Capitulo 42

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Alba's POV

Ya estamos en la semana de exámenes finales, la semana más agobiante del año. Todos los de último curso que vamos a pasar a la universidad ya hemos mandado nuestras solicitudes a aquellas a las que queremos ir. Yo he mandado tantas que no me acuerdo de todas.

Durante estos días solo veo a Natalia y a mis amigos en clase. Pero hoy, sábado, decidimos quedar todos en mi casa para estudiar. Solo quedan tres exámenes y estoy deseando acabar ya. Poco a poco van llegando, primero María y luego Joan y Miki a la vez. La última en llegar es Natalia que me saluda con un pico. La acompaño a la sala de estudios donde ya están los demás. Marilia, Marina y Carlos están también ahí, estudiando para sus respectivos exámenes.

Las horas de estudio las aprovechamos al máximo, resolviéndonos dudas entre nosotros. Hay asignaturas en las que no coincidimos, pero aún así, Natalia es capaz de resolver la mayoría de las dudas.

-Joder, siempre se me olvida quién fue presidente después de Benjamin Harrison.-dice Joan soltando el bolígrafo con desesperación.

-Grover Cleveland.-contesta Natalia.

-No, Cleveland fue antes de Harrison.-dice Joan sonriendo porque Natalia por fin se ha equivocado.

-Y después, Cleveland tuvo dos mandatos, uno antes de Harrison y otro después.-explica Natalia.-Y después de su segundo mandato estuvo William McKinley y a continuación Theodore Roosevelt.

-¿Hay algo que tú no sepas?-pregunta María riendo.

-Es cultura general.-responde Natalia encogiendo los hombros antes de levantarse de la silla.-Tengo hambre.

Natalia se va a la cocina, y yo voy tras ella. Cuando llego Natalia ya está mirando dentro del armario donde están todas las bolsas de patatitas.
Estira el brazo y saca una bolsa de ganchitos. Me acerco a ella y la abrazo. No tengo ninguna razón para abrazarla, simplemente me apetecía hacerlo. Natalia me rodea con sus brazos, pero mientras me abraza abre la bolsa de ganchitos. Se separa de mi para empezar a comer y yo voy cogiendo.

-Aparte de guapa, cariñosa, simpática y graciosa, eres inteligente.-comento.-Eres increíble.

-A lo mejor es que vosotros sois muy tontos.-dice riendo.

Le pego un codazo a pesar de que se que lo dice en broma, con una sonrisa en la boca.

-Llevamos dos horas estudiando, ¿no crees que deberíamos descansar un poco?

-Sí, me duelen los ojos y el cuello de estar mirando libros.-respondo cansada.

-Vamos a decírselo a los demás.

Como me imaginaba, ninguno se opone a dejar de estudiar. En menos de 5 minutos, nos encontramos todos en el salón hablando de otras cosas no relacionadas con el instituto y comiendo. Marina, Joan y María están sentados en el sofá grande, mientras que Natalia y Miki están en el pequeño. Yo me siento en el suelo, delante de Natalia quien me está dando un masaje en el cuello que realmente me relaja.

-¿Jugamos a Prueba o Verdad?-sugiere Joan.

-Está bien, pero sin cosas turbias.-acepto.

Los demás asienten de acuerdo y comenzamos a jugar. Como dijimos, ningún reto ni ninguna pregunta se pasa de la raya. El siguiente turno es el de Natalia, que ahora me está dando un masaje los hombros.

-Verdad.-dice sin dudarlo un segundo.

-Veamos...Cuando piensas en el futuro, ¿ves a Alba en él?-pregunta María.

-Sí.-responde Natalia inmediatamente.-Estoy segura de que en mi futuro ella va a seguir a mi lado. Incluso si llegamos a romper, va a estar a mi lado.

Sonrío como una idiota al escuchar sus palabras. Yo pienso lo mismo, pero al oír a Natalia decirlo suena más...real.

