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-Vamos, pequeña, tienes que levantarte, hoy es un día muy importante cómo para que te la pases todo el día acostada- siento como me mueven lentamente, voy abriendo mis ojos lentamente, acostumbrandolos a la luz. Veo que está Jay a un lado con una sonrisa radiante- Despertaste, bella durmiente-.

-¿Qué pasa? ¿Porqué me despiertas de mi sueño con Zac papi Efron?- escucho una ligera risa por parte suya.

-Tú y tus sueños con Zac Efron, ¿Acaso has olvidado que día es hoy?-

-¿El día que me dejas dormir en paz hasta que tenga hambre?- digo incorporándome en la cama, no recuerdo haber llegado hasta aquí ayer, lo último que recuerdo fue que estaba en los brazos de Asher llorando...-

-Por favor, hoy es el día en el que te presentan como prometida de Asher, ¡Cabeza hueca!- cierto, la ceremonia, ¿Cómo fue que se me olvidó?- Veo que sí se te olvidó, en fin, te quiero abajo en 10 minutos, es medio día así que dormiste mucho por lo cual no hay excusa de que la cama no te deja ir, la ceremonia es a las 7, así que andando, mueve tu culo, chica blanca- sale de la habitación soltando una ligera risa, hoy parece más feliz y agradable, me gusta.

Me levanto de la cama y me dirijo al guardaropa, el día está agradable así que me saco un short, un top y mi ropa interior, coloco lo necesario en el baño y me desvisto y meto a la tina, necesitaré más de 10 minutos para estar lista pero tratándose de Jay...mas vale apresurarse, esa perra está loca.
Pasados 20 minutos ya estoy abajo con el cabello totalmente mojado y un tenis a medio poner, me encuentro a una Jay con brazos cruzados y una mirada de estar cansada de haber esperado....aunque solo haya tardado unos 20 minutitos.

-Hola, guapa, ¿A qué hora sales por el pan? - trato de hacer ligera esta tensión que me hace sentir.

-¿Es una jodida broma? ¡ESPERÉ 20 MINUTOS! Sabes cuánto me molesta que me hagan esperar, Gissel-

-Lo siento, pero en mi defensa esa tina me secuestro- digo tratando de acomodarme en tenis que me faltaba- estoy lista- respondo con una sonrisa inocente.

-Vamonos-

-Cierto, no me has dicho a dónde vamos- salimos de la casa y nos encaminamos hasta un coche, realmente no sé mucho acerca de ellos así que ni idea que modelo sea.

-Iremos a un spa, después a comprar lencería sexy y uno que otros condones- volteo a verla como el exorcista- que es broma, tonta, al menos la parte de los condones- dice y nos subimos al autos, ella del lado del piloto y yo del copiloto.

-¿Cómo para que voy a querer lencería sexy?-

-Bueno, uno no sabe que vaya a ocurrir cuando termine la ceremonia-

-Es tonto, no me voy acostar con él, ni siquiera siento ese que llaman amor-

-Oh vamos, sé que te mueres por ese muñeco- arranca el auto y se va por una pequeña calle que sale directo a la carretera.

-Jay, no eres cupido para saber que siento o algo por el estilo-

-No podré serlo pero sé que es así- sin más, doy por terminada la conversación, realmente no sé si sienta algo por Asher ya que, bueno, le gusto pero en mi caso es distinto, me siento cómoda y segura a su lado más no creo que sea amor, tal vez sea cariño o aprecio pero no amor.










Después de 30 largos minutos llegamos al centro comercial, Jay se estaciona y bajamos del auto.

-Primero iremos al spa, necesito relajarme a más no poder- toma mi mano y nos encaminamos hacia adentro. La plaza constaba de tres pisos, el primero se enfocaba más a la comida, el segundo a la ropa y el tercero a los videojuegos.

-Gissel, tenemos cita a la 1:30 lo cuál- checa el reloj que está al lado de la fuente- es en 10 minutos, así que tenemos que irnos ya- llegamos al estacionamiento, tiene el nombre de "casa azul", el interior es realmente hermoso, brinda una seguridad y paz a la misma vez, una chica se nos acerca.

-Bienvenidas al spa casa azul, por favor, vengan por este lado para que se coloquen la bata y se sientan más comodas- nos guía por un pasillo un tanto estrecho hasta una habitación en dónde supongo que es dónde vamos a dejar nuestras cosas. Nos colocamos las batas y nos dan unas sandalias, la chica vuelve hablar.

-Mi nombre es Mónica y hoy seré quien trabaje con la señorita Gissel, en breve momento llega mi compañera para atenderla señorita Jay- me mira con una sonrisa- por favor, sigame- salimos de la habitación y nos volvemos a meter a otra, en esta hay una tipo cama junto con una pequeña fuente, la chica me indica que me coloque en la cama y que me relaje en lo que ella hace su trabajo. Fue inevitable no dormirme y más estando en este momento, estaba tan plácidamente dormida hasta que una pequeña voz me despierta.

-Señorita, hemos terminado, su amiga está esperando en el vestíbulo-

-Muchas gracias, Mónica y una disculpa- digo un tanto avergonzada.

-Descuida, no es la primera vez que una clienta se duerme, será nuestro secreto- me da una sonrisa y me vuelve a llevar al cuarto en dónde dejé mi ropa. Una vez lista salgo junto a Jay.

-Ahora sigue lo divertido, la lencería-

-Oh gracias, ¿Podrías decirlo más alto? Es que los del otro lado de la plaza no te escucharon- digo en voz baja mirándola de mal modo.

-No me mires así, es verdad, vamos- me jala de la mano y mete a una tienda exclusiva de lencería.

Han pasado más de dos horas que estamos en este infierno, al parecer a Jay no le es suficiente algo simple, busca algo extravagante y sexy, lindo pero atrevido, al fin encuentra algo, solo le digo que si, ni siquiera me atrevo a mirarlo con tal de salir de este infierno. Pagamos y volvemos a emprender nuestro viaje a casa.

Eternidad CompartidaKde žijí příběhy. Začni objevovat