Capítulo 48.

435 76 67
                                    

Corro ayudarle a River para cerrar la puerta, pero es inútil. Es imposible vencer a seis militares. Dos de ellos someten a River y uno a mí, situándonos de rodillas sobre la madera. Están por hacer lo mismo a mi abuelo, pero el sede con una tranquilidad que siempre envidie.

— No se atrevan a hacerle daño, no a él.— grito, hacia los militares de a un lado de mi abuelo.

Uno de ellos me mira fijamente, es corpulento pero no tan alto como los otros, su cabeza está afeitada pero el pelo comienza a crecerle.

— ¿Entonces a él sí? — señala, hacía River.

El hombre hace un movimiento con la cabeza y el que sostiene a River lo jala por el cabello haciendo que su cabeza caiga hacia atrás.

River no grita, ni hace la más mínima expresión.

— Con qué te estás resistiendo, ¿te crees muy valiente? — el hombre se aferra de su cabello y suelta un puñetazo contra su cara.

Suelto un grito.

Pero River sigue si expresión alguna.

— ¿Llamas valiente al que trae a cinco hombres consigo?  — el hombre de cabeza afeitada hace el mismo movimiento con la cabeza y otro de ellos suelta un puñetazo en su estómago.

— ¡Basta! — suplico — ¡Por favor, por favor déjenlo!

El hombre viene hacia mí y se inca para estar a mí altura.

— Niña, tú no decides lo que puedo hacer o no. — acaricia mi cabello —. Si yo hago esto — mueve su mano y enseguida le dan otro golpe a River en la mandíbula provocando que suelte un jadeo —. Ellos me obedecerán, eso se llama poder. El que por lo visto ninguno de ustedes tiene.

Mis ojos se encuentran acuosos, el tipo acaricia mi rostro pero River grita— : ¡Quita tus manos de ella maldito cabeza de rodilla!

El tipo sonríe de una forma poco agradable, lo siguiente que hace es levantarse y ponerse frente a él, pero River sin ningún miedo o temor le escupe.

— No tengo tiempo para esto.

Y sin ningún aviso dos de los hombres comienzan a soltar golpe tras golpe, mis gritos inundan el cuarto.

Intento soltarme de su agarre.

— No mires, gotita, no mir.... — jadea, arrastrando las palabras.

El hombre me toma por el rostro apretándome por mis mejillas.

— Te aseguro que por dentro está deseando morir, y te prometo que se lo vamos a conceder.

Aprieto mis ojos no queriendo ver lo que le hacen a River. Su camiseta está llena de sangre al igual que su cara.

No puedo, no puedo soportar tanto dolor.

— Mira con atención. — Me aprieta más fuerte.— ¡Te estoy diciendo que mires!

— ¡Suéltenlo! ¡Por favor! — mi abuelo implora.

La puerta se abre y los golpes se  detienen cuando esta persona entra a la habitación.

Amelie.

— ¿Qué ocurre aquí?

Camina por la habitación deteniéndose frente a River.

— Mi señora, el chico necesitaba respetar a sus superiores.

— Yo te di una orden y no fue matar a este chico a golpes.

El cuerpo de River está tendido en la madera y no se mueve al igual que mi corazón.

RAIN [Libro 1]Where stories live. Discover now