Capítulo 42

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Si eres menor de edad, tendrás qué leer este capítulo bajo la supervisión de un adulto... de lo contrario, nada de leer esto...

Pov Juliana

La vida a veces es muy corta para algunas personas, muy corta que digamos. Porque cuando menos se lo esperan. ¡shaff! se mueren. Mi gran dilema es...

¿Por qué no usar un arnés con mi novia? ¿Y si mañana muero y me voy con ese remordimiento de no haberlo hecho? no me quiero morir sabiendo que no lo hice.

_ ¿Sigues pensando en eso verdad?_ me preguntó Val abrazándome más fuerte por la espalda, justo ahora estamos frente a la tv de la sala, de hecho. Estamos todos mirando una película, y creo que son como las tres de la mañana o algo así, sin dejar de lado que no le estoy prestando atención a la dichosa de película.

Es que las caricias de la rubia en mi vientre me desconcentran, la suerte es que estamos cubiertas con una manta.

_ Para nada cielo, no estoy pensando en eso_ mentí, bajando su mano por debajo de mi pantalón deportivo.

Miré de reojo para ver si alguien nos estaba mirando, pero todos estaban pendiente a la película_ ¿Qué crees qué haces?_ me preguntó, agarrando ni sexo con su mano, me pregunta qué hago, pero aún así anda agarrando cosas..._ mejor vamos a tú habitación_ susurró en mi oído con la voz rasposa, no entiendo como es que ella se calienta tan rápido.

Aún así le hice caso, levantándome del mueble. Ignorando las miradas de perversión que todos nos están dando.

_ ¡Espero que me dejen escuchar la película!_ escuché qué gritó mi abuela justo cuando empezamos a subir las escaleras, ahora todos saben que vamos a hacer el amor, aunque tal vez sólo terminemos abrazadas en la cama... si, como no... No creo que vayamos sólo a abrazarnos o a dormir.

La realidad es que me estoy muriendo por estar con ella, quiero besar cada espacio de su anatomía. Quiero fundirme en ella, escuchar sus gloriosos gemidos en mis oídos.

_ Mi amor_ sentí sus manos nuevamente en mi vientre por debajo de la camiseta, en cuanto entramos a la habitación_ no les hagas caso, sólo vamos a tratar de no hacer mucho ruido. Aunque eso está difícil para ti_

Le pegué en el costado, dándome la vuelta para abrazarla por el cuello_ eres una mentirosa, está más que claro quién es la más gritona de las dos. Tus gemidos son sumamente exagerados_ alargué la última palabra, riendo bajito al ver su boca entreabierta, sin poder creer lo que estoy diciendo.

_ Vamos a hacer una cosa, la primera que haga ruido le tocará preparar una cita, pero no es cualquier cita. Tiene que ser sorprendente_ levanté una ceja ante su propuesta, me resulta un reto muy interesante. Además de que ella va a perder primero...

_ estamos hablando mucho. ¿no crees?_ Valentina sonrió con malicia, sacando mi camiseta por encima de mi cabeza, al igual que yo lo hice con ella, mientras caminaba de espaldas hacia la cama_ vas a perder_ le dije obligándola a caer de golpe y sentándome lo más rápido posible encima de sus caderas, si la dejo estar encima de mí, lo más probable es que sea yo quien termine gimiendo primero... vamos, que sabe hacer muy bien su trabajo_ eh eh sin moverte_

Val negó divertida, colocándome debajo de un tirón. Esto está mal, tratar de tener el control está fuera de mi radar y ahora si creo que voy a perder, aunque es una cita... pero sorprender a la rubia es muy difícil, eso es lo que más me da miedo justo ahora, perder y no saber que hacer para sorprenderla en nuestra cita.

_ ¿Ya te dije qué tus ojos me encantan?_ asentí de inmediato, se ha pasado todo el día diciéndome eso y me gusta, me hace sentir más que amada.

Tenían que ser dos (Juliantina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora