Acosador #PGP2019

Capítulo 12

Nathaniel se encontraba sentado en una silla disfrutando de la vista que le daba el gran balcón de su cuarto.

Respingó cuando escuchó el tono de llamada proveniente de su celular, dudoso se levantó de su sitio y trataba de recordar donde había botado el dispositivo móvil. Se acercó a la cama y pudo percibir el sonido con mayor claridad.

—No cuelgues —rogó en el momento en que levantaba las sábanas y almohadas buscando el celular.

Dio un grito de victoria al lograr divisarlo entre su buró y la cama, lo tomó evitando que cayera al suelo y se apresuró a contestar.

—¿Hola?

—¡Nathaniel! Hola... Soy Adrien.

Un sentimiento extraño lo invadió al escuchar la voz de su compañero de clase.

—Ah hola Agreste... ¿Qué hay? —En cuanto terminó de hablar se arrepintió y estuvo a nada de abofetearse.

La razón era que no sabía cómo actuar con el famoso modelo, se trataba de alguien popular, exitoso a temprana edad y apreciado por todos. Y él tan solo es Nathaniel, hijo de un botánico poco reconocido y una ex actriz que ya nadie recordaba.

—Pues... Solo quería llamarte para saber cómo estabas —escuchó la risa nerviosa del rubio que solo terminó de incomodarle—. Y si has avanzado algo de la exposición.

—La exposición... Cierto —Se sentó en la silla que estaba frente a su escritorio—. No te voy a mentir, se me había olvidado. Así que no, no he avanzado nada.

—Ya veo, pues estamos a la par —escuchó decir al rubio—. Acabo de buscar en internet y encontré varios libros que podrían servirnos de bibliografía complementaria, están en la biblioteca del instituto. ¿Te parece si llegamos un poco antes de las clases y los buscamos?

—Sí, me parece bien —aceptó empezando a dar vueltas en la silla—. Igual buscaré algo más, adiós.

Sin esperar respuesta colgó y dejó el celular en el escritorio, dejó escapar el aire de sus pulmones y apoyo su cara en el borde de la mesa.

—Ya huelo mi humillación.

—¿Por qué lo dices Nath? —El pequeño kwami lo observaba desde lo alto del ropero.

—Soy muy malo exponiendo, me pongo nervioso y enredo las ideas. Y Adrien... ¡Es Adrien! Todo le sale perfecto, no le cuesta desenvolverse frente a fotógrafos, críticos mucho menos profesores.

—Nadie puede ser perfecto, pero tú puedes acercarte a ellos. Solo es cuestión de que te apliques —Trixx voló hasta estar frente al pelirrojo—. En estos meses he notado que tienes potencial y no solo para las artes, el problema es que eres perezoso.

—No te lo negaré, las ciencias son lo que menos me entusiasma. ¿Podemos hablar de otra cosa? No me agrada recordar que decepciono a mi padre al alejarme del campo que le gustaría compartir conmigo.

—Creí que no te importaba tu relación con él —dijo el zorrito, pero se arrepintió al notar la mirada triste de su portador—. Perdón. Mejor regresemos al tema que me dejaste hablando solo. ¿Qué fue eso con Queen Bee?

—Siguiente pregunta.

—Nathaniel...

—Trixx...

—No deberías jugar con los sentimientos de alguien.

—No estoy jugando.

—Pero no es algo mutuo. Mentiste para tu conveniencia.