Rex

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Dallas

—Johnson —Alcé la vista y vi que era Liam Bell quien me llamaba. Tensé los hombros. 

—Hola Rex, veo que te aprendiste mi apellido.

Liam es otro de los amigos de Dylan, y uno de los idiotas que más me molestaba cuando éramos compañeros de baloncesto. Solía llamarme "baby face", pero sorprendentemente se sabe mi apellido ahora. Liam Bell es como Douglas, pero más imbécil y menos alto, y lo llaman Rex porque una vez usurpó la identidad de la mascota del equipo (un tiranosaurio rex) para hacer una broma a los de primer año. Es alguien con quien no deseas meterte a menos que quieras ver tu casillero lleno de basura y fruta podrida.

Si la vida real fuera como las películas, él estaría caminando en camara lenta, tocándose con una mano el pelo rapado como si hubiera entrado al servicio militar, y con la otra acomodándose su chaqueta negra de cuero. Unas letras aparecerían diciendo "Rex" y la imagen de él luciendo como todo un chico malo se congelaría por unos segundos. Pero esto es la realidad, y si Rex supiera en lo que pensé mientras caminaba hacia mí sin duda me golpearía.

—¿Entregaste el trabajo?

—Se entrega mañana, Rex. 

—Como sea, ¿ya lo hiciste? 

—Sí, ya lo hice, y sin tu ayuda —Un tic en mi ojo derecho me indicó que no estaba de humor para lidiar con este bully. Estoy demasiado cansado, demasiado desesperanzado, y demasiado frustrado con la vida en estos momentos. Chris, mi compañero de trabajo, ha estado haciéndome hacer todo tipo de cosas en el café, desde cocinar y preparar bebidas, hasta ser mesero y limpiar los baños. Para alguien que estaba demasiado contento llevando una vida de sedentario, las cosas no son fáciles ahora. 

—Espero ver mi nombre en la portada.

—Qué gracioso eres, Rex —Me levanté de mi asiento. Rex me empujó hacia atrás, casi tirándome de la silla por la fuerza que usó.

—No te parecerá gracioso cuando no vea mi nombre —amenazó. En ese momento sentí lo que es tener miedo de una persona.

¿Habla en serio? ¿Éste bastardo espera que lo incluya en el trabajo cuando ni siquiera se molestó en dirigirme la palabra hasta ahora? Wow, qué imbécil.

Solté un sonido que pareció burlón, y una mirada fue suficiente para que se desvaneciera cualquier rastro de ironía en mí. Rex no estaba jugando. Ajustó su chaqueta y pasó una mano por su cabello de nuevo, como si fuera un hábito incorregible.

David entró al salón caminando con prisa, juzgando silenciosamente a Liam, quien ni notó su presencia. Detrás de él, Blake trataba de seguir su paso, agarrando al pelinegro del hombro, como si tuviera miedo que David fuera a ponerse violento en cualquier momento. Blake es inteligente.

El pelinegro estaba usando por primera vez el uniforme opcional de la escuela de forma adecuada, pantalón azul marino, camisa blanca y corbata azul con zapatos negros. Por lo general, sólo usa la camisa, botas, y unas cadenas colgando de su pantalón de mezclilla. Hoy incluso tiene el pelo corto, el mismo estilo que Edson. Una ola de confusión me invadió. David odia con todo su ser parecerse a Edson, ¿por qué está vestido así?

—Quiero golpearlo, voy a golpearlo —David se dio la vuelta en dirección a la puerta del salón.

—Wow, wow —Blake extendió los brazos para evitar que el pelinegro fuera detrás de Rex—. Alto ahí.

—¿Qué sucede?

—Házte a un lado, Stone.

—Aprecio tu deseo suicida, pero no vas a golpear a nadie.

A MESS [EDITANDO]Where stories live. Discover now