Capítulo 16

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Al escuchar a la profesora anunciar el final de la clase y del día Nathaniel se apresuró a guardar su cuaderno de dibujo, no quería que nadie viera su trabajo.

Guardaba sus lápices cuando notó que alguien se acercó a él, cerró su mochila y levantó la vista chocando con unos orbes esmeraldas.

—¿Estás listo?

—Sí, claro —contestó con una sonrisa.

Adrien se hizo a un lado cediéndole el paso al pelirrojo lo que le pareció curioso al menor, sin darle importancia descendió por las escaleras con el rubio siguiéndole. Salieron del aula para encontrarse con quienes los acompañarían en la salida.

Grande fue la sorpresa de Nathaniel al ver a Sabrina y Chloé entre ellos, por las miradas incómodas de Alya y sobre todo de Marinette sabía que tampoco les entusiasmaba la idea.

—La limusina no tarda en llegar, vamos a la entrada —dijo Chloé con una sonrisa que los otros ojiazules consideraron falsa.

—Los alcanzo en unos minutos —dijo de repente Nath alarmando a los rubios.

—No tardes —dijo Chloé juntando sus manos apuntando al pelirrojo mientras miraba a Adrien que tardó varios segundos en entender el gesto.

Nathaniel, extrañado por la actitud de la Bourgeois, se dio la vuelta y empezó a alejarse del grupo. Al escuchar pasos corriendo para alcanzarlo miró atrás para ver de quien se trataba.

—Adrien...

—Nath ¿no estás echándote para atrás o sí? —interrogó el rubio apenas llegó a su lado.

—¿Qué? Claro que no, sólo voy al baño.

—Ah... Yo creí...

—¿Por qué lo pensaste? —cuestionó el pelirrojo retomando su camino, Adrien le siguió sin dudar.

—Perdón... Es que sé que no te llevas muy bien con Chloé y...

—Chloé no me importa —Lo cortó Nathaniel abriendo la puerta del baño—. Y no tienes que vigilarme, te dije que iría.

Nathaniel entró al baño y Adrien se quedó estático, agitó su cabeza y se recargó en la pared.

—No sabes ligar, niño —Se burló el gatito desde su escondite.

—Ya lo noté Plagg... Creo que estoy haciendo lo que menos quería.

—Sí, deja de hostigar al pobre chico.

—Listo —anunció Nathaniel saliendo del baño.

Ambos chicos caminaron en silencio hasta llegar a donde los esperaban sus amigos, sin decir nada todos subieron al transporte lujoso.

Marinette conversaba con Alya, Nino con Adrien y Sabrina con Chloé, o al menos la pelirroja hablaba y su amiga fingía escucharla pues notaba la incomodidad de Nathaniel que miraba por la ventana, Chloé contuvo sus ganas de patear a su mejor amigo en ese instante así que solo sacó su celular y empezó a textearle.

Chloé _ 14:04
Serás cabrón.
¡No ignores a tu ligue!
Habla con él
O juro que te lanzo por la ventana
No estoy soportando la voz irritante de la panadera en vano
¡Haz algo carajo!

Chloé _ 14:06
Adrien
Adrien
Adrien

El ojiesmeralda sintió la vibración de su celular, lo desbloqueó y se extrañó al leer todos los mensajes de la rubia, levantó la vista topándose con la mirada fulminante de Chloé.

Adrien _ 14:08
Perdón.

—Oye Nath —dijo bastante alto para sacar al nombrado de su ensimismamiento—. ¿Ya has ido a patinar sobre hielo?

—Bueno... —Nathaniel se sentía un tanto intimidado al tener las miradas de todos sobre él—. Una vez... Con Alix. Me caí unas quince veces —confesó con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Veremos quién gana en caídas, Marinette o Nathaniel —dijo burlona Chloé—. Oh llegamos.

Después de veinte minutos los siete jóvenes se hallaban a punto de entrar a la pista de hielo.

Chloé notó que Alya le susurró algo a Marinette mientras veían a Adrien, al terminar la morena le guiño el ojo a la azabache y se dirigió a donde se encontraba Nino para empezar a patinar juntos.

«No, no y no. Dios dame fuerzas para esto», rogó Bourgeois y se acercó con dificultad a la franco-china.

—¿Qué esperas para patinar? ¡Vamos! —En la voz de Chloé se notaba la emoción falsa que percibió Marinette. La azabache frunció el ceño y trató de zafarse, pero la rubia apretó el agarre de su muñeca mientras la llevaba al centro de la pista.

Adrien terminó de atar sus patines y buscó con la mirada a Nathaniel, lo encontró en la entrada la pista con la cabeza gacha. Supuso que estaba nervioso.

El joven agreste decidido se encaminó hacia el pelirrojo pareciendo pingüino y pasó su brazo por los hombros del menor haciéndole pegar un brinco.

—Descuida, no te dejaré caer —pronunció el rubio con una sonrisa.

Nathaniel se sonrojó, la razón no la conocía con exactitud, tal vez la cercanía o tal vez el hecho de que el modelo notara su temor. Solo sabía que la sangre se le había acumulado en el rostro.

Adrien amplió su sonrisa satisfecho con la reacción del más bajo, sin pensar quitó su brazo para tomarlo de la mano y guiarlo a la pista.

Nathaniel nervioso se dejó llevar, cuando sus pies tocaron el hielo sentía como perdía el control.

—Pareces Bambi... Qué lindo —Se mofó el de ojos esmeralda tomando su otra mano.

—Oye —protestó el pelirrojo.

—Calla... Deshazte de los nervios y siéntete seguro —ordenó Adrien mirándolo a los ojos.

Nathaniel se quedó sin habla, miró a Adrien y por un instante olvidó dónde y con quienes estaban. Alguien pasó a su lado y chocó empujándolo hasta quedar más cerca del rubio.

—Chicas ¿qué hacen? —preguntó Adrien levantando la vista. Nathaniel se giró y vio a Chloé con Marinette haciendo movimientos extraños.

—¡Recreando un capítulo de Yuri on Ice! —respondió la rubia con nerviosismo. Una vez más la Dupain-Cheng la miró extrañada, para evitar que se quejara Chloé la hizo dar vueltas en la pista para después atraerla a sus brazos.

—Es patinaje. No salsa —aclaró Alya pasando de la mano con Nino.

—Es como una danza después de todo —interrumpió Sabrina dando vueltas como una bailarina.

—Genial, soy el único inexperto —Se quejó Nathaniel.

—Vamos, no es tan difícil. Imagina que bailas —sugirió Adrien colocándose atrás de su compañero.

El pelirrojo sintió el aliento del más alto rozaba en su nunca pero su piel no se puso china hasta sentir la mano libre del modelo en su cadera.

—Déjate guiar —escuchó que le susurrara con un tono que podría decirse seductor.

«¿AdrienAgreste me está ligando? ¿PERO QUÉ COÑO?», se preguntó el ojiturquesa con un gran sonrojoen sus mejillas.

Acosador #PGP2019Where stories live. Discover now