El comienzo de la producción de mi nuevo disco con música que me encantaba hacer había comenzado, el rock en mis venas se sentía excelente. La discográfica estaba muy contenta con el resultado, pues las canciones eran pegajosas, la letra confusa hacía dudar de lo que se pudiera estar hablando y la melodía era perfecta, ni pesada, ni suave. Esto tendría éxito sin duda. El nuevo disco estaba por salir y siguiente a eso, si es que todo iba como esperábamos, iría a una nueva gira.
Benny también estaba contento por mi, trabajaba representándome nuevamente pero ya no teníamos la misma relación que antes, pues si preocupación por mi había disminuido. Supongo que ya no quiere involucrarse en mis problemas y es más que entendible, por que debería hacerlo?
También, estoy feliz porque ya nadie me dice qué hacer, nadie me reta si consumo o no lo hago. Puedo hacerlo tanto en mi casa escondida como en el estudio mientras grabo, nadie se sorprende de nada. Soy libre de mis actos. Aunque mi representante no le interese mi situación con las sustancias, me pide obviamente que no lo haga en público y que intente engordar.
Mi cuerpo cada vez estaba más flaco, mis mejillas absorbidas llamaban mucho la atención y mis brazos extremadamente marcados por lastimaduras, otro tanto. Las personas piensan que no me doy cuenta de mi aspecto por estar drogada constantemente pero si lo hago y no puedo cambiarlo. Por esto, he dejado de utilizar la redes sociales, las maneja una persona encargada de eso en donde publica solo fotos sobre mi carrera profesional, lo cual por mi está más que perfecto. No podría leer todo lo que dicen de mi.
Mi familia seguía sin hablarme aunque me han llegado algunos mensajes de texto de Evan diciendo que Maya estaba bien, que estaba igual que siempre, su estado no había mejorado ni empeorado estas semanas. Tenía muchas ganas de ir a verla, pero entre mi madre y todo el trabajo que tengo era imposible.
En cuanto a Harry no lo veo hace una semanas aproximadamente, su estadía en Roma se había extendido pero la mayoría de los días manteníamos el contacto. Él también se encontraba muy contento por mi y repetidamente le di las gracias por ayudarme a conseguir todo. Lo único que me molestaba era que me insistía con rehabilitación, ya habíamos probado una vez y no funcionó ya que efectivamente no tenía un problema. Me molestaba muchísimo que intentara cambiar mi estilo de vida y se lo había dicho múltiples veces, siempre terminaba en una pelea pero al instante volvíamos a llamarnos y disculparnos entre nosotros. En cuanto a lo que pasó la última vez que lo vi, me sentía humillada. Sentía que le daba un poco de asco por ignorarme de tal manera. Y dolía.
-Excelente, podríamos hacer de nuevo la primera parte? creo que podría estar mejor. -Dijo el hombre que me ayudaba a grabar las canciones en el estudio, él se encontraba sentado del otro lado de la puerta justo a muchos botones y controles que entendía muy poco y yo estaba justo al micrófono donde pasé toda la tarde cantando para grabar las canciones.
-Claro. - Accedí dando una pitada a mi cigarro, no sé si se podía fumar dentro del lugar pero he decidido que si.
Comencé a cantar nuevamente, disfrutaba mucho esta parte de mi trabajo aunque a veces pueda ser molesto. Hoy había pasado por lo menos once horas aquí, mis botas altas hasta la rodilla ya me hacían doler los pies. Sacaba mi voz desde lo más profundo de mi estómago para que soñara lo mejor posible, tengo que admitir que eran canciones muy difíciles de cantar y estaba dispuesta a hacerlas las veces necesarias hasta que salga perfecto.
-Espera, Emma. Visitas. -Me interrumpió el hombre. -Tómate un descanso, iré a tomar un café y seguiremos. -Vi cómo se levantaba de su silla y se iba.
Quité mis auriculares y la puerta donde me encontraba se abrió dejándome ver a un Harry abrigado por el frío que hacía afuera, una linda sonrisa y un ramo de flores en sus manos. Me reí apenas vi las rosas rojas, me dió mucha ternura pero al mismo tiempo causó gracias ya que nosotros no somos el tipo de pareja que suele hacer cosas románticas, supongo que por varias circunstancias de nuestro tipo de vida.
-Que cursi. -Le dije con una sonrisa mientras daba la última pitada y apagaba el cigarrillo en el cenicero.
-Tu crees? -Elevó sus hombros y comenzó a acercarse a mi para luego abrazarme fuerte. Nos extrañamos cada día. -Deja de fumar aquí, hay un olor horrible. -Me reprochó depositando un beso en mi boca.
-Si, mamá. -Tomé las flores para olerlas, eran hermosas. -No sabía que llegarías hoy.
-Yo tampoco, te escribí un mensaje temprano pero no lo has visto.
-Estuve todo el día aquí, ya casi terminamos. -Le comenté entusiasmada aunque él ya sabía todo, se lo había contado por teléfono. -Quieres oír las que ya están listas? -Caminé hasta la otra parte de la habitación donde la computadora se encontraba con todas las pistas terminadas, el me seguía.
-Si, claro. Pero antes... necesito que hablemos de unas cosas.-Su voz cambio a algo más seria, lo que me preocupó.
Me di vuelta en la silla giratoria en la que me había sentado para poder mirarlo mejor, su seriedad me preocupaba cada vez más. -Que pasó? -Encendí otro cigarro, supongo que por el nerviosismo de lo que pudiera llega a ser. Pero, qué podía ser? Nada malo había sucedido.
-No quiero que te veas más con Hans, Emma.
-Qué? -Mis cejas se fruncieron al máximo al oír esto, qué estaba diciendo?
🖤Hasta acá los capítulos de hoy🖤
Estos dos no paran de pelear ni un segundo. No los aguanto jajajaj igual Hans siempre me cayó mal.
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Pero tranquilos! Prometo que ya van a venir cosas lindas... eso espero.
