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Al día siguiente Alba nos manda a llamar. Bajamos y nos la encontramos sentada en la sala.

-Hola chicos, sientense-

-¿Pasó algo Alba?- la miro con cierto temor, temor de que Asher nos haya encontrado, temor de que me vuelva a llevar con él encontra de mi voluntad.

-Oh no, nada malo solo les hablé para discutir como y cuando haremos la ruptura del lazo que te une a Asher- me dirijo una linda sonrisa que logra tranquilizarme. Así que era eso.

-¿Y cuándo será? ¿Necesitaremos algo en especial?-

-Los podemos hacer hoy en la noche, es luna llena así que gracias a ellos puede que tengamos mayores probabilidades de wue funcione el hechizo. Lo único son unas hojitas que se encuentran en la tienda de especies a unas cuantas casas de aquí, las mías se han terminado-

-¿Y para qué necesitas esas hojas?-

-Haré una posima para que la bebas antes de iniciar con el ritual-

-¿Le hará algún daño al bebé eso?- involuntariamente pongo mi mano en mi vientre abultado. Creo que solo es cuestión de semanas para que de a luz.

-Por supuesto que no, yo te doy mi palabra de que no le hará nada al bebé, es potente para lo que queremos usar pero no lo suficiente para dañarlo-.

-La tienda a la que te refieres ¿Es de Aviva?- River, quién no ha dicho una sola palabra desde que llegamos a la sala por fin habla.

-Sí, pensaba que podrían ir y así puedes llevarla a conocer la manda-

-¿Nos vamos, pequeña?-

Nos levantamos y nos despedimos de Alba quien se dirige a la parte trasera para preparar la gran noche de hoy. Saliendo de casa nos topamos con Maya, quién me mira con asco y odio, no entiendo porqué. Después pasa su mirada para ver a River y suelta una pequeña risa.

-Que distraído andas River, demasiado para mí gusto-

-Eso a ti no te incumbe, métete en tus asuntos-

-Y lo hago, por eso te recuerdo lo que tienes que hacer. Y tú- me señala con el dedo- sé feliz mientras puedas- se mete a la casa dando un portazo u dejándome un mal sabor de boca.

-¿Qué quiso decir con eso, River?- lo miro esperando a una respuesta que nunca llega. En cambio solo niega con la cabeza y toma mi mano para seguir con nuestro camino. Quiero preguntarle más, quiero preguntarle de dónde conoce a Maya pero de seguro me dirá que es por Alba o que tal vez fueron unos amantes trágicos y es por eso que Maya me mira con odio porque piensa que estoy con él. Son demasiadas las cosas que podría decirme, la cuestión es que no sé cuál sea real y cuál no.
Caminamos por las calles de la manda sin comentar nada, él sigue con la vista fija en el camino y yo veo a mis alrededores. Resulta que la aldea está así, en las orillas se encuentran las casas en dónde también se encuentra la casa del Alpha, acercándote más al centro la estructura va cambiando y comienzan las pequeñas tiendas de ropa, comida, una panadería etc. Miro a niños correr de un lado a otro y eso me recuerda a mis días en el orfanatorio, los recuerdos son borrosos pero tengo algo al que aferrarme. Se me viene a la mente el recuerdo de cuando conocí a Jay, me había peleado con otro niño del orfanato porque había dicho que mis padres me abandonaron, que era feo y por eso nadie me quería, recuerdo que no dije nada sino que lo tome de la cabeza con las dos manos y lo estampe contra la pared, el ruido que provocó aquello llamó la atención de las cuidadores quienes cuando llegaron encontraron a una pequeña niña rubia golpeando y gritándole a aquel niño quien se encontraba llorando. Admito en parte que eso sí fue un poco extremo pero es que ese niño ya llevaba tiempo molestándote y no me iba a dejar que siguiera haciendo de las suyas. Las cuidadoras me enviaron con el jefe mayor, estaba esperando afuera de su oficina cuando una pequeña niña se acerca a mi. Me sonríe y me tiende la mano.

Eternidad CompartidaWhere stories live. Discover now