Punta, talón [YoonMin myg+pjm]♡

⌦ 10: Emergencia para Min Yoongi

Para Min Yoongi los lunes son particularmente pesados, pero este era la excepción. Al parecer a todos los inversionistas se les había olvidado la cita programada para revisar los balances del mes, eso lo liberó durante la mañana y decidió que era una buena idea salir por ahí para desayunar incluso invitó a su mano derecha en el trabajo alias Kim Namjoon, sin embargo el científico se negó limitándose a decir que el nuevo desarrollo lo tenía 24/7 en su colosal laboratorio.
Es por eso que el pelinegro llamó a su hija, sin embargo Yeji solo le envió un texto diciendo que se encontraba en clase, por lo que no podía atender al teléfono.
Yoongi pensó en lo que le había dicho su madre la última vez que habló por teléfono con ella “El hecho de que no tengas ni siquiera una persona para compartir el té es una emergencia, Min Yoongi” a lo que el pelinegro rió.
Ahora de verdad lo creía, es por eso que deambulaba solo por la plaza comercial cercana a su empresa, incluso fue caminando para hacer más tiempo y sentirse menos solitario. Era recién medio día y la mitad de los locales aún no estaban abiertos. Llegó a una cafetería y los empleados apenas comenzaban a limpiar los pisos, por lo que siguió de paso y se detuvo frente  a una de las tiendas que se encontraban abiertas; Una tienda de zapatillas e insumos especializados para Ballet.
Yoongi entró lentamente a la tienda y comenzó a recorrer los pasillos mirando los anaqueles y vitrinas, él ni siquiera tenía idea de que había tantos materiales para actividad que realizaba su pequeña Yeji durante las tardes. Decidió que sería bueno comparar algo de ahí para su hija, sin embargo no sabía qué podría ser bueno.
Él no sabía la talla de ropa de la pelinegra, ni tampoco sabía si necesitaba más vendas o listones. Él de hecho sabía tan pocas cosas de su propia hija que de repente sintió un dolor en el pecho, porque seguramente Yeji sí sabía tales datos básicos sobre él y poco a poco la medianamente feliz sonrisa que mantenía en sus labios se esfumó.
Llegó frente a la vitrina de zapatillas, vio varios modelos que le parecían lindos ¡Había una opción de bordar nombres! Min Yoongi abrió la boca de sorpresa, la mercadotecnia los tenía comiendo de sus manos.
—Deberías cerrar esa boca, no querrás que entre una mosca ¿Verdad? —Escuchó Yoongi detrás de él y se giro rápidamente para mirar al sonriente profesor de su hija.
—¿Qué haces aquí? —Atinó a preguntar y Jimin rió.
—Es más probable que un profesor de danza se pasee por estas tiendas a un empresario gruñón, créeme. —Mencionó Jimin.
—De hecho he llegado aquí por casualidad y decidí llevarle un par de zapatillas nuevas a Yeji. —Contestó al rubio.
—¿Ella necesita unas nuevas? —Preguntó Jimin—Que yo sepa las suyas están en perfecto estado.
—¿No están algo gastadas ya?
—Es mejor que se mantengan así, no tienes ni idea de lo difícil que es amoldar un par de estas. —Señaló a la vitrina. —Créeme ella no necesita unas nuevas, sabrás cuando necesite unas nuevas cuando veas en tu estado de cuenta que la pequeña las compró. —Rió de nuevo.
—Por lo visto hoy estás de muy buen humor, eres todo sonrisitas hoy, pero cuando te conocí incluso parecía que ibas a gruñirme. —Jimin rió aún más alto y Yoongi frunció los labios, se sentía una burla.
—Es solo que hoy estoy de buen humor, Min Yoongi. —Palmeó su hombro.
—Entonces si estás de buen humor ¿Aceptarías desayunar conmigo? —Le propuso.
—He desayunado ya, pero podría aceptar un café.