Pov Juliana
¿Qué se puede hacer cuándo la persona qué más amas no te quiere cerca?
No tengo idea, me he pasado los tres últimos días intentando acercarme a Valentina, sin ningún éxito. Me lo ha dejado muy en claro, no me quiere cerca de ella. Pero por ningún motivo le voy a hacer caso, aunque no me deje entrar a la habitación, al menos me quedo cerca de la puerta, no me he movido de aquí. Bueno si, a comer y para ir al baño, son las cosas más esenciales que he hecho. También dormir un poco en los asientos de metal, incómodos por cierto. Por suerte qué Eva me prestó una manta y una almohada, después de que se cansó de pedirme que lo mejor era irme a casa, todos dicen lo mismo de hecho. Pero no lo haré, me quedaré aquí aunque ella no quiera.
_ Adiós Juliana_ fruncí el ceño al escuchar esa voz, e inmediatamente levanté la mirada, dándome cuenta de que Esmeralda pasó por mi lado con un ramo de rosas y con una sonrisa arrogante, abriendo la puerta de la habitación en dónde se encuentra Val.
¿Qué mierda hace aquí? ¿Y si Valentina la llamó? Sólo espero que no sea lo que estoy pensando, no sería justo. Porque prefirió ver a alguien más en vez de a mí que soy soy pendeja novia, así que no lo pensé dos veces al entrar a la habitación. No voy a permitir que me vea la cara de estúpida.
_ No te lo voy a decir dos veces, quiero que salgas de aquí inmediatamente_ fruncí los labios para no soltar una carcajada al ver a Val a punto de sacar a la resbalosa, creo que se me adelantó y creo que ella no fue quien la llamó. Eso es bueno de alguna manera_ Sal ahora mismo, no quiero ver a nadie_ le volvió a decir, sacándola por el brazo, sólo suspiré echándome a un lado en la habitación. No me quiero meter en eso, además de que la rubia ni me dirigió la mirada que es lo de menos.
Tampoco me dirigió la mirada cuando volvió a entrar, sólo cerró la puerta, y se quedó ahí parada, con la espalda contra la puerta y la cabeza agachada, es una buena señal, no me quiere fuera_ Mi amor, no soporto estar lejos de ti_ admití acercándome a ella poco a poco, levantando su mentón despacio con mi dedo índice.
Aún así sigue sin mirarme, sus ojos están cerrados, su respiración es pausada y no puedo evitar sentir dolor al verla así, al menos su mejilla está mejor que hace unos días, no tengo idea de que tratamiento está utilizando, pero por lo que me contó Valery quedará en buen estado_ ya no soy de quien te enamoraste_ susurró por fin mirándome.
_ No digas estupideces, eres la misma mujer increíble de la cual me enamoré. No me voy a alejar de ti, ni aunque me mandes a prisión por acoso. ¿No lo entiendes?_ le pregunté aguantando mis ganas horribles de llorar, volví a acercarme dejando un pequeño beso encima del vendaje que cubre todo su lado derecho del rostro_ me enamoré de lo que eras cuando te conocí, te lo dije, te elegí al momento de verte. Te amo por lo que eres ahora, la mujer más asombrosa que he conocido, esa que es capaz de subirse a un puente aún odiando las alturas, esa que me llevó a ver a mi abuela en medio de la noche, después de todas las mierdas que te había hecho. Y estoy segura de que voy a amar lo que serás en un futuro, porque aunque no lo creas, seguirás siendo esa misma persona que amo_ murmuré eso último contra sus labios, sólo suspiré al momento que se lanzó a mis brazos, de nunca debió irse. Estos tres días han sido los más horribles, estar tan cerca de ella y no poder verla es demasiado frustrante.
_Pero me quedará una cicatriz y...
Negué de inmediato_ Que eso no me importa mi amor, entiende por favor. Ahora creo que eres tú quien no se siente cómoda. ¿Verdad?_ se quedó en silencio, alejándose un poco_ es mi culpa, por mi te hicieron eso. Casi vuelves a morir mi culpa, Valery casi va a la cárcel y Shay también casi muere. Parece que soy un imán para los problemas_