Como seguimos un orden, la siguiente soy yo. Ya he hecho una Verdad y un Reto, así que la palabra que sale de mis labios la digo sin pensarlo.

-Verdad.

-Vuelvo ahora.-dice Marina levantándose del sofá en dirección al cuarto de baño.

En cuanto la puerta se cierra, Joan suelta su pregunta en voz baja, la cual hace que mis mejillas se sonrojen.

-¿Dónde y cómo te gustaría perder la virginidad?

Natalia aparta sus manos de mis hombros y sin necesidad de mirarla, se que está roja también. Joan sonríe y mira a la mari que tiene las cejas levantadas y una pequeña sonrisa.

-Lo sabía.-dice Joan.

-¿El qué?-pregunto como si no supiese a lo que se refiere.

-Que Natalia y tú...-contesta sin completar la frase.

-¿Cuándo fue?-pregunta María.

-No pienso contestar.-respondo.

-En la fiesta sorpresa que hicisteis por mi cumpleaños.-les dice Natalia.

-¿¡Qué!?-exclama Miki.

-SSSHHHHH.-le mandamos callar todos a la vez.

-¿Qué pasa?-pregunta Marina con una sonrisa.

-Nada.-respondemos todos a la vez una vez más.

Marina no se fía ni un pelo de nosotros, pero aún así no pregunta nada más. Continuamos jugando hasta que nos cansamos, volviendo a las preguntas normales, que no están fuera de tono.

Después de recoger todo lo de la comida y la bebida, mis amigos comienzan a irse. Natalia es la última en hacerlo, al igual que fue la última en llegar.

-¿Sabes? Dicen que este verano es el mejor de nuestras vidas.-dice mientras me acaricia el brazo, abrazadas en el sofá.

-¿Qué?-pregunto con el ceño fruncido.

-La gente dice que el verano que hay entre el último curso de instituto y el primero de universidad es el mejor.-explica.

-¿Por qué?-pregunto.

-No lo se, supongo que lo averiguaremos.-contesta.-Pero se que si lo paso a tu lado va a ser genial.

No contesto a su comentario, ya que me quedo pensando en lo que pasará en cuanto el verano acabe. Si no nos cogen en la misma universidad, nos separaremos. Y por la forma en la que Natalia me acerca más a ella y me da un beso en la frente, se que estaba pensando en lo mismo.

-Tengo que irme.-dice levantándose del sofá.

-¿Ya te vas?-pregunta Marilia, que llegó junto con el resto de la familia justo antes de que mis amigos empezasen a irse.

-Sí, ya es tarde.-responde Natalia recogiendo sus cosas, antes de acercarse a la puerta.-Bueno, hasta el lunes. Te quiero.

-Y yo a ti.

-A ti también te quiero, Marilia.-dice Natalia, provocando que mi hermana y yo nos riamos.-Buenas noches.

Natalia se va y yo me quedo tirada en el sofá, el cual todavía huele a ella. Paso varios minutos mirando el móvil, oliendo la cena que consigue tapar el olor de Natalia sdel sofá. El teléfono comienza a sonar, lo tengo a cinco pasos de mi, pero tendría que levantarme y no me apetece. Y parece que a a los demás tampoco, ya que sigue sonando durante bastante tiempo.

-¿¡Es que nadie piensa cogerlo!?-chilla Marina bajando las escaleras.-¡Alba, lo tienes al lado!

Encojo los hombros y dejo que Marina descuelgue el teléfono.

-¿Si? Sí, es aquí... Ajá...Vale... ¿Mañana a las 10 de la mañana? Está bien, muchas gracias.

Marina termina la llamada y siento su mirada sobre la mía. Elevo la cabeza y como supuse, Marina me está mirando.
Parece seria, pero no enfadada. No hace falta que pregunte para que me diga quién era.

-Era la policía.

Wanted || AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora