MetGala // Harry Styles |TERMINADA|

Capitulo 15

Harry.

Siendo las dos de la mañana tuve que volver hasta la casa de Emma, me había quedado con su llave y no me parecía apropiado. Tampoco quería despertarla, solo entraría, la dejaría arriba de la mesa y me iría.
Apenas llegué abrí la puerta lo más despacio posible, seguro dormía y no quería molestarla, dejé las llaves arriba de la mesa y estaba por irme cuando vi su celular roto en el piso. Me acerqué para levantarlo y la ví.
Estaba en el piso con sus ojos cerrados y la misma ropa con la que la había visto hace unas horas, a su alrededor había múltiples tipos de drogas y alcohol, era obvio lo que había pasado. Mi corazón se detuvo por un segundo y corrí para sentarla, estaba helada. Lo peor se cruzo por mi cabeza.

-Emma! -Grité esperando que se despertara, pero no lo hacía. Golpeé su mejilla unas veces, despacio para no lastimarla y pude sentir mi corazón latir de nuevo cuando sus ojos se abrían lentamente. Ni siquiera podía mirarme, no sabía que estaba pasando, su mirada estaba oscura, casi negra.
La levanté como pude, el cuerpo no le respondía, era peso muerto. La llevé arrastrando hasta el baño, en verdad no sabía ni qué hacer en una situación así.

-Emma, necesito que vomites. -La senté al lado del inodoro, pero ni siquiera logré eso, se caía a un costado. -Emma! Mírame! -Agarré su pequeña cara para que fije su vista en mi, pero era imposible, sus ojos estaban en un punto cualquiera.
   Lo único que se me ocurrió en ese momento fue meterle los dedos hasta la garganta, lo cual funcionó y comenzó a largar lo que había ingerido. Las náuseas y arcadas de mi parte no faltaron, ver el desastre que estaba haciendo me revolvía el estómago.
Mientras la sostenía sentada para que no cayera, saqué mi teléfono y marqué a emergencias, me dijeron que inmediatamente estarían allí. Dieron algunas indicaciones en caso de convulsiones o desmayos, al solo escuchar esas posibilidades mi sangre helaba.

-Harry... -Pude escuchar en un susurro y veía cómo cerraba sus ojos lentamente.

-No. No cierres los ojos, mírame. -Su vista iba hacia mi pero se dirigían a cualquier lado en un instante, supongo que realmente no sabe lo que está viendo. -Estoy aquí, ya viene la ambulancia, tranquila. -La abracé más a mi cuerpo, sentía que si la soltaba se rompería en mil pedazos.

Escuché como se abría, o tal vez rompía, la puerta principal. Eran los médicos.
Ellos actuaron rápido, la alzaron sacándola del lugar para meterla en la parte trasera de la ambulancia, yo subí con ellos. Apenas el auto avanzaba uno de los médicos hacían lo imposible para que Emma se mantuviera despierta, mientras otro la llenaba de cables y tubos que ni siquiera sabía lo que eran. Me encontraba desesperado, no podia hacer nada más, todo estaba en sus manos.

Llegamos rápido al hospital, bajaron la camilla con la chica ya desmayada, corrí tras ellos pero una doctora se interpuso en mi camino diciendo que no podia entrar a la sala, que debía esperar.

  Tiré de mi cabello de la frustración que tenía, por que Emma había hecho tal cosa?
   Me senté en uno de los asientos que había en la sala de espera, recién entraba y yo ya quería noticias. Tenía que tranquilizarme.

   Vi que algunas de las personas que se encontraban en la sala me miraban fijamente y hasta algunos intentaban tomarme fotografías sin que lo note, pero lo noté. Ignoré eso y decidí llamar a Benny, recordé que intercambiamos números por cualquier tipo de trabajo cuando me dió en de Emma.

-Harry Styles! Que bueno llames, pero es raro el horario. No se si estarás aquí en California pero, cómo estás? -Contestó contento.

-Lo siento despertarte, hubo un problema... Emma está en el hospital "Vincent", tuvo una sobredosis o algo parecido, no se si estás aquí en Los Angeles... pero deberías venir o llamar a sus familiares. Recién entra para que la estabilicen, estaba desmayada. No sé nada mas. -Intente dar toda la información para que no tenga preguntas.

-Voy para allá, estaré ahí en unas horas, estoy en San Francisco. -Sin más, terminó la llamada.

   No sé cuanto tiempo estuve esperando luego de eso, habían pasado por lo menos dos horas o tal vez más, hasta me estaba quedando dormido. Ya eran las 5 de la mañana, ella había entrado 2:30 o más tarde, no lo sé, y seguía sin noticias.
   Un médico se acercó lentamente hasta mí preguntando si estaba allí por Emma lo que hizo pararme y confirmar la pregunta rápidamente.

-Esta estable, pero... en coma. No sabemos realmente cuánto tiempo estará así. También, le estamos realizando un lavado de estómago y sangre por la cantidad de estupefacientes consumidos, toxicología nos informó que las cantidades en su cuerpo fueron letales, todavía no sabemos cómo su corazón sigue latiendo. -Hizo una pausa, supongo que porque mi cara de susto empeoraba por cada palabra que decía. -Puede pasar a verla, si quiere.

-Si... si quiero. -Todavía estaba perturbando por la información recibida hace un instante.
   El hombre me hizo una seña para que lo siga, lo cual hice y abrió la puerta de una habitación no tan alejada de donde me encontraba.

-Lo dejaré solo para que pueda estar con ella. -Sin decir más nada, salió.

   No podía ni acercarme, verla tan frágil, las mejillas tenían un tono rojo, y sus lindos ojos con pestañas largas, cerrados. Un tubo de respiración estaba en su nariz y lo único que se escuchaba era la máquina a su lado que marcaba los latidos lentos de su corazón.
Tuve el valor de sentarme en la silla que había a su lado y tomarle la mano, una oleada de tristeza entró en mi cuando sentí el frío en ella. La culpabilidad de no saber cuál fue el motivo por el cual haya consumido esa cantidad de cosas y no haberla ayudado, me mataba. Tal vez debí insistir que deje de drogase apenas empezamos a hablar en vez de ignorar sus pupilas dilatadas y su forma de arrastrar las palabras cuando teníamos una conversación. Tal vez besarnos la tarde en la que estaba triste fue una mala idea. Tal vez necesitaba a alguien y ahora, tal vez, ya es tarde.

   Deposité un beso en su mano mientras la seguía mirando, era tan hermosa.

-Emma... -Hable triste, tenía que decirlo, quizá podía escucharme y era mi última oportunidad para quitarme este peso de encima, debía hacerlo. -Sé que no nos conocemos hace mucho pero, eres una gran persona y.... nos llevamos tan bien, hasta creo que me gustas un poco... a quien no? -Se escapó de mi una pequeña risa sarcástica y sin ganas. -Con lo linda que eres.... -Deje de hablar unos segundos pensando en las tonterías que estaba empezando a decir. -No me dejes ahora, prometo ayudarte, solo despierta.