Cap. 31

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Un mes. Había pasado un maldito mes desde la ultima vez que vi a Dean, desde que sé algo de él. Un mes en el que el trabajo es poco para podermelo sacar de la cabeza. Un mes muy duro. Era junio, verano, y eso implicaba trabajo. Mucho trabajo. Estaba en mi despacho terminando de concretar una sesión de fotos por teléfono cuando picaron a la puerta. Colgué, y dije que pasara.

- Kate, alguien te busca -dijo Christie, y yo asentí.

Me levanté de la silla, y entró una chica sonriente. Tendí mi mano, sonriendo.

- Hola, soy Kate.

- Soy Bridget, encantada -dijo estrechándome la mano.

- Es un placer. Siéntate, por favor -las dos nos sentamos en nuestras respectivas sillas-. Y dime, ¿en que te puedo ayudar?

- Me caso dentro de dos semanas, y me preguntaba si podrías hacerme un book con mi futuro marido, y si también podrías ser la fotógrafa de nuestra boda.

Futura mujer casada, pensé. Suerte la tuya por encontrar el amor.

- Enhorabuena -dije con una sonrisa-. Pues, espera, que miro la agenda -en el ordenador abrí mi planificador-. Tengo un hueco para el miércoles de esta semana, o jueves de la que viene.

- El miércoles de esta semana, si puede ser -dijo entusiasmada.

- Claro, ahora mismo lo apunto. ¿Te va bien si la hacemos por la tarde? A partir de las cinco, así podemos aprovechar la luz del atardecer.

- Perfecto. ¡Van a quedar super bonitas! -dijo llevándose las manos a la cara.

- Seguro que sí. Entonces este miércoles a las cinco... -dije a la vez que lo tecleaba-. ¿Y la boda?

- La boda es dentro de dos semanas, un sábado -busqué el día y lo apunté también-. Me preguntaba si podríais montar algún photocall, para después de la boda y la comida.

- Claro, ningún problema.

- Bueno pues, muchas gracias -dijo levantándose de la silla-. Nos vemos este miércoles.

- Sí -dije estrechándole la mano-. Y enhorabuena de nuevo.

Me senté y la vi salir de allí feliz, entusiasmada. ¿Eso es lo que sientes cuando estas enamorada de verdad? ¿Cuando por fin, es el definitivo? Suspiré. Espero que no duela tanto como me duele a mi.

El resto de la tarde seguí inmersa en el trabajo, planificando la sesión del miércoles, y otras dos que llegaron durante la tarde. A las ocho, Luca y Sarah se iban ya para sus respectivas casas, y Christie me hizo compañía hasta las nueve. Me ayudó a cerrar, y cuando nos íbamos a ir hacia casa, mi móvil empezó a sonar.

>>Dean, 21:10: En nuestro banco del parque Marín, en diez minutos.<<

Miré el mensaje, y lo leí más de tres veces.

- ¿Quien es? -preguntó Christie asomando la cabeza.

- Dean. Quiere verme en diez minutos.

- ¿A que estas esperando para ir? -yo la miré-. Vamos.

- No sé Christie...

- ¿Como que no sabes? -dijo poniendo sus manos en sus caderas.

- No da señales de vida en un mes, ¿y ahora quiere verme? -suspiré-. Estaba empezando a olvidarme de él.

- Si quiere verte, será por algo. Y además, ¿olvidarte de él? Kate, eres mi mejor amiga, pero eres muy tonta -yo levanté una ceja, y la miré expectante-. Dean te gusta. Le quieres. Y ni aunque pasasen mil años le olvidarías -yo suspiré, ya que tenía razón-. Y ahora, irás a verle.

Me giró y me pegó un pequeño empujón. Por el camino iba pensando si era una buena idea ir o no. Pero cuando creí que no lo era, ya era demasiado tarde. A lo lejos diferencié a Dean en el banco. Ese es nuestro banco, ahí terminamos el primer día que le conocí. Suspiré. Me acerqué, y me senté.

- No sabía si vendrías o no -dijo mirando el lago.

- Yo tampoco lo sabía -dije mirándole a él.

- Déjame explicártelo -tragó saliva y me miró-. Todo.

Yo le miré, intentando leer su expresión, pero nada. No obtuve nada.

- Antes de empezar, quería decirte que siento no haber dado señales de vida durante este mes.

- Tranquilo, si lo entiendo. Tú has desaparecido durante un mes, y yo mientras lo he estado asimilando todo.

- No es eso, es que... -entonces se calló.

- ¿Qué? -bufé. Me miró, y luego miró de nuevo el lago. Yo resoplé, mientras le seguía mirando-. No me digas, no me lo puedes decir porque me estás protegiendo.

- Kate, todo esto es mas complicado de lo que crees...

- Oh, ¿enserio? Permiteme que lo ponga en duda.

- No te pongas a la defensiva.

- Sí, si que me pongo a la defensiva. ¿Sabes lo duro que ha sido, no solo descubrirlo todo, sino estar un puto mes sin saber si estabas bien o no? ¿Si estabas aquí, o por el contrario, en cualquier otro lado? -dije, levantándome del banco con los ojos vidriosos-. Ha sido un mes muy difícil, Dean. No te lo llegas ni a imaginar.

- Kate, créeme cuando te digo que lo siento -dijo levantándose y colocándose delante mio, mirándome a los ojos-. Lo mejor que podía hacer después de lo que pasó aquel día, era mantenerme al margen. Y sí, para protegerte, porque lo que menos quiero ahora es perderte.

Me crucé de brazos, aguantando las lagrimas dentro de mi. No quería llorar, no quería derrumbarme de nuevo. No después de haber llorando tanto durante tantos días. 

- Dime algo, por favor -susurró.

- Yo... -me callé. Aparté la mirada, y derramé una lagrima. Le miré, y negué con mi cabeza-. Lo siento, no ha sido una buena idea verte de nuevo.

Cita a ciegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora