Capítulo 36

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Nathaniel observaba asustado como el suelo estaba cada vez más cerca mientras sus manos se aferraban al barandal de las escaleras. Sabía que su fin había llegado y se sentía tan impotente por no haber protegido ni siquiera a quien más le importaba.

«Lo siento tanto», repetía en su mente una y otra vez al aceptar que no había escapatoria.

Cerró sus ojos esperando lo peor y los mantuvo así escuchando todo el escándalo del metal chocando contra el suelo, era un chirrido espantoso.

Al no sentir dolor alguno Nathaniel abrió los ojos con temor, lo primero que vio fue una superficie verde, miró a su alrededor y cayó en cuenta de que se trataba del escudo de Carapace.

—¿Qué? —musitó atónito.

—¡Nathaniel, reacciona!

El nombrado se giró a donde creyó provino la voz encontrándose con el kwami de la tortuga, fue Wayzz quien activó el escudo para protegerlo de los escombros.

—¿Cómo?

—Los kwamis somos la fuente del poder después de todo —reiteró Plagg apareciendo a su lado—. Hasta yo me sorprendía de o dañar más que la torre.

—¿Y los demás?

—No hay tiempo para hablar Nathaniel, tienes que encontrar a Trixx e ir con el guardián —informó Wayzz mirándolo con severidad.

—¿El guardián?

—¡No hay tiempo, entiende! Mira, sigue esa luz y podrás salir de aquí.

—¿Qué hay de ustedes? No los voy a dejar aquí.

—Estaremos bien...

De nuevo Kurtzberg dudaba entre seguir las indicaciones que le daban o no. Terminó por entender que no tenía una mejor opción así que inhaló profundo y asintió con la cabeza, estaba listo.

Wayzz contó hasta tres y desactivó el escudo, enseguida el pelirrojo avanzó varios pasos y se arrastró por el túnel que le había indicado el kwami negro, su chaqueta se rasgó al igual que su pantalón, ignoró el ardor de una herida en su pantorrilla y continuó hasta salir de ahí.

Lo primero que vio al llegar al exterior fue a policías acordonando el área y algunos reporteros del otro lado que informaban la situación confusa.

Con dificultad se puso de pie y empezó a caminar, llamó su atención ver a cierta rubia pegando gritos a unos paramédicos.

—¡Déjenme ir con ella! —suplicaba la muchacha con la voz quebrada.

—¡Chloé! —La llamó Nathaniel tratando de acercarse.

La nombrada se dio la vuelta y abrió los ojos sorprendida al ver a su compañero herido. Echó a correr hacia él y al quedar frente a frente lo abrazó con fuerza.

—¡Dios Nathaniel! Estoy tan asustada, Marinette está muy mal y Adrien... No sé nada de él. ¿Dónde está?

—Adrien... —repitió el pelirrojo sintiendo su corazón encogerse, por inercia volteó a ver la torre destruida con los ojos cristalizados. Bourgeois entendió todo al instante.

—No... No me digas que está ahí —dijo la rubia llevándose las manos a la boca, las lágrimas empapaban sus mejillas nuevamente.

—¡Nathaniel!

El pelirrojo escuchó su nombre a lo lejos, miró sobre su hombro logrando divisar a su kwami acercándose a toda prisa.

—Trixx —dijo el ojiturquesa con un hilo de voz.

Acosador #PGP2019Место, где живут истории. Откройте их для себя