Capitulo 40

2.7K 125 1
                                    

   Todo había sido horrible. Cada momento, cada segundo. Era todo muy triste, oscuro.
Ese funeral me había consumido todas las energías pero de igual modo seguía llorando. El agua no paraba de salir nunca.
Ver a mi hermano pegado a su tumba llorando como un desquiciado, desconsoladamente, nunca había visto algo tan horrible y desgarrador como eso. Perder un hijo es una de las peores desgracias en este mundo.

Por otro lado, mi madre estaba junto a su marido, también muy tristes, hablando con la gente de lo buena y amorosa que era la pequeña.

Yo no hacía nada, no decía nada, solo estaba ahí mirándolo todo. Y era todo horrible, esas cosas no deberían existir en este mundo.

Me encontraba inyectándome heroína en mi habitación de hotel sin parar mientras las lágrimas caían y caían. Reproducía cada momento con Maya, lo feliz que se ponía al verme. Esas pocas veces que pude verla fueron hermosas y se notaba sus ganas de vivir e inocencia en sus ojos. No estar con ella con frecuencia era mi culpa, por ser una adicta y por el maldito trabajo.

   Recordé que ella me había pedido varias veces conocer a Harry apenas se enteró que éramos pareja, se lo había prometido pero por nuestras malditas agendas ajustadas lo olvidé completamente y ahora me siento extremadamente culpable.

   Ingerí, también, un poco de cocaína por mi nariz para levantar los ánimos y mi cara se arrugó al sentir el dolor quemarte dentro de ella. Coloqué mi mano sobre la parte adolorida para sacudirla un poco con mis dedos. Hacía mucho no hacía eso.

   Se me ocurrió escribir en mi pequeño y negro cuaderno mis sentimientos, estaba tan enojada y drogada que mi letra era incomprensible, apretaba tanto el lápiz que rompía la mina numerosas veces, la hoja en la que escribía también se rompía a causa de los bruscos movimientos.

   Estaba mareada, con náuseas y todo daba vuelta. Mi única solución a todo este lío; Harry.

-Emma. Qué sucede? -Contestó rápido y desesperado apenas lo llamé, al ver que no contestaba, me apuro. -Háblame.

-Estoy muy drogada. -Le dije sinceramente, era consciente de mi horrible estado. Él suspiró, cansado. Su voz ronca me hacía entender que probablemente estaba durmiendo, era muy tarde ya.

-Te iré a buscar, dime dónde estás. -Su preocupación había disminuido. Que esté drogada hasta la médula y termine llamándolo o encontrándome tirada en cualquier parte ya era costumbre y me odiaba por eso. Me hacía recordar que la gente que me insultaba todos los días tenía la razón.

-No... -Sin intención, comencé a llorar como una desquiciada otra vez, mi corazón no soportaba nada más. -Maya murió, Harry.

-Oh... -Pude notar que no sabía que decir. Es que no había nada que decir, todo era horrible. -Vuelve a casa, Emma.

-No lo soporto más. -Mi voz apenas era entendible debido al nudo que estaba en mi garganta. Pasaba mi mano por mi cabeza, frustrada. Quería arrancarme todos los pelos de la bronca. -No quiero vivir más. -No era consciente de mis palabras, pues me encontraba extremadamente intoxicada. Pero lo que decía era totalmente verdad.

-No digas esas cosas. Vamos, vuelve a casa o iré a buscarte. -Insistía.

-No puedo, soy una maldita perra.

-Te encuentras en Londres con tu hermano? -Escuchaba cómo corría por la casa, no sabía que estaba haciendo.

-Estoy en Londres pero, sola.

-Mierda... -Susurró. -Estaré allí en unas horas, no te muevas.

-No vengas. -Sentía los ojos pesados, me estaba durmiendo mientras lloraba. -Lo mejor será que muera. - Cerré los ojos recostándome en la cama. -Tal vez esté muriendo ahora mismo.

-Emma! No hagas estupideces, por favor! Que tomaste!? -Gritaba, lo que me hacía alejar el teléfono de mi oreja. -Vuelve a casa. Nos casaremos, tendremos muchos perros, gatos, hijos si quieres. Podremos cantar canciones... las de rock que te gustan, a los gritos en una playa paradisíaca solo para nosotros dos si así lo quieres pero, por favor, no hagas estupideces. -Su desesperación me ponía nerviosa, prometía cosas con el solo fin de que volviera a casa pero no quería volver. Quería pudrirme aquí, en esta habitación desconocida, para siempre.

-Lo siento. -Suspiré, pero el aire se me entrecortaba. Ya ni siquiera podía respirar.

-Por favor! -Sollozó. -Piensa en mi, estoy locamente enamorado, Emma. No me dejes...

   Harry seguís hablándome pero mis oídos se habían vuelto sordos, ya no estaba oyendo lo que me decía. Me sentía adentro de un cuarto oscuro con puertas para salir a un exterior brillante pero, no importaba, ahí es donde debía estar. Y si no salía de ahí, los de afuera estarían bien.

MetGala // Harry Styles |TERMINADA|Where stories live. Discover now