Capitulo 39

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Natalia's POV

Mi relación con Alba va viento en popa. El único problema es que no nos vemos casi nada. Desde que entró en el equipo de animadoras se pasa tardes entrenando y fines de semana en partidos tanto de baloncesto como de fútbol americano. Además su familia a empezado a mirar casas en Barcelona y le están pidiendo opinión a Alba. Se ha pasado cuatro días fuera y vuelve, en teoría, mañana por la mañana.

Hoy Rosie da una fiesta en su casa aprovechando que sus padres no están. La verdad es que esta chica de ojos claros se ha integrado muy rápido en el grupo y es como si siempre hubiese estado aquí. Me ha dejado invitar a mis amigos de fuera de clase, pero solo pueden venir Africa y Carlos. Marta está enferma de gripe.

-No me dejéis beber.-dice Carlos antes de entrar en la casa.

-¿Por qué?-pregunto confundida.

-Tú simplemente pégame una bofetada si me ves tomando alcohol.-responde.

Miro con el ceño fruncido a Africa, quien se está riendo. Sabe perfectamente la razón por la que Carlos no quiere beber.

-Hace un par de semanas se emborrachó y el resultado fue que perdiese el móvil junto con 50 euros y acabase dormido en un banco del parque en frente de su casa.

-Y la resaca del día siguiente fue monumental.-añade Carlos sacudiendo la cabeza.-No pienso volver a pasar por eso.

Ya estamos dentro de la casa, que está llena de gente del instituto. Consigo ver a Rosie y el resto del grupo en una esquina. Vamos hacia ellas y como a los cinco minutos ya me he terminado el primer vaso de bebida que me dio Africa. La verdad es que me gustaría que Alba estuviese aquí porque la fiesta es increíble.
Bailo con todos mis amigos, haciendo pasos que nos hacen reír a nosotras y a los que están a nuestro alrededor.

-Natalia, ¿puedes acompañarme un segundo arriba? Tengo que hablar contigo.-me pregunta Rosie gritándome a la oreja para que la pueda oír por encima de la música.

Asiento con la cabeza y sigo a Rosie, que va esquivando a la gente con mi mano agarrada a la suya. No voy a mentir, el alcohol ya ha empezado a surtir efecto. Lo bueno es que no me siento mal, me siento animada. Rosie me lleva hasta lo que me imagino que es su habitación.

Después de cerrar la puerta con pestillo, comienza a caminar sobre la alfombra mientras que yo me siento en la cama con el vaso de ginebra y limón en la mano. Parece bastante nerviosa.

-¿Estás bien?-pregunto preocupada.
-No sé cómo decirte esto, así que lo diré directamente...-dice antes de frenarse en seco.-Me gustas.

-¿Cómo?-digo intentando no atragantarme con la bebida.

-No se por qué te lo dije, tienes novia desde hace un año y no tienes ojos para otra. Soy idiota.-se arrepiente de sus palabra llevándose las manos a la cara.
Nunca supe cómo reaccionar cuando me dicen que le gusto a alguien, y sigo sin saber hacerlo.

-Haces bien en decírmelo. Te has quitado un peso muy grande de encima.-digo.-No sabía que te gustaban las chicas.

-Ni yo.-contesta.-De hecho, no se si me gustan, pero siento algo por ti que no es amistad. Es todo tan confuso...

Entonces recuerdo una nota del Día de San Valentín en el que la persona me contaba que estaba confusa. Nunca se había sentido atraída por chicas pero al conocerme empezó a sentir cosas extrañas.

-¿Fuiste tú la de la nota del sobre verde?-pregunto.

-Sí, soy yo.-responde.-Dios, es que estoy hecha un lío y no puedo hacer nada para dejar de estar confusa. Bueno, sí que puedo, pero...

Wanted || Albaliaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें