MetGala // Harry Styles |TERMINADA|

Capitulo 9

No se cuanto tiempo estuve en el piso inconsciente, no creo que mucho porque la música seguía sonando. Me sentía rara, no mal, ni bien.
Me asusté cuando vi la jeringa ya sin heroína todavía dentro de mi brazo y rápidamente la quité.
Me puse de pie como pude, ya era hora de terminar esta "fiesta". Salí del baño y le dije a la gente que se vaya, no quería soportarlos más, quería dormir. Empujé hasta a un par de chicos que, no sabía si conocía, casi desnudos con otras mujeres fuera del lugar. Una vez sin personas en mi departamento me dirigí a la cama. La sala era un desastre total, no estaba segura pero creía haber visto hasta vomito en la pared.

Quedé sorprendida al ver que en mi mesita de luz había un paquete con una nota que decía; "espero hayas disfrutado". Al abrirla, sonreí, eran varios frascos con polvo y jeringas, Hans sabía bien que seguramente seguiría haciendo esto.
La guardé en la caja fuerte que había escondida tras un cuadro en mi cuarto y me dirigí a dormir, no me moleste en cambiarme la ropa, apenas toque la almohada, ya estaba profundamente dormida.

***

-Emma! -Sentía la voz de Benny gritarme. -Emma! Por el amor de Dios, Emma! -Cuando pude enfocar mi vista en él noté que estaba enojado, así que solo me senté en la cama y reí. Esto ya estaba haciéndose una rutina. -Que es lo gracioso!?

-Tranquilo... solo... -me costaba un poco hablar. -no se ni que pasó ayer. -Una carcajada salió de mi. -Pero estoy de buen humor, podría decirse, así que cuando es la entrevista? -No sabía ni por qué me estaba riendo.

Benny solo me agarró del brazo, furioso, empujándome bruscamente hasta el baño.

-Me haces mal, Benny. Tranquilo. -Hice que me soltara moviéndome cuando llegamos hasta allí.

-Tranquilo!? -Gritó cuando terminó de abrir el agua de la ducha. -Quieres que esté tranquilo!? Como puedo estar tranquilo cuando te ves de este modo? Cómo puedo estar tranquilo cuando encontré heroína en tu baño privado, Emma? Como!?

-Yo no sé de donde...

Agarró mi brazo de una manera extremadamente brusca, mostrándome el moretón que tenía alrededor de la pequeña lastimadura en mi brazo, era obvio que era mío y era una tonta principiante para dejar esas marcas.

-Debí dejarte sola desde el primer día que empezaste con estas cosas. En qué momento pasó esto!? Cuando empezó!? -Me miraba desafiante y cada vez apretaba más mi brazo.

-Y por qué no lo haces!? -Lo empujé para que me soltara y se alejara de mi. -Dime por qué no lo haces!? Déjame como todos lo hacen. -No me contestaba, estaba furiosa. No quería que se meta en mi vida, él solo quería dinero, a él no le importaba nada de mi. -Dime, que pasa? -Lo miraba desafiante. -Por que no me dejas y te vas con tu esposa! O qué!? Te recuerdo a tu hijita muerta?

Sentí su mano estamparse contra mi mejilla, casi me caía al piso por no ser que me sostuve de la pared. Puse mi mano en la zona adolorida. Ardía tanto que sentía como unas pequeñas arañas caminando por ahí.
Vi sus ojos cristalizados, mezclados de furia y tristeza. Cómo pude decir eso?

Y se fue, escuché un portazo segundos después viniendo de la puerta principal.
Me senté lentamente en el piso, estaba paralizada, con mi mano todavía en mi mejilla. Escuchaba el agua correr de la ducha que él había prendido para que me bañe. Mi respiración era agitada. Sentía que si me movía, algo malo iba a pasar. No podía llorar, tampoco hablar. El nudo en mi garganta cada vez se apretaba más y más.

Un rato después me quité la ropa y entré a la tina ya llena. Me senté en ella y lloré, lloré tanto. No podía parar.

***

-Entonces aquí tenemos a Emma Groodit... Buenos días! Como has despertado esta linda mañana de Miércoles? -Comenzó el presentador de la radio.

Di mi mejor sonrisa pensando; "que pregunta tan ocurrente", y contesté -Muy bien, muchas gracias por invitarme.

-Muchas gracias por venir. -Siguió hablando el hombre con voz gruesa, perfecta para una radio.

   La entrevista terminó más rápido de lo que pensé, preguntaron cosas sencillas cómo qué tipo de música pesaba hacer, cuando saldría mi disco, si ya estaba escribiendo y, hasta algunas preguntas al azar de fans. Luego pasaron unas canciones mías de años anteriores mientras me preparaba para irme, saludé a todos y les di las gracias. Nos tomamos un par de fotos para que suban a sus redes y me fui.
   Apenas cruce la puerta una oleada de fotógrafos y otras personas comenzaron a atacarme, preguntándome tonterías. Caminé rápido tapándome la cara hasta el auto, unos guardias me ayudaron a pasar, agradecí y subí a él. Odiaba la parte de salir de lugares con gente esperándome fuera.
   El chofer me llevo hasta mi casa y una vez en ella el olor me invadió, casi vomito. Benny no había llamado a nadie para que limpie el desastre como siempre, no lo culpaba, no tenía por qué hacerlo y yo soy una maldita perra.

  Comencé a limpiar todo luego de cambiarme la ropa a algo cómodo y desmaquillarme, me tomó más de 4 horas que quede todo medianamente bien, entre tirar infinidad de botellas, limpiar vómitos ajenos y abrir todo el departamento para que entre aire. Por suerte había olor limpio ya.

   Apenas terminé llame a mi hermano, que tardó unos segundos en atender.

-Hola? -Se escuchaba cansado.

-Hola, como esta la niña? -Pregunté rápido, tenía miedo de la respuesta, para ser sincera ni siquiera sabía si estaba viva. Espere toda la mañana que me llamara y no lo hizo.

-Oh... bien. -La punzada que había en mi pecho desapareció al escuchar esa única palabra. -Esta estable por el momento, creo que todo salió bien. -Dijo riendo entre dientes sin ganas.

-Me alegro muchísimo, no sabes lo contenta que me pone, Evan. Mañana mismo tomaré un vuelo hasta allí, si? Te llamaré.

-Bien... está bien. Nos vemos. -Su voz era baja, suave, sin ganas de nada. Colgó antes de poder saludarlo. Él estaba mal.

   Me recosté en mi cama para relajarme y procesar la información que me había brindado Evan, estaba feliz en parte y, por otro lado preocupada. No me di cuenta en que momento estaba mirando tan fijamente el cuadro de
mi habitación. Sentía una rara necesidad de volver a consumir lo que se encontraba allí atrás. En mis piernas, mi garganta, mi cuerpo lo pedía a gritos. Así que me paré y caminé lentamente hasta allí, bajé el cuadro de la pared y abrí la caja fuerte. Esto estaba mal?
   La caja seguía allí, igual como la había dejado. Pensé un largo rato si agarrarla o no, y lo hice. Y volví a inyectarme.

   No me desmayé, no dolió, estuvo bien. Me senté un rato en la cama esperando algún efecto, pero nada venía a mi. Opté por guardar todo y apenas volví a colgar el cuadro en la pared, pude sentirlo todo. Estaba viva, es una sensación inexplicable, mis ojos ya no estaban cansados y mi cuerpo no estaba agotado. Estaba bien.

   Gracias Hans.