Capítulo 13

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Adrien miró como el pelirrojo se levantaba sin mirarlo y se dio la vuelta para comenzar a alejarse.

—¿Vienes o qué? —La voz de Nathaniel lo sacó de su trance.

—Y entonces ¿a qué hora te recojo?

Las clases dieron inicio, pero el joven Kurtzberg parecía no haberse dado cuenta, estaba divagando en su mundo otra vez.

«Es como si ya hubiéramos estado así de cerca», pensaba el pelirrojo mordisqueando una pluma. Y es que a su mente volvía una y otra vez el recuerdo de Adrien mirándolo de una manera que no podía describir.

De vez en cuando dirigía su vista al lugar del modelo que convivía animadamente con sus amigos, al parecer no fue nada discreto durante su observación pues Adrien volteó a su dirección y le sonrió al sorprenderlo.

Nathaniel respingó y al instante apartó la vista a la pared, estaba avergonzado. «Joder... Qué suerte la mía».

—¿Entonces es por un chico? —El gritó de Sabrina resonó en toda el aula llamando la atención del grupo.

Inmediatamente Chloé le reprochó a su amiga su indiscreción, la profesora Mendeleiev se dirigió a la mesa de ambas y las miró son el semblante serio.

—Señoritas, atiendan mi clase y si vuelven a cuchichear las saco, pero del curso y nos vemos hasta el extraordinario —aseguró sin quitarles la vista de encima—. ¿Entendieron?

—Sí, profesora —respondieron al unísono.

Mendeleiev regresó a la pizarra y siguió dando su clase.

Como era de esperarse Nathaniel no prestaba atención a las explicaciones, esta vez se distraía con la interrogante de quien estaría hablando Sabrina. ¿Tal vez un interés amoroso de la rubia? «Que Dios se apiade del pobre desgraciado», pensaba divertido.

Y así continuó la jornada, con el pelirrojo desinteresado por las clases. Claro que se arrepintió cuando tuvo en su banca un examen de historia que supuestamente había sido anunciado hace dos semanas y él ni se había enterado. Vaya manera de finalizar el día.

—A este paso tendré que decirle adiós a una beca —murmuró saliendo del instituto dirigiéndose a su pequeño kwami que se escondía en su saco.

—¿Tan mal te fue? —Le respondió una voz que no era la de Trixx.

—Ah... Hola Adrien. Me temo que sí —respondió desanimado mientras bajaba los escalones.

—¿Sabes? —El rubio lo alcanzó y lo tomó del hombro—. Podría ayudarte a estudiar, para los demás exámenes y en el peor de los casos para los de recuperación.

El pelirrojo miró a su acompañante confundido, ahí estaba de nuevo: ese interés injustificado en él.

—¿En serio malgastarías tu tiempo en enseñarme? —inquirió Nathaniel sin dejar de mirarlo.

—No sería malgastar, saldrás beneficiario y hasta podríamos conocernos mejor —contestó Adrien con una sonrisa ladina.

«¿Qué buscas Agreste?», se preguntaba Nathaniel. Una parte de él quería conocer la respuesta y al parecer solo había una manera.

—Está bien, acepto tu propuesta.

—¡Genial! —gritó con emoción—. Hey ahí está André, vamos por un helado.

Sin tener tiempo para reaccionar el chico de ojos turquesas estaba siendo halado por el joven modelo hacia el puesto ambulante.

—Adrien, no traigo dinero —Nathaniel murmuró apenado rogando que solo el mencionado lo haya escuchado.

—No te preocupes, yo invito —contestó el rubio pagando su pedido. Agradeció y le dio el suyo a Nathaniel.

El pelirrojo se sorprendió al recibir el helado, era justo el que hubiera pedido.

—¿Cómo adivinaste?

—Intuición —respondió Adrien restándole importancia—. Han llegado por mí, ¿quieres qué te pase a dejar?

—Oh no, no, no. No se molesten, yo puedo irme por mi propio pie.

—¿Seguro, Nath?

—Muy seguro, hasta mañana Adrien y muchas gracias por el helado —Se despidió con un ademán de manos y empezó a caminar hacia su casa.

—Hasta mañana, Nath —musitó el chico de ojos esmeralda viéndolo marcharse.

Entró al auto cerrando la puerta, mientras comía su helado se imaginaba los próximos encuentros con el pelirrojo. Haría todo lo posible por acercarse.


Trixx miraba de brazos cruzados a Nathaniel que corría apresurado de un lado a otro en la habitación, el zorrito en definitiva no estaba de acuerdo con las acciones de su portador, ni pasadas ni futuras. ¿Es que acaso no escuchaba sus consejos?

—Nathaniel... —Lo llamó.

—No empieces Trixx.

—Muy tarde, ¿estás seguro de esto? Si vas a ver a Queen Bee Será mejor que sea para aclararle todo.

—Por supuesto que no, voy a pedirle una cita —contestó el pelirrojo tomando sus llaves y una chaqueta negra.

—No estás escuchándome.

—Ya hablamos de esto. Ahora Trixx ¡transfórmame!

La heroína de cabellera rubia estaba nerviosa, caminaba de un lado a otro en el tejado esperando a su compañero. Estaba emocionada porque les tocaba patrullar juntos pero sus temores le hacían rogar una situación diferente.

—Mi reina, lamento haberla hecho esperar —A sus espaldas escuchó la voz que ansiaba tanto escuchar.

Mordiendo sus labios nerviosa se dio la vuelta encontrándose con el héroe zorro que le extendía un ramo de rosas blancas.

—Son... Son muy bonitas. Gracias —dijo Queen en voz baja, poco a poco los nervios se disipaban. Sentía que estando con Firefox todo estaría de maravilla.

Firefox sonrió y besó la mejilla de la chica provocando un fuerte sonrojo en ella, le pareció enternecedor.

—Ya que debemos trabajar esta vez. ¿Qué dices si vamos a un lugar especial este viernes?

—¿Es una cita?

—Puede ser lo que quieras, linda.

Queen sonrió y miró a los ojos a su acompañante, tenían un color muy especial que te hacía perderte en cuestión de segundos.

—¡Abajo!

Queen sintió como Firefox la tiraba hacia abajo quedando él encima de ella.

Sintió sus mejillas arder por la posición, comprendió que era un intento de protegerla de un ataque cuando escuchó una voz desconocida. Rápidamente se incorporó a medias para ver al responsable.

—¡Creí que tardaría más en encontrarlos! Díganme tórtolos, ¿dónde están Ladybug y Chat Noir? —cuestionó la nueva víctima de Hawk Moth.

Al no recibir respuesta el hombre enfureció y lanzó otra esfera de fuego hacia los héroes. Firefox y Queen se tumbaron al suelo cubriendo sus cabezas, el fuego no los alcanzó a quemar, pero sí al ramo que la chica no había soltado.

Los gritos de personas aterradas llamaron la atención de ambos, varios edificios se estaban incendiando.

Sintieron como la edificación en que estaban comenzaba a temblar, también se estaba quemando y la estructura no aguantará mucho tiempo.


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Ni les pregunté la vez pasada... ¿Qué les pareció la nueva portada? owo

Si les gustó dejen su estrellita y comentario ❤

Love para todos. ¡Chao adiós! 😺

Acosador #PGP2019Where stories live. Discover now