Capítulo 21

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Nathaniel se despidió de su compañera Marinette agitando la mano y cada uno empezó su camino con distinto destino.

El artista no tenía muchas ganas de llegar a su casa pues sabía bien que su padre planeaba quedarse ahí todo el día, con ello en mente prefirió pasearse por el parque. En el mejor de los casos hallaría algo que pudiera plasmar en su cuaderno.

No tardó mucho en llegar al lugar, en el ambiente se sentía la emoción por la fecha, algunas parejas por aquí y vendedores ambulantes ofreciendo sus productos excesivamente caros.

«Tal vez fue mala idea...», pensó alzando la vista al cielo. Entonces vio una silueta parcialmente amarilla columpiándose por los postes de luz, sin pensar echó a correr para tratar de alcanzarla.

Kurtzberg se metió en un callejón y luego de asegurarse de que nadie estaba cerca se transformó. Con ayuda de su flauta y dando varios brincos Firefox llegó al techo de una residencia de tres pisos, observó los alrededores buscando alguna vista de la portadora del Miraculous de la abeja.

Después de algunos minutos saltando de tejado en tejado decidió parar en el edificio más alto que encontró.

—Carajo...

—¿Buscas a alguien?

Al escuchar aquella voz Firefox se sorprendió, dio la vuelta y esbozó una sonrisa al ver a quien había estado buscando.

—Queen, al fin te encuentro —Firefox se acercó a la rubia y observó su semblante serio—. Yo... Quería pedirte perdón.

—Te escucho —La heroína abeja frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Bueno... Sobre revelar nuestras identidades. Queen yo confío plenamente en ti, la cuestión es... Ya varias veces alguno del equipo ha sido víctima del control de un akuma. No podemos arriesgarnos a que Hawk Moth sepa quiénes somos y se aproveche de eso.

La chica abrió sus ojos azules como platos, sintió como se acumulaba el calor en sus mejillas, estaba apenada. Firefox le había hecho ver algo que era muy obvio y ella lo había olvidado como si no fuera relevante.

«¿Qué clase de heroína soy?», se preguntaba.

—¡Para! —La rubia alzó ambas manos indicando a su novio que se callara—. La que debe disculparse soy yo, olvidé una cosa tan importante y la tomé contigo, fui tan grosera y no te lo merecías. Perdóname tú a mí.

Firefox miró a la ojiazul notando su expresión de arrepentimiento, no pudo evitar sentirse enternecido por el puchero que hacía la muchacha.

—Entonces... Nos perdonamos. Todo está bien —afirmó el pelirrojo acariciando la mejilla de la abeja.

Queen se sintió emocionada y le dio un abrazo recargando su cabeza en el hombro del más alto.

—Tengo algo para ti —La rubia se apartó y buscó algo en la bolsa que colgaba de su hombro, Firefox no la había visto hasta ese momento—. ¡Feliz San Valentín!

El héroe zorro vio la pequeña caja transparente con un moño rojo que le extendía la chica, en su interior estaba una figura de zorro hecha de chocolate.

—Wow... Gracias —El de ojos turquesas tomó la caja entre sus manos y la giró para ver mejor la figura.

Sintió la mirada de su acompañante que mostraba emoción cuál niña de seis años. Firefox cayó en cuenta de lo que Queen estaba esperando.

—No tienes nada para mí ¿cierto?

—Eh... Sí, sí lo tengo linda. Pero necesito que esperes cinco minutos, no tardo.

Acosador #PGP2019Where stories live. Discover now