Capitulo 39

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Salí a caminar un rato, necesitaba despejarme de todo lo que había leído nuevamente en mi celular. Habían salido nuevas fotos mías y de Harry cuando estábamos caminando tomados de la mano en un centro comercial, pensamos que tendríamos suerte y nadie se daría cuenta pero fue muy tonto, era obvio que pasaría.

   Recuerdo que el día que paseamos por ese gran shopping mucha gente empezó a llegar, a cantidades. Entonces unas personas amables en su negocio, literalmente, nos encerraron con ellos para que nadie pasara mientras los guardias llegaban a rescatarnos.

Pasar por esa cantidad de personas amontonadas, empujándote para una foto era horrible. La peor parte, a mi parecer, era que la gente no tenía ni un poco de sentido del espacio personal pues, por ser nuestros fanáticos supuestamente tenían el derecho a abrazarnos, darnos besos o hasta poner celulares en nuestras caras mientras intentamos caminar.

   Entiendo. Entiendo totalmente la emoción y los aprecio por las ganas pero, que un extraño venga a abrazarte, besarte y tu tengas que poner la mejor cara, era horrible. Y no solo eso, también hay que soportar que golpeen el vidrio del auto para que lo bajes, fotos mientras comes, mientras haces ejercicio, caminas, hablas, lees, bailas en un club, hasta tal vez mientras tienes momentos íntimos con alguien. Si eres alguien con autoestima baja o simplemente tímido, es inexplicable lo que se puede llegar a sentir.

   Tal vez a Harry no le molestaba a veces, le gustaba el cariño pero en otras ocasiones simplemente no hay ganas de que todos te estén manoseando. En cambio, para mi era insoportable, la gente se me hacía insoportable y su creencia de derecho al toqueteo. No me gustan los abrazos, no me gusta el cariño pero hay que poner la mejor cara de todos modos.

Y si te niegas a todo ello eras la peor escoria del universo.

Es parte del trabajo. Cómo no volverse loco? Estar drogada me salvaba de varios picos de estrés.

Él ni siquiera sabe el odio que recibo por esto todos los días desde el celular y tampoco planeaba decírselo, era mi merecido por hacerle pasar todas las cosas que le hago pasar, por todos los días que he arruinado de su vida por estar en estados deplorables y vergonzosos, que nunca podré devolvérselos.

   Salir a caminar para intentar despejarme fue en vano, lo había hecho para no inyectarme pero la caminata me había provocado repetir las palabras en mi cabeza más y más. Así que volví e hice lo que tendría que haber hecho en el principio, nada se comparaba a eso. No me había pasado como para estar tirada en el piso, podia seguir haciendo mis cosas diarias pero un poco más anestesiada.

   Harry no estaba en casa, había salido a entrenar, creo que practicaba boxeo en un lugar a unas calles de aquí.

   Mientras estaba haciendo un licuado de durazno, mi teléfono sonó. No lo había escuchado por el ruido de la licuadora pero por suerte pude ver que la pantalla estaba prendida y llevaba el nombre de mi hermano en ella.

-Hola, Evan. Qué tal todo? Tanto tiempo. -Saludé cuando apagué la licuadora, intentando sonar contenta de volver a hablar con él.

-Hola, Emma. Te llamé para avisarte que... -un largo suspiro salió de si y pude escucha como del otro lado de la línea se encontraba llorando en silencio. -... Maya murió hace unas horas.

   El mundo me dio vueltas, no estaba muy segura si lo que había escuchado era correcto, lo era? Una pequeña niña que lucho años contra el cancer, había muerto.

   Mi corazón se había parado tanto que no le podía contestar, no sabía que contestar. Las manos me sudaban, el cuello me dolía. El sofoco había llegado a mi y un hilo de escalofríos pasaba por mi espalda.

-En unas horas será el funeral. -Siguió hablando. -No se en que parte del mundo estás, pero si quieres venir, puedes. Es a las nueve de la noche. -Explicaba desganado.

-Iré. -Fue la única palabra que me salió en toda la conversación y cuando Evan cortó, el enojo entró en mi.

   Esto era injusto, nada tenía sentido. Por qué los niños mueren?

   Rompí el vaso en el que había servido el jugo anteriormente, el cual se estalló en miles de pedazos y ensució toda la cocina, seguí tirando platos, cuadros y todo lo que veía a mi paso. Quería romperlo todo, todo era culpable de la muerte de esa pequeña. El mundo era culpable. Un grito totalmente ahogado salió de mis pulmones y fue el detonador para un horrible llanto.

   Veía como todo estaba roto en el suelo mientras lloraba desesperadamente. Acaso todo esto era real? Acaso el sufrimiento tiene fin?

   Recordé que si no viajaba hasta allí ahora mismo, no llegaría a tiempo para el funeral, corrí rápidamente buscando una mochila donde metí rápidamente un poco de ropa, dinero y algunas de mis otras pertenencias.
Salí de la casa, cerrándola y agarré el auto para ir directo hasta el aeropuerto. Iba rapidísimo, no controlaba mis pies, ni mis manos, ni mi vida en este momento. La rabia y las lagrimas que me nublaban la vista seguían allí molestando mi cuerpo.

Otra vez, mi teléfono sonó y ya le sentía un repentino odio.

-Qué? -Mi voz quebrada hablaba mientras manejaba a toda velocidad por las calles de Los Ángeles.

-Donde estás? Qué pasó en la casa? Te encuentras bien? -Preguntaba millones de cosas a la vez, había olvidado que dejé el desastre en la cocina por haber salido corriendo.

-Si. Harry, no me llames por un par de días, necesito estar sola. -Era horrible lo que le estaba diciendo, pero no quería hablar con él ahora. Si llegaba a darme una mínima palabra para que me sienta bien rompería todo, no quería sentirme bien. Me merezco todo el dolor.

-Qué hice mal? -La preocupación en su voz me hacía llorar cada segundo más. -Por qué estás llorando, Emma?

-No me llames más, volveré en unos días. -Sollocé cerrando los ojos unos segundos y por esa distracción un auto pasó muy cerca de mi y tuve que esquivarlo. Una vez que había llegado al aeropuerto, tomé mi mochila con la mano que tenía libre sin el celular y bajé.

-Puedes, por favor, decirme qué sucede? -Suplicaba.

Sin pensar corté la llamada, no pensaba escuchar más sus preguntas que me rompían el corazón . Me coloqué unos lentes y un gorro para que nadie pudiera reconocerme y espero funcione. Caminaba por todo el aeropuerto mientras lloraba, no podía parar un segundo.

   El vuelo fue lento y me la pasé mirando la pequeña ventana donde solo se veían nubes y cielo azul, el sol brillaba como nunca y eso también me enojaba. Todo me enojaba, todo me hacía llorar.

   El agua que me dieron para que tomara durante el vuelo no pasaba por mi garganta, estaba totalmente cerrada, apenas podía pasar aire a mis pulmones sin ahogarme.

   Me sentía ansiosa, sentía que un ataque de ira, pánico o cualquier cosa iba a desatarse en un momento. No podía dejar de hacer templar mis piernas y soné mi nariz más de treinta veces en el trayecto.
   Todo era insoportable.

MetGala // Harry Styles |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora