Capitulo 36

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   Mi teléfono sonando me despertó y al ver que Harry seguía durmiendo a mi lado, con la misma ropa que llevaba ayer, atendí rápido para que no despertara.

-Por fin contestas, niña. Eres consciente de que tu música está a la venta y se vende como pan caliente? -Era mi nuevo representante.

-Oh... en serio? -No sabía que decir, estaba sorprendida. Ayer lo había olvidado completamente.

-Si... pero hubo un pequeño problema. -Cambio su tono de voz.

-Qué es? -Comencé a preocuparme, que podría estar saliendo mal? Me levanté de la cama suavemente para no despertar al chico que se encontraba a mi lado y fui fuera de la habitación.

-Se filtraron fotos tuyas y Harry Styles en la puerta de una casa besándose, con cajas en manos y demás, como una mudanza. Acaso estás con él?

-Si... -Que la gente sepa que andaba con el tipo más codiciado por todas las adolescentes, era un problema.

-Hemos desactivado los comentarios en Instagram y las interacciones en Twitter de personas que no sigues están bloqueadas, te recomiendo no leer nada. Solo eso. No te preocupes, la música se vende. -Dejó de hablar unos segundos. -Te llamaré más tarde, estás semanas tendremos mucho trabajo, si?

-Si. -Fue lo único que pude decir, se despidió y cortó la llamada.

   Me sentía neutral, por un lado feliz porque el disco se venda y por otro preocupada por lo que las personas deben estar diciendo de mi. Dejé el móvil arriba de la mesa y no podía dejar de mirarlo fijamente, quería leer, quería saber lo que decían pero no era bueno para mi salud mental en absoluto ya que me suelen afectar mucho lo que puedan llegar a decir de mi.

   No pude evitarlo y lo agarré, abriendo la bandeja de mensajes de una de mis redes y si, era realmente horrible. Qué había pasado con toda la gente bonita que me escribía? Desaparecieron de un día para otro. Lo único que mis ojos veían era; "no eres buena para él", "eres una drogadicta", "tu nueva música es una porquería" hasta algunos me amenazaban para que deje a Harry. Lo peor de todo era que lo que decían era todo verdad, no era buena para él y si, era una maldita drogadicta. Sentía que mi alma se caía a pedazos con cada palabra que leía y los mensajes no paraban de llegar. Por qué la gente es tan mala?

   Me encerré en el baño para seguir leyendo a solas, era totalmente masoquista de mi parte pero no podía parar. Involuntariamente las lagrimas caían de mis ojos sin emitir sonido, solo rodaban por mi cara mientras mis ojos se movían por toda la pantalla, leyendo cada mensaje, cada comentario, insulto y amenaza, cada verdad. Lentamente bloqueé mi celular y lo dejé en el suelo del baño donde me encontraba sentada, si seguía... sentía que iba a quebrarme en miles de pedazos.

   Todo estaba en silencio menos mi mente, repitiendo cada texto leído, sofocándome terriblemente. El vacío y desilusión entró en mi. No podía enojarme con ellos realmente, pues tenían razón; alguien como yo no puede estar con alguien como él. Cómo podría enfadarme cuando todo era exacto.

   Mi cerebro, repentinamente, comenzó a reproducir las veces que hice correr a Harry de aquí para allá por sentirme mal de lo drogada que estaba, hasta lo había hecho correr hasta un campo desconocido de Nueva York cuando él se encontraba haciendo su trabajo en Los Angeles. Había hecho que me lleve a un hospital y esperé horas para saber si había muerto o no. Debí haber muerto.

   Yo no debería estar viviendo con él, no debería estar arruinándole la vida. Maldita sea, cada segundo que pasaba me odiaba más y más. No soportaba estar en mi propia piel, no soportaba verme en el espejo.

   Sin pensarlo fui hasta donde había escondido un poco de heroína y volví a encerrarme en el baño. Inyecté todo lo que pude, tal vez una sobredosis y morir era mejor que arruinar vidas ajenas, de todos modos, no tenía suficiente para concretar el hecho pero, todo se volvía más tranquilo y borroso cada instante. Me costaba pensar, incluso había olvidado lo que estaba pensando hace un momento.

   Decidí acostarme en el piso, al lado de la jeringa usada y cerrar los ojos para más tranquilidad. La pesadez y sueño en mi cuerpo aumentaba, al igual que la acidez en mi estómago y el dolor de cabeza. Aunque no me gustaba toda esa sensación, era mejor que pensar en cómo todos me odiaban.

-Emma. -Tocaba la puerta Harry del otro lado.

   No tenía ni fuerza para emitir palabras y decir que todo estaba en orden. El tiempo pasaba distinto cuando estaba drogada, no se si fueron segundos u horas cuando la puerta se abrió por la patada que le había pegado.

-Mierda. -Dijo tranquilo, supongo que todo esto era costumbre. Se sentó a mi lado, en el suelo y me levantó dejándome sentada sobre él sosteniendo mi cabeza. No podía sostenerla por mi misma. -Qué pasó? -Preguntó, su voz tierna y serena me adormecía más.

-Ellos tienen toda la verdad y todo es muy malo. -Salió de mis labios, no sabía si había usado las palabras correctas, no tenía conocimiento de las palabras existentes en mi vocabulario.

-Qué? -Preguntó y me hizo dar cuenta que si, no tenía ni la más remota idea que estaba diciendo. Al ver que mis ojos se cerraban y no respondía su pregunta, siguió intentando hablarme. -Ven, te acostaré en la cama. -Me levantó en sus brazos y un mareo intenso se formó en mi cabeza. Todo daba vueltas.

   Sentí como sus brazos ya no estaban a mi alrededor, siendo remplazados por un suave colchón de sábanas blancas, nunca había notado que las sábanas eran tan blancas, limpias y brillosas.

MetGala // Harry Styles |TERMINADA|Where stories live. Discover now