Eternidad Compartida

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Mi última charla con River me ha dejado pensando en la situación en la que vivo, he decidido salir a adelante y permanecer alejada de Asher por un poco más de tiempo, no creo poder verlo a la cara y explicarle lo que realmente siento.

Termino de acomodar los últimos libros que estaban en el carrito de devolución, apago las luces y me dirijo a la parte trasera para recoger mis cosas. Cierro la puerta detrás de mi y cojo mi celular, tengo unos cuantos mensajes de River.

-Hola preciosa, ¿Ya acabaste tu con tu trabajo? :)-

-Sí, justo acabo de salir-

No pasa ni un segundo cuando aparece su nombre en la pantalla del celular, cruzo la calle y contesto.

-Hola pequeña, ¿Qué tal el día?-

-Demasiado tranquilo a comparación de otros días-

-Pobre de mi chica, ¿Te cansa mucho acomodar libros y ver quién entra y sale?-

Volteo los ojos y respondo de manera juguetona- No sabes lo agotador que llega a ser, es tan difícil que no me imagino que lo puedas llegar a soportar- doy vuelta y me detengo en un restaurante de comida rápida.

-Uff es por eso que no trabajo y vivo mi vida- se escucha una pequeña risa al otro lado de la línea- por cierto, ¿Ya cenaste?-

-Por el momento no, estoy pidiendo algo para llevar- dejo de lado el celular y me acerco a la barra de pedidos.

-Buenas noches, quisiera una hamburguesa doble extra queso y con doble tocino, gracias-

-En 10 minutos estás su orden, señorita-

-Wow eres una comelona- me siento en un sillón y espero a mi orden.

-Son antojos de una embarazada, ¿Qué esperabas? ¿Qué comiera una ensalada? Andate a la mierda- miro mi alrededor, el lugar es agradable, es al aire libre, hay luces tenues recorriendo lo alto de las paredes y unos hermosos cuadros- ¿Harás algo mañana, Riv?-

-Uy ¿Acaso me invitas a una cita? De ser así puedo cancelar lo que sea que tenga por pendiente-

-Eres tan atento- río y vuelvo a mirar los cuadros- me preguntaba si querías salir a ver una película o ir a...- dejo de hablar, mi mirada se posa en un sujeto que me está mirando directamente, al otro lado de la línea escucho como River me habla pero no presto atención a sus palabras. Aquel tipo me da cierta inquietud, una parte de mi quiere huir, pero la otra quiere seguir a ese tipo.

-GISSELE- Salgo de mi trance- ¿Estás bien? ¿Hola?-

-Sí, aquí sigo, te hablo luego, mi pedido está listo. No le doy tiempo a responder y me levanto, decidida a ir a encarar a ese tipo.

-¿Gissel? ¡Su pedido está listo! ¿Hay alguna señorita Gissel aquí?- me doy media vuelta y recojo mi pedido, ni siquiera me espero al cambio, tomo mi orden y salgo Antonio da prisa de ahí, al parecer todo el valor que tenía antes se a esfumado.

Camino unas cuantas cuadras un poco incómoda y con miedo, las calles están un tanto vacías y oscuras, tengo la sensación como si alguien me siguiera. Me detengo varias veces para comprobar que no hay nadie, me quedo un rato parada, sin hacer el más mínimo ruido y es ahí cuando lo escucho, una respiración agitada. No me lo pienso dos veces y salgo corriendo de ahí, corro lo suficientemente rápido pero también procurando no dejar salir todo mi potencial.

Llego dando grandes pasos al hotel, me meto al elevador, me recuesto sobre el frío metal y comienzo a recordar aquel tipo del establecimiento, no lo conozco en lo absoluto pero exite la posibilidad de que él haya sigo quien me siguió. Pienso en Asher y un escalofrío recorre todo mi cuerpo, ¿Me habrá encontrado? ¿Habrá mandado aquel tipo para espiarme?.

Las puertas se abren, salgo a toda prisa de ahí, sigo mirando atrás de mi, como si aún sintiera que me siguen, llego a mi puerta y entro, cierro con seguro y dejo salir un suspiro. Recuerdo que dejé a River en media conversación, dejo mi hamburguesa en la mesa de la sala, me quito los zapatos y me recuesto en el sillón, marco el número y en un segundo me responde.

-Por el amor de Dios, Gissel, ¿Qué pasó?-

-Eh nada, te dije que ya estaba mi orden y además no quería tener el celular en la calle, puede resultar peligroso- tomo la charola de mi comida- no terminé de decirte lo que mañana- le doy una gran mordida a mi hamburguesa, joder, está riquísima- quería invitarte a comer o ir al cine, pasar tiempo, no conozca a nadie de aquí y a veces me siento sola-

-Sabes que si, siempre puedes contar conmigo para lo que quieras, incluso si es para ir a comer-

-Está bien, mañana nos ponemos de acuerdo a la hora, ponte guapo-

-Adios, chula- y colgó, dejo el celular a un costado mío y enciendo la televisión.

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Estoy sentada en la sala, todo está oscuro a excepción de la esquina de la habitación, la luz de la luna entra por ahí y refleja una silueta que se acerca lentamente hacia mi.

Despierto sobresaltada, debió haber sido una pesadilla, me levanto del sillón y me dirijo a mi habitación, en el camino me topo con la puerta abierta del corredor, esto es raro, estoy segura de haberla cerrado. Me acerco y la vuelvo a cerrar, doy media vuelta y emprendo mi camino a la comodidad de mi cama.