El Rey De La Muerte *Yoonmin*

14

Jimin se encontraba frente al imponente Jeon Taehyung, el rubio que no paraba de ver la taza de té que tenía entre sus manos, era incómodo el silencio en el que se habían sumergido después de que los presentaron, pero como esposo del rey debía ser atento y buen anfitrión mientras el rey se reunía con un viejo amigo y aliado político. Lo que había descubierto a simple vista era que el rubio no hablaba con nadie, ni siquiera miraba a la cara, era muy extraño encontrarse a alguien así en Ryuumoon, pero respetaba su actitud, intentaba no tomarlo como alguien grosero.  

—¿Le apetece otra cosa? —preguntó con amabilidad.

Taehyung sonrió y negó. —Estoy muy bien, gracias—su voz era ligeramente más profunda a pesar de que se veía como alguien muy joven.

—¿Fue muy pesado el viaje? Si es así, puedo hacer que lo lleven a una de las habitaciones, para que descanse.

Parecía que eso que dijo fue el plus para hacer que Taehyung lo mirara, momentos después de hacerlo, rió por lo bajo, Jimin pensó que su sonrisa era hermosa, hacía lucir a su rostro aún más perfecto.

—Créame que me encantaría dormir, fue un viaje muy largo pero no puedo, usted sabe—hizo un ademán con la mano para restarle importancia a sus palabras.

—No lo entiendo—susurró perplejo—. Si esta cansado ¿Por qué no descansar?

—No puedo dormir o descansar fuera de mi reino, si no es al lado del rey—explicó cabizbajo—. Lo cual es horrible, sobretodo en estas reuniones que suelen durar horas.  

Jimin no lo entendía, pero sus amigos de la corte le habían explicado en múltiples ocasiones que ser esposo del rey no siempre era satisfactorio y que no todos contaban con la misma suerte, las tradiciones y las costumbres variaban dependiendo del reino al que se pertenecía, lejos de sorprenderlo, le llenó de curiosidad.

—Lo lamento, he olvidado que viene de un lugar completamente diferente, espero no haber dicho algo que le incomodara.

—En lo absoluto—suspiró—. Es amable de su parte ofrecerme tal hospitalidad, y créame que espero que mi declinación no sea grosera, pero, mi esposo prefiere que sigamos con esa costumbre cuando estamos lejos de nuestro hogar.

—Es completamente respetable, no me ofendería por algo así, pero, si puedo hacer algo para que se sienta más cómodo, no dude en decírmelo.

Taehyung le observó fijamente, sus ojos azules le llamaron la atención, estos parecían ser discretos a pesar de lo llamativos que eran, eran cálidos y podía ver en ellos el cansancio.

—Sólo espero que la reunión no tarde tanto—confesó con una sonrisa de disculpa.

—También lo espero, pero si dura demasiado, puedo hablar con mi esposo—asintió una vez llamando la atención de Taehyung quien elevó ligeramente una ceja.

—El rey Min ¿Es amable contigo? —aquella pregunta le hizo mirarlo, ambos se observaron a los ojos por unos segundos, la pregunta aparentemente inocente, estaba llena de una connotación extraña—. Lamento la pregunta Jimin, es sólo que he escuchado mucho del rey Min—fue la primera vez que lo escuchó hablarle de forma informal por lo que aprovechó el momento, odiaba hablarle de usted a alguien que notablemente era menor y no le gustaba que alguien fuera demasiado formal con él, lo hacia sentir viejo.

—No te preocupes, inexplicablemente sí—sonrió involuntariamente—. El rey Jeon ¿Lo es contigo?

El rubio lo miró y lo que vio fue un sentimiento que no pudo describir, porque no lo conocía. —Fui un príncipe, mi pequeño reino estaba más allá de las montañas del Norte, era una pequeña aldea,  aparentemente no tenía mucho que ofrecer, fuimos la nobleza de la nada—río con melancolía—. Vivía en las praderas, con el sol y los animales esponjosos, era tan feliz, pero a mis quince años mis padres me vendieron al rey del norte, he estado con él seis años y en todo ese tiempo puedo decirte con honestidad que lo amo, estoy enamorado y tendré un hijo de él —acarició su vientre el cual se veía plano a pesar de la ropa tan abrigadora que llevaba—. Pero él...yo no lo entiendo, él....a veces...