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El Consejo estaba por completo sorprendido al escuchar por boca del rey la resolución a la que había llegado, las opiniones eran divididas, entre los que pensaban que el matrimonio real tenía que ser previamente arreglado y utilizado como acuerdo político, a los que afirmaban que un hombre no desempeñaría un papel favorable, sobre todo si ponían en evidencia lo difícil que era para los donceles concebir sin ningún problema. 

Yoongi los escuchaba desde su silla mirando como su madre bufaba de vez en cuando al escuchar las escusas tan pobres que los ancianos usaban para respaldar sus opiniones retrogradas, ella podría desconfiar de su hijo, pero sin dudarlo se enfrentaría al consejo para apoyarlo. 

—Mi señor con todo el respeto que usted merece, no estamos de acuerdo con su elección—habló el representante del grupo—. Si lo que quiere es casarse, podemos encontrar un mejor partido, como la princesa Wang, su padre la estaba ofertando hace algunos meses—dijo con una falsa sonrisa—. O el hijo del ministro Kim, sus tierras están en la división del reino del Norte.

—Que poco conocimiento tiene sobre el tema señor Choi—habló la reina sin expresión alguna—. La princesa Wang está prometida y Lord Kim esta casado con el rey Jeon, además la ley de Ryuumoon no va a cambiar, mi hijo tiene que casarse con alguien del reino, para mantener la pureza de la sangre.

—Un buen amigo de la corona—reconoció Yoongi—. Los he dejado hablar, pero quiero que sepan que lo que digan no puede causar menos que aburrimiento de mi parte, no los convoque aquí para hablar de la aceptación de mi compromiso, sino para enterarlos de las próximas festividades—enmarcó una ceja—. Pero, claro que entiendo su preocupación, es por eso que he pensado mucho en ustedes ¿No querían las propiedades de Park? pues ahora tenemos la escusa perfecta para adueñarnos de estas, recibiremos más dinero y ampliaremos el comercio a los otros reinos teniendo como punto de partida el comercio interno.

Como por arte de magia miraron como el semblante de cada uno de los miembros del consejo se relajaba, dejando atrás el ceño fruncido y sonrieron ladinos, ellos querían poder y su rey se los estaba dando.

—Nunca dudamos de usted mi rey —dijo uno de los ancianos que en su momento fungió como mano derecha de su padre.

La celebración no se hizo esperar, Yoongi con una mano en la barbilla miró a su madre quien entonaba los ojos previendo la hipocresía de aquellos que estaban para velar por su seguridad política. 












Hartó de la situación salió del salón de reuniones, esperando poder relajarse una hora antes de reunirse con su general de brigada, caminó el extenso pasillo hasta la biblioteca personal que ocupaba cada que necesitaba tiempo a solas, al llegar ignorando a los guardias que hacían reverencia al verlo fue que pudo suspirar, se quito la chaqueta azul llena de insignias y la dejo en el perchero cercano a la puerta, caminó hasta la mesita donde guardaba las botellas de whisky y vodka estas últimas traídas desde el norte por su buen amigo Jeon. 

Se sirvió en un vaso de cristal y se dejó caer en la cómoda silla que estaba en el centro, por donde tenía una vista perfecta del  ventanal,  los jardines y el laberinto del castillo, era en esos momentos que le hubiera gustado perderse en alguno como cuando era niño. Sonrió al recordar aquella anécdota.

Cerró los ojos, pero no duro ni un minuto para que el estruendo de la puerta le despertara, cabreado por ser interrumpido en su lugar "especial" miró al intruso con ganas de asesinarlo, fue una enorme sorpresa encontrarse con una castaña en un vestido rosa pálido mirarlo con los ojos rebosando de furia.

—Vete—dijo sin más.  

—¿Te vas a casar con un maldito doncel? —ignoró por completo su petición. 

—Vete SuRan, no estoy de humor—advirtió por segunda ocasión.

—¡No lo entiendo Yoongi! tu y yo estamos en una relación. 

—Estábamos—corrigió cansado de tener que escuchar sus reclamos. Era por eso, que trataba de no entablar relaciones amorosas.

Aquello la hizo enojar mucho más, con manos temblorosas se acercó con ganas de golpearle el rostro, sin embargo, se detuvo porque sabía que era su rey y que esa ofensa la llevaría a la horca. Estuvo a escasos centímetros de dónde él estaba sentado. 

—No me puedes hacer esto, me prometiste que yo sería tu reina. 

—Las promesas cambian SuRan, jamás debes creer lo que un hombre excitado dice, fuiste una buena diversión—le sonrió—. Serviste bien a tu rey. 

—¡No me puedes cambiar por ese escuincle estupido!

Yoongi chasqueó la lengua. —Puedo y lo he hecho.  

—Él no es nada, es un asco, un maldito estorbo que ni siquiera podrá darte un hijo sano, es más ¡Morirá en el parto!

El pelinegro se levantó de su cómoda silla para encarar a la castaña, al verlo tan imponente SuRan dio un paso hacía atrás,  completamente asustada de la mirada que el otro le daba, esa que estaba inyectada de odio puro.

—¡No hables así de tu futuro rey! —explotó contra ella desquitando días de tensión y anticipación—. Cuando él venga al castillo y lleve en su dedo un anillo de diamantes que dicte que es mío, tú te arrodillarás ante él y le jurarás lealtad, porque de no ser así te juro por mi padre que te mato.

SuRan con lagrimas en los ojos bajo la cabeza avergonzada, sintiéndose usada por el rey de promesas falsas. —Sí, mi rey.

Yoongi sabía que nadie más que él entendía la fascinación que tenía hacía Jimin, ya que era algo que ni él comprendía, sin embargo no estaba dispuesto a que nadie pasará sobre su futuro esposo, porque el destino los había reunido y todos les debían respeto. 













Jimin bajo las escaleras con los ojos hinchados por tanto llorar, miró a su madre quien tomaba el té en el salón, esta al verlo acercarse le tendió un sobre y desvió la mirada. El papel de calidad y el sello encerado le dijeron una sola cosa, era un encargo del castillo. 

—¿Invitación? —susurró.

—Mañana conocerás al rey.

Jimin no dijo nada, simplemente observo la carta, cerró los ojos. Lo que muchos no sabían y que el doncel no recordaba, es que esa no sería la primera vez que él vería al rey, ellos ya se conocían.





 Lo que muchos no sabían y que el doncel no recordaba, es que esa no sería la primera vez que él vería al rey, ellos ya se conocían

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El capítulo que sigue es completamente nuevo, espero les guste. Los amo 🖤

El Rey De La Muerte *Yoonmin*Where stories live. Discover now