Un Matrimonio "Ilegal" [NS] (Wattys2019)

Capítulo 32

Naruto caminaba de un lado a otro en la habitación del hotel, intentando explicarle a Shikamaru su repentina desaparición. Reía nervioso, ya que se había ido sin avisar, solo Deidara sabe de su inesperado viaje a Corea.

—Déjame ver si entendí. —el hombre al otro lado de la línea sonaba molesto. —Has estado vigilando a Sasuke todo este tiempo por medio de agentes que tú mismo contrataste.

—Sí.

—Uno de ellos te avisó que él viajaría a Corea.

—Así es.

—Y tú decidiste ir detrás de él.

—Sip.

Hubo un corto silencio, Naruto solo esperaba que la reacción de Shikamaru no fuese mala. Al menos no lo suficiente como para que buscara la manera de hacerlo regresar.

—¡¿En qué estabas pensando?! ¡¿Tienes la mínima idea de las veces que Hinata ha llamado preguntando por ti?! Estamos a punto de cortar las líneas porque tiene a todo mundo harto. Y eso no es todo, te fuiste y dejaste el trabajo botado, sabes que estamos en una temporada importante, ¡necesitamos a nuestro jefe aquí!

—Por favor, Shikamaru, entiéndeme. —se sentó en la cama, mirando el reloj colgado en la pared, se preguntaba qué podía estar haciendo Sasuke en ese momento. —Aún lo amo, y él a mí, no quiero dejarlo ir tan fácilmente. ¿Qué pasa si decide quedarse a vivir de nuevo aquí? Quiero que sepa que voy a luchar por él.

—De verdad que estás mal de la cabeza. —se escuchó un suspiro al otro lado. —Y yo también por permitir todo esto. Apenas regreses tienes que poner al día todo el trabajo, ¡sin reclamos!, yo me haré cargo de unos asuntos, así que tienes tiempo para reconquistar a tu Romeo.

—¿Ya te he dicho que eres el mejor?

—Cállate antes de que me arrepienta. ¡Espero que esto valga la pena!

—¡Ya verás que así será!

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—¿Desde cuándo tienes tan mala suerte? Créeme que haber topado ayer con Naruto y hoy con ese... tú me entiendes, es demasiado. —su amiga le miraba con algo de pena, Sasuke ya se había tomado su tiempo para ponerla al día de todo.

Cuando lo vio llegar, no pudo evitar soltar un gritillo de emoción y lanzarse a sus brazos, le había echado de menos enormemente. Los dos estaban en el pequeño comedor.

—Y Jūgo me invitó a tomar un café.

—Créeme que si vas, te parto la cara. —fue directa, a lo que el pelinegro la miró con sorpresa.

—¿Por qué?

—¡¿Cómo que "por qué"?! —se exaltó, golpeando la mesa con ambas manos. —¿Cómo puedes salir con quien te fue infiel? ¡Recuerda todo lo que te lastimó! No, señor, si de aquí pretendes ir a verlo ten por seguro que no te dejaré ir.

—Sakura, no pienso verlo. ¿Me crees tan idiota? Como si tuviera algo importante que decirme, sabes que no me interesa todo lo que tenga que ver con él.