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Despertó por la necesidad impetuosa de ir al baño, fue difícil abrir los ojos, estos parecían estar hinchados, cuando lo logró su nublada vista no le ayudó a identificar dónde estaba, lo único que sabía con certeza era que la cama donde se encontraba era más cómoda y conocida, que ni los últimos meses le habían hecho olvidarla.

"Los últimos meses" pensó, aquello le hizo incorporarse quedando sentado en la cama, talló sus ojos con los puños de las manos tratando de encontrar un buen enfoque a su visión, abría y cerraba los ojos, era una horrible sensación, estar hinchado y adolorido.

Cuando todo se aclaró abrió la boca al darse cuenta de donde se encontraba en la recamara real, su ropa había cambiado a una más cómoda, de inmediato llevó ambas manos a su vientre que ya no se encontraba hinchado, recordó todo con una sonrisa, sus hijos habían nacido ¡Dos! jamás lo imaginó.  

Observó a su alrededor y se encontró con un cuerpo conocido sentado en una de las sillas, Yoongi estaba dormido recargando la cabeza en su mano, se veía angelical y al mismo tiempo cansado, aún se encontraba con la pijama puesta, Jimin miró hacía la ventana, donde la poca luz del sol le indicaba que apenas y estaba amaneciendo. Sus ganas por ver a sus hijos se acrecentaron al encontrar dos cunas al lado de la cama, quitó las pesadas cobijas de su cuerpo y trató de levantarse, el piso estaba frío, pero poco le importó, el dolor aún seguía, sin embargo, no era nada en comparación con las horas de agonía que había pasado antes, después de aquello estaba seguro de que jamás volvería a ver el dolor de la misma manera. 

Dio algunos pasos hasta que pudo verlos, tapo su boca para no gritar de la emoción, eran preciosos, blancos como la nieve, tenían unas mejillas rellenitas y sonrojadas, ambos llevaban gorros blancos, su hija e hijo, aquellos pequeños que había esperado con tanto amor y desesperación, se animó a acariciarles las suaves mejillas ¿Cómo le haría para criar a dos pequeños siendo tan inexperto? No tenía la respuesta para aquello, pero estaba entusiasmado por averiguarlo, suspiró por fin tranquilo, aquella opresión en su pecho se había ido, aunque tenía miedo de que Yoongi le haya perdonado por el momento de emoción, decidió confiar en su esposo a quien amaba con todo el alma. 

—Son iguales a ti.

Yoongi apenas despertaba, había estado la noche entera velando los sueños de Jimin, quien cansado había caído en un sueño profundo luego del esfuerzo tan grande que había hecho. Se levantó bostezando y le abrazó por la espalda besando su nuca.

—Creo que no—dijo risueño—. Yo los veo como tú. 

—Creo que vemos en ellos lo que más amamos—rio por lo bajo—. Son las criaturas mas hermosas que he visto en mi vida, quien diría que tendríamos dos en vez de uno.

Jimin ladeo la cabeza y asintió. —Por eso dolía tanto.

—Por eso estabas muy redondito —le acarició el vientre vació—. Aunque extrañaré tu pancita.

—Eso es malo—renegó en voz baja —. Pero es verdad ¿Cómo no se nos ocurrió?

—Somos padres primerizos, tal vez sea eso—suspiró dando más besos en su hombro—. Me asusté, eres terco muchacho y muy desobediente.

El rubio mordió su labio inferior, para reprimir una sonrisa de burla. —Lo sé, pasaron muchas cosas ¿No te sientes cansado? Deberías dormir en la cama.

—No, me siento feliz—le besó nuevamente la mejilla—. Demasiado, tanto que no quiero ir al consejo y pelear con esos malditos ancianos, pero es algo que debo hacer—chasqueo la lengua—. Tengo que proteger a mi familia.  

—¿Las cosas pueden empeorar? ¿Debo estar listo? —preguntó dándose la vuelta asustado, le miró con los ojos grandes y tristes—. No quiero que tengas algún problema.

El Rey De La Muerte *Yoonmin*Where stories live. Discover now