14

7.8K 543 17
                                    

-Y....¿Cómo te fue?- trato de romper el silencio que nos a invadido desde que regresamos a casa.

-¿Cómo me fue de qué?- responde con cierta confusión.

-Cuando estábamos en la cocina me has dejado porque dijiste que tenías que ir a una reunión- lo miro directamente a los ojos, estos no me miran, van concentrados hacia adelante.

-Oh...nada en especial, cosas sin importar- me ofrece una sonrisa calida- nada de que preocuparse.

-De acuerdo...-digo tratando de pensar en otro tema de conversación me fastidia estar callada durante mucho rato pero no se me ocurre nada más.

-Cuentame de tu vida- gira su cabeza para mirarme y espera a una respuesta.

-¿Para? Si estoy segura que lo que te diré ya lo sabes- sonríe de lado.

-Es más interesante si la persona lo dice por si misma que por investigaciones-.

-¿Gracias?-

-Te escucho-

-Mm bueno, tengo 20 años, mis padres eran de los Ángeles por ende yo también pero con Jay decidimos cambiar de aires, trabajo de medio tiempo en una librería ya que la otra parte del tiempo lo utilizaba para poder estudiar, estudiaba medicina pero bueno dejé la carrera a medias- digo y mi voz se va apagando lentamente.

-Lo siento...¿Y tus gustos? ¿Algo que hacías en tiempo libre?-

-Me encanta leer, hacer deporte y escuchar música, con respecto a películas me encantan de todo género y pues creo que es todo, tampoco es que sea la gran cosa mi vida-

-Cada quién le da un toque a su vida, Gisselle, no puedes decir que no es la gran cosa si apenas estás comenzando a vivirla- y así se damos por terminada la conversación, Asher se dirige hacía su despacho, en cambio yo decido ir a dormir, necesito dormir con todo esto.
Subo las escaleras hasta llegar a mi cuarto, es corto el recorrido ya que mi habitación es la segunda de la planta. Entro en ella y voy hacía mi guardaropa, elijo una blusa de tirantes un poco suelta y un short pequeño pero cómodo, saco mi ropa interior me dirijo hasta el baño, le pongo seguro y comienzo a desvestirme.

P.O.V ASHER

Me siento en la silla de mi despacho y pongo mis manos al rededor de mi cabeza, tengo tantas cosas en mi cabeza que siento que me va a explotar, he llamado a Jay desde que dejé a Gisselle en la casa, ya no debe de tardar y no me equivoco ya que escucho unos ligeros toques en la puerta.

-Adelante- musitó con cierto deje de cansancio.

-¿Qué sucede, Ash? ¿Ha dicho algo el consejo?- se dirige hacía mi y se sienta en una de las sillas más cercanas.

-El consejo de alguna forma u otra se ha enterado de la situación que pasamos hace poco, la paliza que le dieron y sobre todo....que la he convertido, no les agradó para nada esa idea ya que tienen la ligera sospecha de que ella es la hija de la antigua vampiresa y de aquel brujo lo cuál para ellos representa un peligro pero eso, son solo suposiciones-.

-Pero...si ella fuera la hija perdida ya habría mostrado dejes de su poder, lo cuál no ha hecho así que está bien, supongo-

-No del todo, Jay, el consejo me ha advertido antes de que él regresó y que ahora que se tiene la sospecha de que ella es la hija perdida no es nada bueno ya que él la va a tratar de buscar a toda costa y eso no es favorable para nadie-

-¿Entonces? ¿Qué haremos? No la podemos tener encerrada toda la eternidad, Ash-

-Lo sé y ellos también, han sugerido que es mejor completar la unión de almas gemelas ya que con esto las dos almas se fortalecen mucho más además de que es más fácil cuidarla y que ellos cumplan con las tradiciones, ya sabes, aquel vampiro que convierta a su presa deberá casarse y vivir la eternidad a su lado-.

-Mierda, no creo que se lo tome bien, ya sabes, ella es poco testaruda-

-Pero si hacemos eso podré cuidarla mejor, me brindarán más seguridad- veo como se levanta de la silla y por último agrega.

-Se lo tendrás que decir lo más pronto posible y de eso me encargo yo. Hoy, te veo en la sala, ve pensando cómo le dirás todo esto porque dudo que sea fácil o tal vez no- y así sin más se va del despacho dejándome con mis pensamientos.

P.O.V GISSELLE

Salgo  de la ducha ya más relajada y  con la toalla enredada en mi cabello, seco cada parte de el cuando escucho como tocan la puerta.

-Adelante- digo esperando a aquella persona, es Jay y me mira con ojos tristes y serios.

-Necesitamos hablar...los tres-

-Oh Jay, perdón, no debí haberme comportado de esa manera hoy en la tarde es solo que yo...- no me deja terminar la oración cuando ya me tiene entre sus brazos.

-Descuida, pequeña, no hay nada que perdonar, ahora vamos a la sala que esto es urgente- me toma la mano y me conducen hasta ella, en los sillones se encuentra un Asher muy nervioso- ya que estamos reunidos, Asher, tu turno- el mencionado se levanta y pasa su mano por su cabello haciendo más notorio su nerviosismo.

-Bueno, Giselle, ¿Recuerdas que en la tarde salí por una reunión? ¿Y también que te dije que no era nada importante? Bueno, si lo era...el consejo está al tanto de cada suceso que a ocurrido en este corto tiempo, al igual que sabe que eres una vampiresa gracias a mi- con cada palabra que va diciendo veo como se pone aún más nervioso- no era mi intención pero ellos lo dijeron, las reglas están establecidas desde antes de que nacieramos todos-

-No entiendo cuál es tu punto- digo con cierta curiosidad.

-El punto es que te debes casar conmigo, al convertirte me obliga automáticamente a contraer matrimonio contigo y sé que suena un poco extraño pero si hacemos eso nuestras almas serán más fuertes y te podré defender-

Eternidad CompartidaWhere stories live. Discover now