Capítulo 32

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Dos días habían pasado desde que los protectores de París conocieron las identidades de sus compañeros. Nathaniel se encontraba dando vueltas en su silla de escritorio con la vista hacia el techo. Estaba aburrido.

—Nath, ya me mareaste dando vueltas...

—Trixx, ¿crees que sea buena idea dejar la ciudad? O mejor, el país.

—¿De qué estás hablando Nathaniel?

—Una solución.

—Una huida querrás decir —declaró Trixx volando hacia la cabeza de su portador—. Tienes que madurar algún día y dejar de escapar de tus problemas.

—No escapo de mis problemas.

—¿Ah no? ¿Entonces cómo se le llama faltar a clases y tener apagado el celular? —inquirió el zorrito con el ceño fruncido.

—Estoy enfermo... Y mi celular se quedó sin batería —respondió el pelirrojo cerrando sus ojos—. ¡Ay! ¿Acabas de jalar mi cabello?

—Así es. Y lo segundo solo es un pretexto, bien pudiste ponerlo a cargar, pero temes recibir un mensaje de Adrien o Chloé. ¿O debo decir Chat Noir y Queen Bee? —El kwami naranja empezó a levitar cuando su portador irguió su espalda.

—Claro que no... ¡Ay! Deja mi cabello.

—Literalmente tengo que jalarte de los cabellos para que reacciones —admitió Trixx soltando un suspiro de fastidio.

—Deja de hacerlo, es en serio.

—¡Entonces deja de esconderte! Acepta lo que sientes y haz lo que debas hacer —pidió el pequeño zorro exasperado—. Y aunque no quieras verás a los rubios un día de estos, en cualquier momento un akuma aparecerá.

Nathaniel desvió la mirada, no podía responder porque sabía que su kwami tenía razón. Estaba actuando como un cobarde al aislarse del mundo para no tener que hablar con su ex novia y su supuesto ligue, que complicado era saber quién estaba debajo de la máscara.

Escuchó a lo lejos el sonido del timbre, confundido salió del cuarto y pudo escucharlo con mayor claridad. Alguien estaba tocando con insistencia.

Con pereza bajó las escaleras y gritó avisando que estaba acercándose, trató de contener inútilmente un bostezo y abrió la puerta llevándose una gran sorpresa.

—¿Alix? ¿Marc?

—¡Nathaniel estás vivo! —chilló la muchacha lanzándose a darle un abrazo a su mejor amigo—. Tenía miedo de encontrar tu cuerpo sin vida rodeado de comida chatarra.

—¿Qué? Pero si no ha pasado tanto...

—Bueno —habló Anciel sin mirar al pelirrojo—. Sí lo último que se sabe de ti es que fuiste a parar a la enfermería y no das señales de vida, se esperaría lo peor.

—¡No respondiste mis mensajes! —protestó Kubdel dándole un leve golpe al hombro del artista.

—No tengo internet —Se apresuró a responder Kurtzberg mirando a sus amigos—. Perdón, ¿quieren pasar?

—¡Al fin lo dices! Y estoy muerta de calor, maldito sol —Se quejó la de cabello fucsia entrando a la casa.

—Pero si siempre entras sin preguntar... —murmuró Nathaniel cerrando la puerta una vez que Marc entró también.

—Sí bueno, quería disimular con Marc aquí... Creo que iré a la cocina: ¡Oh espera! —dijo Alix con notable emoción sacando su celular del bolsillo—. Ya que no tienes internet te enseñaré la evidencia yo misma.

Acosador #PGP2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora