¡Bienvenido! ¿Qué va a pedir?

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Dallas

Abrí la puerta de cristal con marcos color chocolate, las manos me sudaban y mi corazón estaba agitado por haber corrido dos cuadras para llegar a tiempo. Una campana me hizo sobresaltarme como un gato asustadizo y miré a mi alrededor, por suerte no había mucha gente, lo que me tranquilizó un poco. Me acerqué a la barra de la cafetería y un tipo alto pelirrojo -probablemente teñido- me recibió con una sonrisa que podía opacar al sol si quisiera.

—Bienvenido a Coffee Place. ¿Qué va a pedir?

—Eh... —Miré detrás del mostrador nerviosamente. Un señor calvo de unos cincuentas notó mi presencia y se acercó con una sonrisa forzada, para nada parecida a la del pelirrojo.

—¿Eres el nuevo? —Me examinó de pies a cabeza—. El jefe te describió perfectamente.

Asentí nervioso.

—Sígueme, te explicaré algunas cosas.

Caminé detrás de él, sintiendo la mirada fija del chico de la caja registradora sobre mí mientras seguía al hombre.

—Éste es tu casillero —Me entregó una llave con un número que se había borrado a la mitad y podría ser un cinco o un seis—. Tu uniforme está adentro, cámbiate.

Asentí, un poco irritado de la forma en que me hablaba.

Introduje la llave en el casillero cinco y escuché un "clic" que me indicó que el número borroso no era un seis. Saqué una camisa color vino con el logo de la cafetería en letras blancas en el bolsillo izquierdo. Me desabotoné la camisa blanca que había decidido ponerme para causar una buena impresión y que al parecer no había ayudado mucho con el señor calvo.

—Listo, señor —dije, saliendo del cuarto al que lo había seguido. El hombre jugaba Candy Crush cuando me acerqué a su lado. Lo vi poner pausa al juego con un gruñido y luego me miró.

—Éste es tu gafete, póntelo —Me lo entregó. Entrecerré los ojos al notar que habían puesto una foto al lado de mi nombre.

—Chris te va a explicar lo básico de la caja registradora, y cuando venga Sam, ella te enseñará el arte de meserear —La boca del viejo se convirtió en una sonrisa extraña.

—Entiendo.

—Él es Chris, Chris él es...

—Dallas —Extendí mi mano y le sonreí. Si voy a pasar mucho tiempo aquí necesito llevarme bien con mis compañeros.

—Mucho gusto, Dallas —Apretó mi mano y sus ojos se volvieron medias lunas al devolverme a sonrisa. Fruncí el entrecejo.

—Chris, te lo dejo a tu cargo —anunció el hombre—. El jefe me estaba llamando hace rato.

Alcé una ceja con incredulidad. El pelirrojo notó mi gesto y reprimió una risita.

¿Por qué hay algo que me dice que él debería estar a cargo de mí pero se excusó con lo de la "llamada" y ahora se va a ir a jugar Candy Crush?

—Está bien, Grizz.

—Eh...

—No le prestes mucha atención a Grizz, es un poco imbécil —murmuró cuando se fue el viejo y luego se acercó a mi oído—. Presiento que va a ser despedido pronto.

Lo miré perplejo. El pelirrojo sólo rio.

***


—Bienvenida a Coffee Place. ¿Qué va a pedir? —preguntó el pelirrojo exactamente de la misma forma en la que me recibió.

—Uh... —La chica lo miró con la boca abierta y luego miró hacia el menú pegado en la pared detrás de Chris—. ¿Qué me recomienda?

A MESS [EDITANDO]Where stories live. Discover now