7

12.6K 774 56
                                    

-Arriba, que no quiero flojas en esta casa- siento como mi cara impacta contra el suelo a causa de la caída, aún con sueño me levanto para ver quién fue el infeliz que me interrumpió de mi sueño con Zac Efron bebé.

-¿Qué carajos te pasa? ¿Sabías que estuve a punto de realizar la frotación con Zac Efron?- digo ya de pie, tratando de acostumbrar mis ojos a la luz. Veo que se trata de Asher.

Siento como me acorrala contra la pared, poniendo su pierna entre las mías, haciendo presión a mi cadera- Ni en tus sueños harás eso, eres mía y el que se atreva tocarte-siento como roza sus labios a mi cuello- no vivirá para contarlo.

Veo como se aleja- en fin, no quiero a perezosos aquí, así que alistate, que hoy comienza tú entrenamiento- sin más sale de la habitación.

Uno ya no puede soñar con su amor platónico porque ya la andan violando y amenazando a sus pretendientes, pésimo servicio.
Me encamino al armario y tomo ropa deportiva, es un top con uno short, amarro bien mis cintas, me hago una coleta y bajo hacia la sala. Al bajar veo a Asher al final de las escaleras.

-Al fin, creí que tendría que ir a tu habitación para traerte-

-Ajá sí, ¿Me recuerdas para que haces esto?-

Cuando llego con él nos encaminamos a la puerta- Sí que eres olvidadiza- dice mientras se estira -te recomiendo que lo hagas-.

Comienzo a estirarme, al terminar iniciamos trotando adentrándonos al bosque.

-¿Me lo vas a decir o dejarás las palabras en el aire?-

-¿Es que acaso no recuerdas que ayer hicimos un trato? Si me vences quedas libre-

-Ohhhh así que es eso, no entiendo en qué consiste eso, ¿Porqué no simplemente me dejas ir y ya?-

-Porque son mis reglas y aquí mando yo, además míralo como algo bueno, aprendes a defenderte, hay cosas en mi mundo de las cuales aún no estás preparada y que mejor que aprender a defenderte-

-¿Y Jay? ¿Qué tiene que ver ella contigo?-

-Luego lo sabrás, mientras estés menos enterada de toda está mierda será mejor-

Mis piernas no responden, respiro agitadamente.

-¿La niña ya se cansó? Jajaja querida, esto apenas es el calentamiento-

Lo veo con cara de horror - Estás bromeando ¿Verdad?-

-No, ahora no seas débil y sigue que aquí no dudarán en comerte-

-¿Qué?- pero cuando dije eso él ya no estaba, vaya mierda, estoy muerta de cansancio en quién sabe que lugar, totalmente sudado y resulta que esto es el calentamiento, ya llévame Diosito. Emprendo nuevamente mi trote hacía la casa.

Cuando por fin llegó veo a un Asher muy sentado en el suelo- lo disfrutas ?no?- digo tratando de regular mi respiración.

-Cómo no te imaginas- dice con una sonrisa de oreja a oreja.

-Jodete- digo sentándome a su lado.

-¿Qué haces? No te sientes, sigue el entrenamiento físico- siento como toma mi mano y comienza a arrastrarme hasta la parte trasera de la casa.

-Me estás jodiendo....- me lleva hasta un cuarto el cual es un mini gimnasio con todo equipado.

-Claro que no, princesa, ahora- camina hasta unas pesas, las toma y esta vez viene hacia mi.

-¿En serio crees que voy a poder levantar esas cosotas? Está enorme-

-Gracias, no eres la única que me lo ha dicho, ponte en posición, no están tan pesadas-

-Ay si, como no, ya me vi muerta-

-No dejaré que nada te pase, confía en mí- veo como deja la pesa en el suelo, mientras él se posiciona atrás de mi- tienes que tener las piernas ligeramente separadas y tienes que sacar un poco el trasero para que no te lastimes, ahora sí, tómala.

Hago lo que me pide, me agacho y con cuidado tomo la pesa, al momento de cargarla se me viene hacía adelante, causando que casi me de contra el suelo, siento unas manos en mi cintura.

-Tranquila, no te pasará nada, anda, vuelve a intentarlo- me pone en posición, pone sus manos con las mías, su cuerpo queda totalmente pegado al mío, cuando me inclino siento su miembro en mi trasero, esto es muy vergonzoso. Con la pesa bien sujetada, me ayuda a levantarla y a llevarla hacia mis hombros logrando así levantarla, duro así unos cuantos segundos antes de dejarla caer.

-¿Lo ves? Todo salió bien, pequeña-

Eternidad CompartidaWhere stories live. Discover now