Capítulo 2

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Chiyo lo había dejado hace pocos minutos preparando la cena. Tenía una hora de tiempo para terminarla, debía de estar lista a las 8:00 p.m. Todos los ingredientes estaban a su disposición, él solito tenía que ingeniárselas con un platillo.

Encontró todo lo esencial para preparar un Bibimbap, una comida de su país natal. Cortó unos cuantos vegetales para hacerlos salteados, otros podían ir crudos en el platillo. Una porción de carne, y una salsa picante término medio. Mientras las porciones terminaban de cocinarse, cargó una olla con la salsa.

—Hola, ¿quién eres? —escuchó la voz a sus espaldas, la olla cayó al suelo a causa del susto generando todo un desastre. —¡Wow, lo siento!

Sasuke se volteó para encarar al causante de semejante susto que lo llevó a cometer tal acto. Sus facciones se relajaron al topar con un par de ojos azules, ni siquiera pudo hablar. El hombre frente a él levantó la olla del suelo, incluso tomó su mano para alejarlo del charco de salsa.

—De verdad lo lamento, no quería asustarte. ¿Tú eres?

—Sasuke... Uchiha. —en su vida había visto un hombre así de atractivo, vestía un conjunto informal, pero aún así se veía presentable; bendita la hora en que viajó a Japón. Tan siquiera caía en cuenta del desorden que había en la cocina. —Yo... —le llegó un apestoso aroma a quemado. —¡La carne!

Dejó al hombre para apagar la estufa y apartar la olla con la carne. Tenía partes negras. Suspiró decepcionado de sí mismo.

—¿Eres nuevo? —volvió a hablarle ese rubio.

—Tan siquiera creo que llegue a serlo, se arruinó la única cosa que tenía que hacer y no tengo tiempo de volver a empezarlo. —se apoyó en el mueble, pensando de una vez a qué otro lugar podía irse para buscar trabajo.

—Si Chiyo te puso a prueba, es porque cree que tienes la capacidad para quedarte. A otras personas solo les niega la entrada. —tomó unas toallas de cocina para empezar a limpiar el desorden. —Además, no fue culpa tuya.

—No es necesario que hagas eso, yo puedo limpiarlo. —también se agachó para empezar a limpiar.

—Y yo te quiero ayudar. No sería justo que arregles algo que yo causé. Déjame ayudarte a preparar lo que estabas cocinando de nuevo, entre dos sé que estará listo a tiempo.

No le había dicho su nombre, y ni siquiera se atrevía a preguntarle. De todos los trabajadores que había conocido ese día, no lo había visto a él. Sintió su corazón latir emocionado de imaginarse trabajando en un mismo espacio que él.

—¿No tienes algo que hacer? No quisiera causarte problemas.

—No, no te preocupes. Tú dime qué hacer y yo lo haré. —ese hombre tenía una sonrisa esplendida, capaz de contagiar hasta al más serio de los seres humanos.

—De acuerdo. Te encargarás de la carne y yo de la salsa.

Los dos se emprendieron a la tarea de empezar de nuevo con el platillo, solo las verduras no habían sido víctima de tan inesperado encuentro. Cruzaron entre sí pocas palabras, nada que avanzara al límite de lo personal. Sasuke necesitaba cortar unos cuantos chiles, pero el cuchillo apto para eso estaba en manos de ese rubio. Antes de pedírselo, se recriminó por olvidar una palabra tan sencilla.

—¿Me prestarías solo un momento el... —los ojos azules se fijaron en él, esperando que ese muchacho terminara de hablar. —...kal?

—...¿el qué? —levantó una ceja, dejando sus manos desocupadas. El pelinegro solo le señaló lo que necesitaba. —¡Ah, el cuchillo! Claro. —se lo dio. —¿Acaso eso fue coreano?

Un Matrimonio "Ilegal" [NS] (Wattys2019)Where stories live. Discover now