de y lo hago. Va comiendo la galleta de mi mano poco a poco y cuando la termina, quita una mano del volante y me agarra la mano.

-¿Ayer me llamaste "mi amor"?-pregunto.

-Sí, espero que no te haya molestado.

-No, tranquila. Puedes volver a llamarme cuando quieras.

-Pues entonces...Mi amor, bienvenida a Navarra.

Wanted || AlbaliaWhere stories live. Discover now