Eternidad Compartida

12

-¡Gissel!- siento como Asher se abalanza hacía mi para darme un fuerte abrazo- No sabes el alivio de poder ver qué al fin has despertado, tenía miedo de perderte-.

Me mira con emoción y tristeza más sin embargo no digo nada, deshago el abrazo para poder pararme de la cama. Mis músculos están entumecidos, siento como mi garganta cala y es cuando caigo en cuenta en aquellas palabras que me dijo mi madre, Asher me había convertido.
Lentamente camino hasta el espejo del baño bajo la expectante mirada de mi captor, con temor de ver algo que no quisiera saber miro mi reflejo en el espejo, mi piel es pálida, mi cabello se ha vuelto un poco más claro, mi cuerpo en sí a cambiado completamente, además de que todas aquellas heridas se han curado, sin haber dejado rastro alguno de que existieron.

-Lo siento, no tenía otra opción, era hacer esto o perderte y sinceramente prefiero mil veces esto- lo miro con incredulidad.

-Eso fue egoísta, pensaste en ti, en el supuesto vacío que dejaría al morir, pero de esto y nada, prefiero nada, sin duda tenemos opiniones contradictorias pero aún así...no lo puedo creer-

-He pedido disculpas y no creo que mi acto haya sido egoísta, ¡Salve tu jodida vida!- levanta más la voz haciendo que mi enojo incremente más.

-¡Nadie te lo pidió! Yo no tengo razones para estar aquí, nada me mantenía con vida, la único persona que verdaderamente me importaba era Jay, pero si ella sabía lo que has hecho y aún así lo permitió...no creo poder perdonarla, habría sido más fácil el terminar con mi vida-

-¿Te estás escuchando? Joder, pasaste días postrada en esa cama, me pasé días a tu lado esperando a que despertaras y cuando lo haces ¿Qué gano? Tu enojo y desprecio-

-Y creo que mereces más, ¡MIRA, ME HAS CONVERTIDO EN UN MOUNSTRO! - grito lo más que puedo, caminado hacia él, siento como la ira invade mi cuerpo.

-CREÍ QUE SERÍAS MÁS AGRADECIDA POR HABERTE SALVADO LA PUTA VIDA-

-YA TE LO HE DICHO, NADIE TE LO PIDIÓ- ni siquiera se inmuta ante mis palabras, es cómo si lo que dijera fueran nada- Que te jodan, Asher, maldita sea la hora en la que me topé contigo-.

-Lo siento, linda, pero ahora quieras o no estás atada conmigo hasta el final de los tiempos, más vale que te acostumbras, ahora deja tus putos berrinches y baja a la cocina, eres una novata y tienes que controlar tu sed sino queremos que pase algo malo-

-Tú no me dices que hacer, imbécil-

-Mierda, ¿Podrías hacerlo más fácil? - siento como me carga como si fuese un costal de arena.

-¿Qué te pasa,idiota?, Bajame- hace caso omiso a mis palabras, hago lo más que puedo para que me suelte de su agarre pero es imposible, al parecer aún no tengo la.fierza suficiente para poder defenderme, mierda.

-Al fin, ¿Era tan difícil poder venir por ti misma y dejar de hacer estupideces?- dice con cierto enojo mientras se acerca a la nevera, saca una bolsa con un líquido rojo y me la lanza- toma, es de animal, para que te acostumbres a ella y así no puedas tener la necesidad de beber sangre humana-.

Veo aquella bolsa y mi garganta comienza ha arder, sin perder más el tiempo la tomo y de una sola me la acabo, me siento satisfecha aunque no hayan sido las circunstancias adecuadas.

-Bueno, ya que estás más tranquila te dejo, me han hablado de último momento así que te dejo en paz y con la seguridad necesaria para que no te vuelva a pasar algo malo- se acerca un poco y me besa la frente- llevemos la fiesta tranquila, no quiero más problemas contigo, en serio, te quiero- y sin más se retira de la cocina dejándome sola con mis pensamientos. No quiero estar aquí, es más que claro pero tampoco sé ha dónde puedo huir, ¿Será que mi destino es esto? Estar al lado de una persona que ni siquiera conozco completamente y que mucho menos amo.