Eternidad Compartida

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-¿A qué te refieres con sacarme de aquí?- lo miro un poco confundida y me alejo un poco.

-Sí, voy a sacarte de aquí. Por lo que me has contado no creo que sea buena idea que te reúnas tan de prisa con él, tal vez te presione para que vuelvas con él o en el peor de los casos...-guarda silencio y baja la mirada- que te vuelva a llevar a la fuerza. Es por eso que te quiero ayudar a salir de aquí-

-¿Y a dónde se te ocurra que podamos ir, eh? A cualquier maldito lugar al que vaya, él- señalo a la puerta como si ahí estuviera Asher- me va a encontrar, no puedo evitarlo toda una vida- me dejo caer en el sillón y pongo mi cabeza entre mis manos- ¿A dónde podríamos ir?- lo miro con ojos tristes.

-Necesito hacer una llamada, espera- y sin más me deja, se va al otro lado de la habitación, no tengo el interés o la energía para enfocarme en lo que dice, solo me recuesto en el sillón y miro un punto fijo. A donde quiera que vaya él estará, siempre estará y ahora más que sabe que estamos esperando un bebé. Inconscientemente llevo mis manos hasta mi vientre y comienzo a moverlas en círculo, como si esto me ayudara a relajarme.

«»

Ha pasado una hora desde que River hizo esa llamada, cuando colgó no me dió explicaciones y solo se sentó a mi lado. Nos quedamos quietos por un momento sin saber que decir o que hacer hasta que se escuchan unos leves golpes en la puerta. Mi mirada vuela rápidamente a ella, me entra la sensación de pánico, pánico al pensar que al otro lado de la puerta está Asher, dispuesto a llevarme sí o sí. River es quien se levanta a abrir, veo que le da paso a una chica morena, pelo rizado y con unos ojos tan negros como la noche.
Le da un abrazo a River para después darle un recorrido con la mirada al lugar, se detienen justo cuando topa conmigo.

-¡Vaya sorpresa!, Cuando River dijo que quería salir de la manda e ir a vivir su vida nunca imaginé que terminaría así- se acerca a mi y tomo mis manos para levantarme- veo que este tarado no ha perdido el tiempo- se voltea a River y le lanza una mirada dura- ¿Cuándo ibas a decirme que esperabas un bebé?- me alejo de ella y siento como el color rojo invade mi rostro.

-¡Por favor Alba!, No seas tan tosca, y no, no estoy esperando un bebé, ella es solo una amiga- dice señalandome- el bebé es de otra persona- baja la voz y veo como Alba me mira de abajo hacia arriba y como su rostro pasa a la vergüenza.

-Perdon, yo y mi boca, tengo un problema con ello, pero entonces si el bebé no es de River, ¿De quién es?- nos mira a los dos esperando una respuesta.

-Es una larga historia que por el momento no vale le pena. Así que primero déjame presentarte a Gissele. Alba, ella es Gissele, una amiga que conocí en este lugar, además ella es un vampiro-

-Un gusto, bella- me tiende la mano con una enorme sonrisa. Extiendo mi mano y saludo.

-Gissele, ella es Alba, una amiga de la manada en dónde antes vivía. Es la bruja de la zona así que necesitamos su ayuda-

-Vamos a dejarnos de cosas y vayamos al punto- se sienta y extiende sus brazos para que le contemos que sucede- soy toda oídos-.

-Dejaré que Gi te lo explique-

-Eh..bueno, no sé por dónde comenzar-

-No te preocupes, comienza desde el principio para entender cuál será mi trabajo, tranquila que no te voy a juzgar-

Tomo un respiro y cuento todo, desde que llegué a la casa de Asher, mi secuestro, como es que llegué a casarme para que puedan protegerme de otro loco psicópata que me quiere ver muerta, mi escape y como fue que llegué aquí. Alba me mira con atención y no me interrumpe para nada, deja que diga lo que tenga que decir y de verdad que se lo agradezco.
Cuando acabo de contar lo sucedido de ayer dejo mis hombros caer.