Capítulo 23

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Pov Valery

Casi muero del susto cuando subí las escaleras y la botella de cerveza estuvo a punto de caerse, sentí que se me iba la vida y di un salto interno de alegría, al ver que no le había pasado nada. No se como llegué a la puerta, ni como toqué el timbre. Estoy que casi me caigo de mis propios pies, y no se que hago nuevamente frente a la puerta de Shay, pero aquí estoy y creo que estoy ebria por como me estoy tambaleando.

_ Debí suponer que eras tú_ dijo Shay mirándome con una sonrisa burlona en cuanto abrió la puerta.

_ ¿Ah sí?_ intenté dar un paso hacia adelante, pero casi me vuelvo a caer. Creí que lo haría, el suelo fue sustituido por los brazos de Shay y el olor a frutas de su perfume me invadió por completo_ hueles demasiado bien_ pasé mi nariz por su cuello, dándome cuenta de que en verdad huele muy bien y que ella está muy hermosa y sexy con su pijama de una camiseta de tirantes con unos short.

_ Y tú estás muy ebria Valery_ tal vez ella tiene un poco de razón, hoy tenía una exposición muy importante. Pero a la maestra se le ocurrió estar enferma justo hoy. ¿No podía ser otro día? Justamente tenía que ser hoy, después de que pasé tres días intentando memorizar todo eso.

Aunque mi día no se dañó por completo, mis compañeros decidieron salir a tomar y yo pues, me invité sola. No importa, para esas cosas no necesito invitación. Sólo les caí y pasamos toda la tarde tomando, a penas son las ocho de la noche o eso creo que son, en cuanto terminó no supe que hacer, sólo se me ocurrió venir a donde Shay, si llego al hospital en ese estado. Es posible que mis padres me quiten la herencia o peor, me destierren de la familia. Por nada del mundo quiero eso, tengo una vida...

_ Estaba queriendo verte_ admití volviendo a oler su cuello, de verdad que me gusta como huele.

_ No es así, no lo querías. Valery tenemos que hablar de esto_ negué varias veces, dejando caer la botella al piso. Por suerte que no se rompió_ a ti te gusta Juliana, y es una pena. Porque siempre te gustan los ligues de tú hermana, así que fuera de mi departamento_ me apartó de golpe por los hombros, dándome en el pecho con sus puños cerrados_ vi como la mirabas, y no me quiero meter en problemas. Además, aún amo a tu hermana y eso no va cambiar_ terminó de decir, cerrando la puerta en mi cara. Sólo me quedé pensando en lo que me dijo sobre la conejito, debe de estar loca o está más ebria que yo... a mi no me gusta alguien... además... ¿Siempre me terminan gustando los ligues de mi hermana? Eso es más que mentira.

Pov Juliana

Entré al hospital, sosteniendo en una mano un ramo de rosas rojas y en la otra una pequeña canasta con unas cuantas cosas. Anoche sólo me fui porque los padres de Valentina me lo pidieron amablemente, alegando que ella estaría muy bien cuidada. Por cierto, sus padres son lo máximo...

Solté un suspiro mientras tocaba la puerta de la habitación, con el corazón desbordado y la boca seca. Tal vez estoy nerviosa, pero es por sus papás. Anoche me dijeron que querían hablar conmigo y supongo que es por lo que sucedió. Están en todo su derecho de querer saber en verdad lo que pasó. Pero, ¿Qué les voy a decir? ¿Qué quise suicidarme y su pequeña fue a salvarme?

Aunque no estoy segura de si en verdad me iba a lanzar, estaba ebria. No sabía la verdad sobre mis padres, creí todas las mentiras de mi tía. Quien por cierto desapareció sin dejar rastro, sólo espero que no vuelva. Si la tengo cerca es posible que no responda, pero ese no es el problema justo ahora.

El problema es que la señora Carvajal abrió la puerta, mirándome con una ceja levantada. Para luego centrarse en el gran ramo de rosas_ oh cariño, no te hubieras molestado. Están muy hermosas, gracias de verdad_  dijo muy emocionaba, tuve que morder mi lengua para no decirle que las rosas son para su hija y no para ella, pero debo mantener las aguas frías... se que será mi suegra, lo presiento.

Tenían que ser dos (Juliantina) Where stories live. Discover now